El programa de hoy de Cultivos de Quilmes por Radio Quilmes (106.5) comenzó con una extensa charla con el gran Chalchalero Juan Carlos Saravia, uno de los creadores del conjunto folklórico que durante más de medio siglo dejó la impronta de sus canciones por el país y el mundo.
Juan Carlos habló de aquellos estudiantes del Colegio Nacional de Salta, que empezaron a reunirse en torno al folklore allá por 1947.
Los Chalchaleros comenzaron su camino el 16 de junio de 1948, y lo que comenzó como una travesura juvenil ("una buena manera de conocer chicas") se transformó en un modo de vida, en principio junto a Juan Carlos Saravia estaban Cocho Zambrano, Aldo Saravia y Ricardo Dávalos.
Con el tiempo fueron cambiando algunos integrantes, llegando entre otros el inolvidable Ernesto Cabeza, quien había nacido en Río Negro pero se afincó en Quijano "y decía que era salteño".
Cabeza le dio un toque especial al grupo, con su guitarra. Ahí fue dable recordar que alguna vez le robaron el noble instrumento y eso dio lugar a que naciera la Zamba de la guitarra perdida, con la letra de José Ríos y música del propio Cabeza.
Cuando Cabeza estaba mal de salud, su lugar lo ocupó un joven chango, el hijo de Juan Carlos, Facundo. También llegaron en la última formación Pancho Figueroa y Polo Román, con los cuatro integrantes que siguieron hasta la eterna despedida hace algo más de una década.
Juan Carlos Saravia recordó que cuando no pudo seguir Cabeza el grupo tenía tres integrantes, pero no alcanzaba porque "parecíamos los tres mosqueteros". Entonces alguien sugirió la incorporación de Facundo y sin duda fue un hallazgo, porque le aportó su impronta juvenil y su talento de poeta.
Juan Carlos Saravia demostró su condición humana, recordó los inicios y por qué le puso una impronta especial al !Adentro" del comienzo de los temas o la manera que impusieron de cortar las palabras para darle un toque especial al canto: Zamba, de mi esperanza, ama... necida como un ... querer... sue... sueño del alma... que a veces mue...re sin florecer.
Se habló de la interminable despedida y de la Zamba del adiós que nació prácticamente del grupo como queriendo expresar que los Chalchaleros están en el alma de la gente.
En el estudio estuvo el poeta Agustín Rodríguez, autor de la letra de La musa esquiva, con música de Oscar Pometti, el mismo dúo realizó la zamba La quilmeña.
Marcelo Galíndez, director de Deportes Integrados, de la Municipalidad de Quilmes, habló de su área y lo que se hace desde el deporte por las personas con discapacidad. Se refirió a los distintos deportes que se practican desde la Dirección y habló de los proyectos futuros.
Juan Carlos habló de aquellos estudiantes del Colegio Nacional de Salta, que empezaron a reunirse en torno al folklore allá por 1947.
Los Chalchaleros comenzaron su camino el 16 de junio de 1948, y lo que comenzó como una travesura juvenil ("una buena manera de conocer chicas") se transformó en un modo de vida, en principio junto a Juan Carlos Saravia estaban Cocho Zambrano, Aldo Saravia y Ricardo Dávalos.
Con el tiempo fueron cambiando algunos integrantes, llegando entre otros el inolvidable Ernesto Cabeza, quien había nacido en Río Negro pero se afincó en Quijano "y decía que era salteño".
Cabeza le dio un toque especial al grupo, con su guitarra. Ahí fue dable recordar que alguna vez le robaron el noble instrumento y eso dio lugar a que naciera la Zamba de la guitarra perdida, con la letra de José Ríos y música del propio Cabeza.
Cuando Cabeza estaba mal de salud, su lugar lo ocupó un joven chango, el hijo de Juan Carlos, Facundo. También llegaron en la última formación Pancho Figueroa y Polo Román, con los cuatro integrantes que siguieron hasta la eterna despedida hace algo más de una década.
Juan Carlos Saravia recordó que cuando no pudo seguir Cabeza el grupo tenía tres integrantes, pero no alcanzaba porque "parecíamos los tres mosqueteros". Entonces alguien sugirió la incorporación de Facundo y sin duda fue un hallazgo, porque le aportó su impronta juvenil y su talento de poeta.
Juan Carlos Saravia demostró su condición humana, recordó los inicios y por qué le puso una impronta especial al !Adentro" del comienzo de los temas o la manera que impusieron de cortar las palabras para darle un toque especial al canto: Zamba, de mi esperanza, ama... necida como un ... querer... sue... sueño del alma... que a veces mue...re sin florecer.
Se habló de la interminable despedida y de la Zamba del adiós que nació prácticamente del grupo como queriendo expresar que los Chalchaleros están en el alma de la gente.
En el estudio estuvo el poeta Agustín Rodríguez, autor de la letra de La musa esquiva, con música de Oscar Pometti, el mismo dúo realizó la zamba La quilmeña.
Marcelo Galíndez, director de Deportes Integrados, de la Municipalidad de Quilmes, habló de su área y lo que se hace desde el deporte por las personas con discapacidad. Se refirió a los distintos deportes que se practican desde la Dirección y habló de los proyectos futuros.
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