Anoche se brindó la última función en Casa de Arte Doña Rosa, del clásico de Eugene Ionesco, La cantante calva, con la dirección de Mabel Alvarez.
Una pieza que es el máximo exponente del teatro del absurdo. En este caso la compañía Didascalia, en la sala 2, expuso una versión diáfana y dinámica de una obra que en su momento generó los más variados comentarios.
No hay que olvidar que fue estrenada en París en 1950, en el teatro de los Noctámbulos y en 1957 en el teatro La Hucchette de la capital francesa. Fue en febrero de hace seis décadas, y desde ese momento se sigue representando en esa sala todos los días menos los domingos. Quiere decir que ya cumplió más de sesenta años de representaciones ininterrumpidas.
El elenco de Didascalia estuvo integrado por Mabel Alvarez como Mary, Merlina Alvarez (señora Smith), Dylan Schenfeld (señor Smith), Lautauro Elizaur (bombero), Christian Cremonte (Señor Martin), Natalia Miranda (Señora Martin).
Los Smith y los Martin representan el universo incoherente de la vida, bajo la monotonía y la rutina.
El bombero y Mary integran esta fuente inagotable de comicidad.
Se trata de una crítica a la vida cotidiana y la incomunicación, donde la pregunta es qué es lo normal o real.
Se trata de una crítica a la vida cotidiana y la incomunicación, donde la pregunta es qué es lo normal o real.
Una manera de reírse de uno mismo.
El elenco se desempeñó con soltura y demostró que siguen pasando los años y que La cantante calva sigue "peinando" los escenarios con la frescura del primer día.
Es la obra que todo elenco quisiera representar y vale la pena disfrutarla cada vez que se pone en escena.
Comentarios