DIARIO DE VIAJE.... DESLUMBRANTE PRAGA


El viaje nos llevó a Praga, una ciudad mágica, donde la historia y la cultura se dan la mano. Como la ciudad, si bien fue ocupada durante la guerra no fue bombardeada, mantiene el estilo de siempre.
Aquí encontramos una dinámica y apasionada guía española, Gala, oriunda de Valencia, quien nos paseó por la ciudad y su historia a un ritmo vertiginoso.
Hablar de Praga es mencionar a uno de sus autores más destacados como Franz Kafka, nacido en la Bohemia el 3 de julio de 1883. Vivió solo cuatro décadas, ya que falleció en Kierling, Austria, el 3 de junio de 1924.
Gala nos habla de la vida traumática de Kafka, la relación tempestuosa con su padre que le exigía ser abogado y que le obligaba a estudiar alemán.
Precisamente en ese idioma escribió sus obras más destacadas como El proceso y La metamorfosis.
Dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos. Se lo asocia al existencialismo y al expresionismo.
Sus relaciones personales influyeron notoriamente en su escritura. Así se pueden mencionar las cartas a su padre, a su prometida Felice Bauer y a su hermana Ottla.
Murió de tuberculosis y el reconocimiento mundial llegó mucho después de su meurte.
La ciudad de Praga tiene un centro que fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad. Allí es puede apreciar el famoso reloj astronómico.
Está en la pared sur del Ayuntamiento de la ciudad vieja y es el punto central de visita de todo aquel que llega a Praga.
Este reloj medieval tiene como principales componentes el cuadrante astronómico, que indica las 24 horas del día y representa las posiciones del sol y de la luna en el cielo, además de otros detalles astronómicos.
Aparecen figuras animadas como El paseo de los Apóstoles, un mecanismo de relojería que ofrece, cuando el reloj marca las horas, las figuras de los doce Apóstoles.
El calendario circular tiene medallones que representan los meses del año.
El cuadrante astronómico tiene la forma de astrolabio, instrumento que usaba la navegación y la astronomía medieval.
Lleva pintado sobre ella representaciones de la tierra y el cielo, así como los elementos alrededor, especialmente los cuatro integrantes fundamentales: el anillo zodiacal, el anillo de rotación, el ícono representando al sol y el que representa a la luna.
Praga no fue bombardeada, decíamos, pero sufrió primero la invasión alemana, y cuando terminó la guerra y pensaba abrir los brazos a la libertad, llegó la invasión soviética, que duró 41 años, entre 1947 y 1988.
Una de las atracciones es el llamado puente de Carlos, sobre el río Moldava, que comunica a la ciudad vieja (Neustadt) con la llamada Malastrana (significa ciudad pequeña).
En los 500 metros del puente viejo se pueden contar treinta estatuas.
Praga amerita varios días de visita para conocer en profundidad todos sus rincones.
Se puede visitar la catedral de San Vito, de estilo gótico o la Iglesia de San Nicolás, con estilo barroco.
También la sinagoga española, que remeda la Alhambra, de Sevilla, en España.
En la zona vieja, la propuesta es la plaza de Wenceslao y el antiguo cementerio judío, donde hay más de cien mil cuerpos enterrados.

EL MURAL DE LENNON

En este viaje por Praga también contamos con el guía Alejandro, un venezolano que se fue de su país hace más de doce años, por lo que no puede hablar demasiado de Chavez y mucho menos de Maduro, aunque manifiesta su preocupación por la vida que están llevando hoy sus compatriotas.
Nos lleva a conocer el Muro de John Lennon. Si bien el famoso Beatle nunca estuvo en la ciudad, algo pasó aquel 8 de diciembre de 1980 cuando un fanático lo asesinó. El nombre del asesino quedó en el olvido y el de Lennon pasó a la historia.
Un gran devoto de Lennon realizó una pintura en su homenaje, pero tropezó con la barrera del régimen soviético que una y otra vez borró esas imágenes, que volvían a ser pintadas después de ser borradas.
Hubo que esperar hasta 1989, cuando los soviéticos dejaron Praga, para que el mural tomara color. A partir de esa fecha se fueron incorporando nuevas pinturas al mural, que hoy luce como uno de los emblemas para que lo conozcan los turistas.
Praga es también conocida como la ciudad de los palacios, y se mantiene firme, vale repetirlo, por no haber sido bombardeada.
La historia habla de luchas entre católicos y protestantes, de monumentos, por supuesto a Kafka, a Lutero, a Jan Gus, quien antes que Lutero ensayó una reforma religiosa, y también la historia recuerda las defenestraciones.
Porque cada vez que alguien desde la religión se oponía al imperio religioso de turno era arrojado por la ventana (de ahí el término defenestrar, o sea tirar por la finestra, es decir, la ventana).

EL TURISMO

En estos días de visita fue notoria la presencia de turistas -porque eran días de verano cuando llegan gentes de todo el mundo, brillando por doquier los contingentes de chinos, que conforman verdaderas oleadas en todos los tour, restaurantes, hoteles- que fuimos encontrando en los distintos paseos.
Mucho más hay para recorrer aquí, como la iglesia de San Nicolás, plaza mayor, el puente de Carlos con la invasión de artesanos, dibujantes, caricaturistas, músicos que se instalan para dar rienda suelta a la pasión por la música local, la lírica, el jazz, souvenires de toda índole, la cristalería con todo su esplendor, los mimos que aparecen en todos los lugares, los artistas callejeros...
Una de las visitas imperdibles es el castillo de Praga, que deslumbra y que lleva a los Menescaldi a armar un picnic en el hermoso césped. Toda la magia imperial instalada en este lugar para darse cuenta del esplendor de otros tiempos.

TEATRO NEGRO

El Teatro Negro de Praga es una de las propuestas que desde aquí se expandieron a todo el mundo. En este caso presentan Visiones de Alicia, una representación típica basada en el tradicional cuento de Lewis Carrol.
Un espectáculo único que gracias a su fuerza imaginativa, lenguaje poético y trucos técnicos se ganó la admiración de espectadores de todo el mundo.
Se muestra a Alicia en los instantes bellos de la adolescencia, los primeros escarceos amorosos y la incipiente edad adulta, todo con el transfondo de la antigua Praga, que además de ser una joya arquitéctonica, rica en acontecimientos históricos es además una encrucijada de la cultura cristiana y judía.

GALERIA DE ARTE

El arte hecho galería en esta ciudad tiene su vigencia. La visita a la galería de arte en el barrio viejo permite apreciar obras de pintores como Eugene Delacroix, Paul Gaugin, August Renoir, Pablo Picasso, Juan Miró, Gustav Klim, Marc Chagall, Vincent Van Gogh, Frantisek Kupka, Claude Monet, Paul Cezanne, Henri de Toulouse Lautrec, así como otros artistas checos.
Dejar Praga produce nostalgia porque su magia invita a quedarse mucho más. El próximo destino, Budapest, dos ciudades separadas por un río y unidas a la vez.


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