DIARIO DE VIAJE... LLEGADA A FRANKFURT

El punto final del viaje fue la ciudad de Frankfurt, donde se entregó el automóvil que nos permitió recorrer la zona de la Baviera, los Alpes y la Selva Negra, para pasar un día en un lugar emblemático del comercio y las finanzas del mundo, con un aeropuerto de enormes dimensiones.
Frankfurt está atravesada por el río Mein (Meno) y desde la edad media se encuentra entre los centros urbanos más importantes del país.
Desde la Alta Edad Media fue ciudad imperial. Fue sede de la coronación de emperadores.
Hasta 1806 en esa ciudad se elegía al emperador y desde 1562 fue la ciudad en la que se coronaba al emperador alemán del Sacro Imperio Romano Germánico.
Entre 1816 y 1866 fue sede de la Confederación Germánica y en 1848/49, del primer parlamento alemán libremente elegido.
Recorrer la ciudad permite advertir que se trata de un gran centro económico y financiero (incluso se la denomina capital económica y financiera de la Unión Europea).
Allí están el Banco Central Europeo, El Deutsche Bundesbank, la Bolsa de Frankfurt y la Messe Frankfurt, que es sede de importantes exposiciones como el famoso Salón del Automóvil, el mayor en su género, y la Feria del Libro, la más importante del mundo.
Hoy la ciudad llega casi a los 700 mil habitantes, aunque en las regiones más cercanas la cifra orilla los dos millones.
Llaman la atención los enormes edificios de altura en pleno centro, incluso se ganó el apodo de Mainhattan.
Entre los edificios históricos debe mencionarse el del Ayuntamiento y la catedral de San Bartolomé.
Se destacan las salas de espectáculos, con la Opera y el teatro, la zona de los Museos, la casa natal de Goethe.
Precisamente la Universidad Goethe fue fundada en 1914 y es la cuarta más grande de Alemania, por la cantidad de alumnos.

AEROPUERTO DE ALTO VUELO

No es difícil perderse en el aeropuerto de Frankfurt, que es el más grande de Alemania y es el paso obligado de los vueltos de todo el mundo.
Tiene una superficie de 21 kilómetros y una capacidad para 65 millones de pasajeros al año.
En pasajeros es el tercero en Europa, detrás del de Londres y el de París.
En el aeropuerto trabajan 65 mil personas y circulan 130 líneas aéreas.

LOS LUGARES

Entre los lugares que merecen ser visitados se destaca la Catedral de San Bartolomé, conocida como Kaiserdom o la catedral del Imperio. Se construyó entre los siglos XIV y XV. La fachada es de estilo gótico y su torre conmueve con sus 95 metros.
La calle comercial es llamada Zeil, ahí se podrán encontrar tiendas de ropa, boutiques y un exclusivo centro comercial.
La torre de Meno es un rascacielos de 200 metros de alto, con 56 pisos y lugares para avistar toda la ciudad.
En cuanto a la Europaturm, la torre de Europa, fue la primera construcción de radiodifusión de la ciudad, con una altura de 337,5 metros. Suele ser comparada con la Torre Eiffel, ubicada en París.
Una ciudad donde el metálico está más presente que nunca, para delicias de los amantes de las finanzas.
Vale repetir: Frankfurt es el último destino. De aquí el viaje de regreso a Buenos Aires, con sus doce horas y media, con el prestigio y la buena atención de la compañía alemana de aviación, Lufthansa, que nos deposita en Ezeiza para estrechar los brazos de la familia que nos esperaba dispuesta a escuchar todas nuestras anécdotas.
Punto final o casi final, porque queda la yapa, la coda, el bonus track o como quiera llamarse. Esa será sí la última página de este diario de viaje.


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