El Multicultural y Teatro Don Bosco vivió anoche una velada inolvidable, con sala prácticamente llena y con un espectáculo soberbio, que conmovió a todos los que se acercaron al escenario de Belgrano 280, en Bernal.
Se presentó Drácula, el musical, una historia de amor, con más de dos horas de espectáculo -con un intervalo- que dio piedra libre a la historia del conde Drácula y su historia de amor, quinientos años después.
Un elenco de veinte artistas demostró con creces la pasión por lo que hacen, desplegando música, color, misterio, intriga, en fin, todas las aristas de una pieza en el género comedia musical, donde la música tuvo un lugar primordial con el amor de Mina y Jonathan, sumada a la leyenda de Drácula, su historia en Transilvania, el viaje a Inglaterra y todas las peripecias que su amor por Lucy -excelente realización de Noelia Gaspar Gandossi, directora de la academia de canto La Scala, en Quilmes- envuelven un profundo sentido del hecho teatral, reiteramos con la música como protagonista.
La canción de amor de Jonathan y Mina atrapa el oído de los espectadores y da rienda suelta a la posibilidad de salir cantándola, porque es la canción de los amantes que se siguen amando.
En fin, la recomendación es verla para quien no la vio y volver a hacerlo para quien salió maravillado de tanto despliegue. Vale adelantar que habrá nueva función el sábado 2 de setiembre.
Sería importante que desde la producción se acerque más info sobre los intérpretes, equipo técnico, realización musical, vestuario, maquillaje, es decir, todo lo que hace a una realización que merece seguir dando vuelta por los escenarios de Quilmes y del país. Un Drácula... formidable vistió este tradicional escenario bernalense con talento, esfuerzo, pasión y todo lo que se puede pedir cuando el público se acerca a un espectáculo.
Se presentó Drácula, el musical, una historia de amor, con más de dos horas de espectáculo -con un intervalo- que dio piedra libre a la historia del conde Drácula y su historia de amor, quinientos años después.
Un elenco de veinte artistas demostró con creces la pasión por lo que hacen, desplegando música, color, misterio, intriga, en fin, todas las aristas de una pieza en el género comedia musical, donde la música tuvo un lugar primordial con el amor de Mina y Jonathan, sumada a la leyenda de Drácula, su historia en Transilvania, el viaje a Inglaterra y todas las peripecias que su amor por Lucy -excelente realización de Noelia Gaspar Gandossi, directora de la academia de canto La Scala, en Quilmes- envuelven un profundo sentido del hecho teatral, reiteramos con la música como protagonista.
La canción de amor de Jonathan y Mina atrapa el oído de los espectadores y da rienda suelta a la posibilidad de salir cantándola, porque es la canción de los amantes que se siguen amando.
En fin, la recomendación es verla para quien no la vio y volver a hacerlo para quien salió maravillado de tanto despliegue. Vale adelantar que habrá nueva función el sábado 2 de setiembre.
Sería importante que desde la producción se acerque más info sobre los intérpretes, equipo técnico, realización musical, vestuario, maquillaje, es decir, todo lo que hace a una realización que merece seguir dando vuelta por los escenarios de Quilmes y del país. Un Drácula... formidable vistió este tradicional escenario bernalense con talento, esfuerzo, pasión y todo lo que se puede pedir cuando el público se acerca a un espectáculo.
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