Según lo que está publicando el diario deportivo Olé el fallo del tribunal de disciplina de AFA, por el caso Riestra-Comunicaciones, pasará por hacer jugar.... los cinco minutos que restan el próximo jueves a las 15 ó 15.30 en cancha de Defensores de Belgrano. En ese sentido todo hace suponer que con ese escasísimo margen, Comunicaciones no podrá torcer la historia (desde Comu algunos jugadores adelantaron que no se van a presentar, aunque eso puede traer cola de sanciones más duras...).
Y no queda en esto el fallo del Tribunal: Deportivo Riestra deberá pagar una multa de 2 millones de pesos, le descontarán 23 puntos en el próximo torneo -o sea comenzará la primera B Nacional en principio con -23, en un torneo con seis descensos...- y no podrá jugar de local durante un año.
Además, al futbolista Freyre, quien ingresó faltando cinco minutos y armó el escándalo, se le dará una suspensión de dos años.
El Tribunal tomó una decisión ultradrástica, como para sentar precedentes para que de aquí en más todos tomen cartas en el asunto.
Según el reglamento, cuando se produjera agresión o desorden por culpa de futbolista, dirigente etcétera local, se le tiene que dar por perdido el partido al que provocó el lío, con lo que debería ascender Comunicaciones.
Pero se optó por un fallo más variopinto, si cabe el término. Y en el caso de Riestra, le cayó en forma impresionante la fuerza de una ley que lo deja tambaleando. Como para hablar de una victoria a lo Pirro, con el sabor dulce del ascenso pero con la amargura de tener que reconstruir una historia en un torneo que lo va a mostrar como un alma en pena.
Y no queda en esto el fallo del Tribunal: Deportivo Riestra deberá pagar una multa de 2 millones de pesos, le descontarán 23 puntos en el próximo torneo -o sea comenzará la primera B Nacional en principio con -23, en un torneo con seis descensos...- y no podrá jugar de local durante un año.
Además, al futbolista Freyre, quien ingresó faltando cinco minutos y armó el escándalo, se le dará una suspensión de dos años.
El Tribunal tomó una decisión ultradrástica, como para sentar precedentes para que de aquí en más todos tomen cartas en el asunto.
Según el reglamento, cuando se produjera agresión o desorden por culpa de futbolista, dirigente etcétera local, se le tiene que dar por perdido el partido al que provocó el lío, con lo que debería ascender Comunicaciones.
Pero se optó por un fallo más variopinto, si cabe el término. Y en el caso de Riestra, le cayó en forma impresionante la fuerza de una ley que lo deja tambaleando. Como para hablar de una victoria a lo Pirro, con el sabor dulce del ascenso pero con la amargura de tener que reconstruir una historia en un torneo que lo va a mostrar como un alma en pena.
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