EL MENSAJERO SE EXHIBIO EN EL CINE.AR QUILMES

Esta tarde en el espacio INCAA de Quilmes, en realidad Cine.ar Quilmes, se proyectó el filme de Jayson Mc Namara, El mensajero, que narra la historia del periodista británico Roberto J. Cox, fundamentalmente su etapa en el Buenos Aires Herald, en los años de la dictadura militar y su compromiso para denunciar lo que estaba pasando, al tiempo que logró salvar muchas vidas.
La película lo refleja con total intensidad, sustentada por un enorme material periodístico de investigación, que sirve para recordar una etapa oscura de la vida argentina, que merece ser repasada para que nunca más se repita.
El joven director -australiano neocelandés como se definió- adelantó que "yo estaba trabajando en el Herald como redactor y algo de la historia de la dictadura la conocía pero no en profundidad. Me sorprendió que la historia de Cox y el Herald no habían sido llevados todavía a la pantalla. Eso fue en el 2013 y a principios de 2014 ya estaba empezando el rodaje. La primera filmación se hizo en La Plata con Chicha Mariani y con el equipo, integrado por tres estudiantes de cine de la UBA, en ese entonces. Lo fuimos haciendo poco a poco durante dos años, o mejor dicho tres con pos producción, y fue una bola de nieve. Empezamos y no imaginábamos que se iba a convertir en una producción tan desarrollada y que iba a tener la posibilidad de presentarla en distintas salas
Se le preguntó cómo veía al periodismo hoy, teniendo en cuenta que la película refleja a un periodista con mayúsculas, que en la dictadura se la jugó para hacer precisamente... periodismo. Y sobre todo apuntando al cierre días pasados del Herald en la Argentina.
"Me parece que es una tragedia. El tema de lo que está pasando en los medios impresos, en un contexto más amplio, en una crisis en el periodismo. Es bastante complejo y me parece que no amerita mucho debate pensar lo difícil que es mantener un diario impreso en inglés, en un mundo en el que no se están consumiendo diarios y en un país como la Argentina, donde la población angloargentina que queda ya lleva casi cien años.
Entonces, de alguna manera fue una muerte anunciada. Crónica de una muerte anunciada.
"Por otra parte, dada la historia legal del diario es una tragedia en el sentido de que se perdió esa voz tan importante y el Herald en los últimos años, lo pude presenciar, mantuvo siempre su compromiso con los derechos humanos y fue de los pocos diarios que cubría, por ejemplo, los juicios de lesa humanidad, porque los otros diarios grandes, salvo Página 12, no lo hicieron. O lo cubrieron poco y nada, así que en el sentido cultural y político me parece que es una tragedia.
Volvió a decir que es australiano neocelandés, haciendo la comparación de que "es como ser argentino-uruguayo".

EL PERSONAJE

La película comienza con los juicios a las juntas militares, precisamente con el testimonio de Cox, contando su experiencia desde el Herald en tiempos de la dictadura militar, los desaparecidos, la violación de los derechos humanos, las torturas, las denuncias, etcétera.
Cox nació en 1933 y su padre luchó en la primera guerra mundial. El hallazgo del cineasta es revelar que ese padre fue mensajero en esa primera guerra mundial, andando en un caballo blanco (por eso la película además de El mensajero, porque el hijo Bob también lo fue, con el agregando on White Horse, o sea, caballo blanco).
En el año 1959 llegó a la Argentina para actuar de redactor en el Buenos Aires Herald. Años después se hizo cargo del diario en inglés dirigido a la colectividad inglesa, pero que cobró notoriedad en plena dictadura militar, entre 1976 y 1979, fundamentalmente, porque a medida que fue recibiendo denuncias de desapariciones, torturas, el ruego de las madres que en la Plaza de Mayo procuraban que se las escuchara para saber de sus hijos, el periodista se encargó de utilizar ese medio para divulgar esas atrocidades.
En 1979 debió abandonar la Argentina, junto a su esposa argentina Maud Daverio y sus hijos, porque recibió amenazas.
Vale señalar que cuando llegó al Herald, el diario no publicaba información sobre la Argentina. Cox le cambió la cara.
El Herald fue el primer medio de comunicación en informar abierta y sistemáticamente en 1976 que el gobierno militar secuestraba personas en forma ilegal y las hacía desaparecer.
Como cronista -todo lo muestra la película- siguiendo al propio Cox en su etapa del Herald en que se convertía en receptor de las denuncias y las divulgaba, y también en la época actual con más de ocho décadas a cuestas, recorriendo los lugares en los que se había jugado la vida.
Cox iba personalmente a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo y también concurría a la Chacarita en la madrugada para ratificar que los militares usaban los crematorios para incinerar los cuerpos de los desaparecidos.
Contó Cox que la dictadura militar, apenas producido el golpe, lo llamó para decirle que no se podía publicar sobre asaltos, acciones de la guerrilla o cuerpos hallados en la calle.
El diario se convirtió en el epicentro de denuncias, muchas de ellas publicadas. Recordó que cuando fueron asesinados los sacerdotes palotinos en el exterior se publicó correctamente fue un grupo de la extrema derecha, pero en la Argentina los diarios decían que habían sido los Montoneros.
Cox relató, como lo refleja el filme, que hizo notas para el Washington Post después del golpe, en las que señalaba que no era verdad que había libertad de expresión en la Argentina porque los diarios habían llegado a un acuerdo con los militares para no publicar cierta información. "Me importaba salvar a la gente. Iba con listas de personas y les decía que no ponía nada en el diario si esas personas aparecían con vida. Tuvimos mucha suerte porque algunas de esas personas se salvaron".
La película toma distintos testimonios en ese sentido, como el de María Consuelo Castaño Blanco, quien dice concretamente que Bob le salvó la vida.
Antes de que tuviera que dejar la Argentina junto a su familia por las amenazas, fue detenido en forma ilegal. Lo fueron a detener al Herald y refirió que en ese momento preparaba una nota del cumpleaños de la reina de Holanda. "Los hice esperar mientras terminaba la nota, llamé a mi esposa, Maud, para avisarle. Me asomé a la ventana y vi un Falcon y un Peugeot con techo corredizo, con el chofer que parecía un bandido mexicano con bandoleras cruzadas. Entraron a Coordinación Federal por un subsuelo y apenas llegué vi una gran cruz svástica en la pared. Me pusieron en una celda sin ropa, una especie de tubo. Fue una experiencia muy fuerte. Yo no sabía , pero cuando me detuvieron hubo una fuerte presión internacional. Yo tenía mis contactos. Tex Harris, que era un tipo fantástico, un diplomático de los Estados Unidos que había sido enviado por Jimmy Carter y Patricia Derian, se movió muchísimo".
Entre las anécdotas de Cox se cita el encuentro con el ministro del Interior del Proceso, el general Harguindeguy en su despacho. Hubo una conferencia de prensa  y a Hargundiguey le dijo quehabía sesenta periodistas desaprecidos. Harguindeguy respondió: "¿Sesenta? Hay algunos presos, gente que está metida en ...". Cox reiteró su pregunta, pero solo consiguió una respuesta irónica: "¿Nada más que sesenta?".
Una vez que se fue en 1979 con su familia se radicó en Charleston, Carolina del Sur, trabajando en el periódico Daily News and Courier, medio principal del grupo propietario del Herald.
En 2005, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, lo distinguió por su valor como periodista durante la dictadura mailitar. Recibió el premio "en nombre de los periodistas desaparecidos".
El mensajero, sin duda una gran película, es el mejor reconocimiento a este periodista que se jugó por su profesión en los años de plomo.
El próximo lunes 27 de noviembre, a las 18, el filme volverá a darse en el Cine.ar Quilmes, Mitre 721. Será una gran ocasión para que se acerquen los periodistas, estudiantes de periodismo y de comunicación, así como todos los que quieran recordar lo que pasó en el país entre 1976 y 1983, con la mirada especial de un periodista que puso a la profesión en lo más alto. Porque, como dice la película, han sido muchos los periodistas desaparecidos durante la dictadura.


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