A 25 AÑOS DE LA MUERTE DE HUGO GARCIA

Aunque parezca mentira pasaron 25 años del trágico fallecimiento de Hugo Manuel García, el Gallego, el técnico e hincha Cervecero, que cumplió el sueño de ascender y sacar campeón de la B a su querido Quilmes AC, viviendo apenas a una cuadra del viejo estadio de Guido y Sarmiento.
Hugo respiraba fútbol, y sobre todo, Cervecero. Sabía como nadie la historia de cada futbolista, de Quilmes y de otros clubes, y soñaba como hincha con lograr el ascenso -uno de los tantos que el decano del fútbol argentino logró en su historia.
El colega Luis Autalán recuerda aquel ascenso de 1991, con la victoria final el sábado 1 de junio de ese año ante Almirante Brown (gol de tiro libre de Mario "Tortuga" Goméz al arquero Golinowsky).
Fue un sábado lluvioso, con festejos a la noche en la sede de la calle Guido. Allí los hinchas lo llevaron en andas a Hugo, que concretaba el sueño.
Ese campeonato tuvo un golpe duro, cuando en cancha de Español, Italiano le ganó a Quilmes 4 a 2 con una pésima tarde de la defensa y del inolvidable arquero Alejandro Mulet.
Después de esa derrota se encendieron las alarmas. Hugo mantuvo la confianza. Se reunió con el Gordo Porroni, de la subcomisión de fútbol, y se juramentaron que el ascenso no se escapaba.
Incluso el colega Luis Autalán cuenta como anécdota que después de ese partido perdido, se generó una especie de psicosis y Hugo quiso sacar al plantel -en su mayoría futbolistas de la cantera- del ruido de la ciudad y fueron a entrenar a un lugar que no se conociera. Luis Autalán pudo saberlo y se apareció en medio del entrenamiento, en Berazategui, lo que sorprendió al propio técnico con aquello de "no sé ni me interesa como te enteraste pero estás aquí cumpliendo su trabajo" (para el diario El Sol y FM Sur).
Desde las chicanas, Hugo le dijo a Luis que cómo se atrevía a cubrir un entrenamiento Cervecero si él (Autalán) era Mate.
Dimes y diretes y al final una promesa: si ascendemos te dedico el logro porque el partido final, ese con Almirante Brown, el 1 de junio, coincide con el cumpleaños de Autalán.
Dicho y hecho. En medio de la alegría del ascenso, ese sábado 1 de junio le dedicó el ascenso al entonces jefe de redacción de El Sol.
Las anécdotas de Hugo son muchísimas. Todos los periodistas coincidíamos en que sabía mucho de fútbol, de futbolistas, etcétera, en tiempos en que Internet no existía.
En ocasión de un partido entre Quilmes y Tigre -Hugo era técnico del Cervecero pero había sido antes de Tigre- pidió al periodista de El Sol que lo llamara al delantero de Tigre, Edgardo Paruzzo -también había estado con Hugo en Quilmes- para sacarle la formación del equipo de Victoria.
Se dio la charla con Paruzzo y cuando se le pide una probable formación, con ironía Paruzzo dice: "Seguro que te lo pidió el gallego García...".

EN COLON DE SANTA FE

El periodista Darío Pignata lo recuerda a Hugo como técnico de Colón y también, lo que significó cubrir el accidente en el que perdió la vida García.
Menciona Pignata que en los primeros viajes a Santa Fe, como técnico del Sabalero, viajaba en micro. "Lo hacía estudiando la vieja y querida guía Solo Fútbol, y lo hacía sin dormir. Se conocía desde el primero al último de los jugadores. Un obsesivo del fútbol, apasionado como pocos. Capaz de estirar, como varias veces lo hicimos, la sobremesa hasta que el reloj no marcara más las horas. Bohemio ciento por ciento.
La nota cuenta que Hugo dirigía con la colaboración de su cuñado, Juan Carlos Nene Kerle, a cargo de la reserva de Quilmes
Y como técnico de Colón recuerda aquel partido con Unión del 3 de octubre de 1992. "Fue a jugar de visitante el clásico a la cancha de Unión. Enfrente, el Flaco Zuccarelli (hoy manager del Cervecero) con todo lo que implicaba Zuccarelli en un clásico en Santa Fe. Para colmo, Hugo no le había podido ganar en cinco enfrentamientos anteriores y lo tenía clarito en la memoria. Y de paso, sabía otro dato: Colón no ganaba un clásico desde hacía doce años.
Desplegó su show esa tarde. Quería entrar antes a la cancha para asegurarse que no se la regaran y para levantar a la gente en la tribuna visitante. El vestuario foráneo tenía una puerta que daba a la cancha pero estaba cerrada y nadie tenía la llave. Empezó a patearla hasta que la abrieron. Se insultó con los plateístas rivales, como en casi todas las canchas.
Le pidió a Pichón Juárez, capitán de Colón, que eligiera arco al ganar el sorteo. Lo quería a Perassi de espaldas a los hinchas de Unión y gambetear el sol en contra. Gritó como loco los goles de Maximiliano Cincunegui y Chupete Maríni, sufrió el descuento de Magnín y me acuerdo que lo puteó al paraguayo Lugo porque estando 2-1 arriba, buscó salir jugando y casi la pierde en la puerta del área sabalera.
El periodista agrega que empezaba sus vacaciones de 1993 cuando Guillermo Dozo lo llamó. "Está el auto y el fotografo: andate a San Pedro a cubrir el accidente". Fue uno de los trabajos más tristes en este diario en 23 años. Teníamos, junto a Enrique Cruz (h) una relación especial con Hugo.
Cuando llegamos con Guille Di Salvatore al Hospital el profe Daguerre -salvó su vida de milagro- nos dijo: "Cierro los ojos y lo veo tirado sangrando". Fue uno de los golpes duros en la vida sabalera. Siempre lo es una muerte pero la de Hugo mucho más. Su poco tiempo en Colón fue intenso. Y con ese clásico se había metido al pueblo sabalero en el bolsillo. Ese gran equipo que él armó fue el que llegó, con Jorge Ginarte, a los penales contra Bánfield en el Chateau (ese encuentro por el ascenso lo ganó el Taladro en la gran actuación del arquero Puentedura).
Hugo Manuel García, dice el periodista de Santa Fe, el hincha de Quilmes que se ganó el corazón de los hinchas de Colón. Ese "loco" del fútbol que ahora estudia nombres de jugadores y arma equipos en el cielo.

EL ACCIDENTE

El accidente fue el 11 de enero de 1993, en el kilómetro 193, cerca de San Pedro y a la altura del desvío para Gobernador Castro. El auto que manejaba Hugo era un flamante Renault 21 que la directiva de Colón le había entregado como parte de pago de una deuda.
La maniobra de Hugo fue fatal entre dos camiones que lo encerraron: sus conductores no pararon y escaparon. Hugo García y el profe Horacio Daguerre estuvieron una hora tirados hasta que pasó una Traffic y buscó ayuda.
Hugo entró al Hospital de San Pedro en estado de coma grado , fue sometido a una traqueotomía pero falleció a las 19.45 de ese lunes negro.
Pasaron 25 años, sin embargo Hugo sigue en el corazón de los Cerveceros. Su cuñado Juan Carlos Kerle junto a Walter Barraza fundaron la escuela de técnicos que lleva su nombre.
Su sobrino, Sebastián Kerle, sigue desde hace muchos años la campaña de Quilmes para el diario El Sol y radio FMQ (días pasados nos contaba que está cubriendo hoy en Mar del Plata la pretemporada número 39 junto al decano del fútbol argentino).
Seguramente desde alguna estrella, tanto Hugo como Juan Carlos Kerle, disfrutan del trabajo de Sebastián y de la pasión Cervecera.

PD: Este recuerdo de Hugo Manuel García también remonta a largas charlas futboleras en el viejo café Amancay, de la calle Alvear en el centro de la ciudad... Y el recuerdo también del velatorio en Roverano, con una multitud que se acercó a darle el último adiós al Gallego.

Comentarios