EL EJEMPLO DE DON ARTURO UMBERTO ILLIA


Un día como hoy de 1963 asumía la presidencia de la Nación, el doctor Arturo Umberto Illia, sin duda uno de los mejores magistrados que tuvo la Argentina en toda su historia.
Austeridad, conducta, humildad, algunas de las virtudes de este prohombre de la política nacional.
Recordemos que en ese tiempo el peronismo estaba proscripto y que el radical Illia, junto al doctor Carlos Perette, ganó los comicios del 7 de julio de ese año 63 con el 22 por ciento de los votos.
Debió soportar una oposición muy dura, los planteos militares, la acción de cierto sector del periodismo que le hizo la vida imposible y terminó siendo derrocado por la denominada revolución argentina, que encabezaba el general Juan Carlos Onganía.
Antes de dejar el poder, aquel trágico martes 28 de junio de 1966, le dijo al militar que vino a pedirle que dejara la casa de gobierno que con el tiempo se iba a arrepentir de lo que hacía, por el daño que el golpe le causaba a la democracia, aunque fuera frágil.
Aquel militar era César Perlinger, y diez años más tarde le envió una carta al doctor Illia, reconociéndole que se había equivocado y que el doctor Illia tenía toda la razón del mundo cuando le dijo lo que le dijo.
Illia había nacido en Pergamino, provincia de Buenos Aires, se recibió de médico y ejerció la profesión en Córdoba, afincándose en la ciudad de Cruz del Eje.
Arturo Umberto Illia, un auténtico paladín y político ejemplar de la Argentina.
La obra teatral de Eduardo Rovner, Don Arturo, reflejó con singular rigor histórico los días previos a su destitución, presentándolo junto a su hija y a su secretario privado. Luis Brandoni interpretó a Illia y Miguel Habud al secretario.

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