La comunidad diocesana recordó el legado y testimonio del primer obispo de Quilmes, Jorge Novak, al cumplirse hoy 16 años de su fallecimiento. Fue en la catedral de Quilmes Inmaculada Concepción, con una celebración presidida por el padre obispo Carlos José Tissera y que concelebró el padre obispo emérito Luis Teodorico Stockler junto con un numeroso grupo de sacerdotes y diáconos.
Bajo el lema Padre obispo Jorge Novak, servidor de Dios y de su pueblo, cientos de files colmaron el templo desde temprano. La mayoría, para ver la muestra anual de arte en homenaje a Novak, realizada por la profesora Cristina Valenzuela, la que se inauguró formalmente luego de la Eucaristía.
Ni bien comenzó la misa se llevaron al altar cuatro pinturas de Novak, representando cada una los ejes pastorales de su ministerio episcopal. Luego, distintas personas referentes de la diócesis relataron su vivencia junto a Novak de esos ejes pastorales.
La hermana Renza Bono habló de Novak y de su opción preferencial por los pobres. El presbítero Juan José Vasallo rescató la actitud misionera del primer obispo de Quilmes, la cual quedó impregnada en toda la diócesis.
El presbítero Félix Gibbs centró su discurso en el compromiso por la vida y por los derechos humanos. Mónica Gangemi habló del ecumenismo y del diálogo con las otras religiones, acciones que Novak siempre propició durante su ministerio episcopal.
Entre los files que participaron estuvo el intendente de Quilmes, Martiniano Molina, con parte de su gabinete; el ex embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Cúster; los hermanos y sobrinos de Novak y el pastor evangélico Arturo Baltesky.
Al terminar, muchísima gente se acercó a la capilla interna de la entrada de la catedral donde descansan los restos de Novak y del padre obispo Gerardo Farrell, para orar y rendir homenaje.
(En nota aparte se podrá conocer la homilía de monseñor Tissera).
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