El viernes 11 de agosto a las 21.30 se presenta la pieza Abracadabra en el teatro Maipú, Maipú 380, Bánfield, una divertida comedia.
La historia transcurre en un misterioso castillo que perteneció al gran mago Randal, quien tomó los recaudos para que sus extraordinarios poderes y su enorme riqueza, quedara en manos de uno de sus mejores discípulos, Abra o Cadabra.
Tras la muerte del gran mago y aprovechando que, misteriosamente, Abra ha desaparecido, Frida la ambiciosa hechicera del castillo (Iliana Calabró) convoca a Cadabra (Fredy Villarreal) para que junto a su novia y asistente melina (Silvina Luna) hereden toda la fortuna y descubran el legado oculto.
Pero nada será tan fácil, como parece en el castillo, ya que Arturo (Gustavo Conti), representante de artistas, en busca del negocio de su vida, le prepone a su amigo del barrio, Emilio (Pedro Alfonso), animador de una banda de cumbia, hacerse pasar por Abra ya que tiene un notable parecido físico.
Una vez dentro del castillo, Emilio y Arturo, se enfrentarán a Cadabra para ver cuál de los dos consigue superar todos los mágicos desafíos antes de la medianoche, para sí convertirse en el único heredero del gran mago.
Por suerte, Emilio y Arturo contarán con la ayuda de Erasmo (Alejandro Muller), fiel asistente del gran mago.
Caldera (El polaco), amigo de Emilio y cantante de un grupo de cumbia, llegará al castillo para ayudar a su amigo Emilio, lo que él no sabe es que lo complicará aun más enamorándose de la particular y atractiva Ana (Flor Vigna), mucama del castillo.
AEROPLANOS
El viernes 18 de agosto a las 21 se presenta Aeroplanos, una obra de Carlos Gorostiza, con Rodolfo Ranni y Guilermo Marcos, bajo la dirección del propio Ranni.
Se trata de la historia de dos amigos entrañables de clase media que se conocen desde hace sesenta años.
Su convivencia ofrece un intenso y rico intercambio de humor, ternura y solidaridad.
Sienten la amistad como un verdadero gozo que el espectador comparte desde su propia experiencia.
La obra plantea, desde el alma misma del adulto mayor, el oscuro temor a la muerte, la soledad, la pérdida de la independencia y la iluminada esperanza de disfrutar libremente los últimos años de vida.
Así, vale la pena meterse en la vejez de dos personajes que se preguntan, con buen humor y sin solemnidad, sobre los porqué de la existencia.
Desde el inicio, el espectador asistirá a un intercambio de anécdotas, bromas y confidencias hechas por dos seres en un día crucial para ambos.
Es valioso que Aeroplanos nos remita a la alegría y a la necesidad de compartir con alguien la dicha y el dolor de la existencia. Que nos permita valorar lo que significa un verdadero amigo, a sustentar aquellos principios, al decir de Gorostiza, como una forma legítima y viril de amor. Y que además rescata el privilegio de ser un sostén en el duro oficio de vivir.
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