QUILMES-BOCA Y AQUELLA NOCHE DE REYES


Hoy se cumplen 35 años de aquella noche fatídica de 1983, cuando Quilmes, que ya estaba descendido, visitó a Boca Juniors y perdió 1 a 0.
Porque, más allá del partido y del resultado, hubo un enfrentamiento entre barras en las inmediaciones de la Bombonera, con el resultado de la muerte de un hincha de Boca, Raúl Servín Martínez, de 18 años (otro hincha de Quilmes, Raúl David Calixto, de 17, murió a raíz de un paro cardíaco mientras escapaba).
La emboscada la había preparado La Doce, encabezada por el barra El Abuelo -José Barrita- en una lucha de poder (que ya había tenido batallas en la época previa al mundial del 82, cuando los barras juntaban dinero para viajar a España, y finalmente todo quedó trunco por la guerra de las Malvinas).
Del enfrentamiento en las cercanías de la Bombonera, se acusó de la muerte del hincha de Boca al capo de la hinchada Cervecera, Carlos Alberto De Godoy, más conocido como El Negro Thompson (por su parecido con el boxeador pañameño, Luis Federico Thompson, que se radicó en Argentina). Su fotografía incluso apareció publicada en un matutino de Capital, lo que avivó el fuego de las acusaciones.
Lo cierto es que el famoso Negro aseguraba que no había ido a la cancha porque padecía lumbalgia.
Así lo había adelantado a muchos, que testimoniaron en ese sentido durante el juicio. Así lo reflejaron en ese tiempo las páginas del diario El Sol de Quilmes.
En primera instancia el Negro fue sobreseído. Había estado preso en la cárcel de Devoto y cuando salió pasó por la redacción de El Sol y en medio de lágrimas dijo: "Hermanito, no le deseo la cárcel ni al peor enemigo". Había regresado demacrado, con varios kilos de menos.
Hubo apelación del fallo a la Cámara. Cuando trascendió que la Cámara lo iba a condenar a nueve años de prisión, se fue a vivir al Paraguay.
Años después regresó a Quilmes, y puso un negocio de verdulería en pleno centro de la ciudad. Ese comercio se llamaba Los Cerveceros.
Alguien lo denunció -supuestamente el mismo José Barrita- y al poco tiempo fue a la cárcel, donde terminó muriendo en un confuso episodio, porque se habló de un paro cardíaco, pese a que otras versiones mencionaron una trifulca en el penal. Fue el 6 de marzo de 1989.
Antes de este episodio, el negro Thompson tenía un coche Valiant,  contratado por la Municipalidad, con el que trasladaba los "bolsines" de IOMA a La Plata, en tiempos de la intendencia de facto del doctor Julio Cassanello.

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