CALELLO: HACE UN AÑO GANABA LA PRESIDENCIA DEL QAC


Un día como hoy, un año atrás, se realizaban los comicios en el Quilmes AC y ganaba la lista encabezada por Marcelo Calello como presidente, acompañado por los vicepresidentes Julio García, Fabián López y Lucas Araujo.
Muchos socios Cerveceros acompañaron la votación y la lista ganadora se adjudicó el comicio por amplio margen sobre la lista que encabezada Luis Echelecu, y que respondía al oficialismo en ese momento representado por el entonces presidente Andrés Meiszner.
Conviene recordar que esa directiva fue presidida por Aníbal Domingo Fernández, quien presentó pedido de licencia al poco tiempo por lo que Meiszner se hizo cargo del club, con una gestión que a lo largo de tres años dejó a la institución en una situación catastrófica.
El director de Quilmes, la revista, Javier Vidal, realizaba un reportaje al presidente Marcelo Calello al cumplirse los primeros 120 días de gestión y le pedía un balance.
Allí Calello recordaba que el 1 de agosto -se cumple un año mañana a las 9 unas cuarenta personas ingresaron a la sede "dispuestas a trabajar". No los recibió ningún directivo y los empleados estaban emocionados por el movimiento. "Se les debían tres meses de sueldo y el aguinaldo y por fin veían una esperanza de cambio". ¿Y con qué se encontraron? "Con desprolijidades acordes a la clandestinidad en la que operaba la institución, como el desorden, la falta de contratos y la ausencia de una cuenta bancaria".
Desde la dirigencia se trabajó este año de gestión para enderezar el barco que estaba a la deriva.
Se llamó a convocatoria de acreedores porque se entendió que era la única manera de evitar una posible quiebra ante la magnitud de deudas de la institución, entre ellas la deuda con más de un centenar de futbolistas y técnicos que pasaron por el decano del fútbol argentino.
Recordemos que en este año lamentablemente el campeonato deportivo no respondió a las expectativas, porque el principal objetivo siempre fue ganar el campeonato económico.
Se recuperó al técnico Alfredo Grelak, de las entrañas del club -los nuevos directivos se encontraron con un plantel formado por la anterior gestión, con un manager (Luis Andreuchi), un técnico (Marcelo Broggi) y una serie de compromisos imposibles de evitar. Incluso se llegó a saber que el día anterior a las elecciones se había hecho uso, en forma unilateral, de la opción de 900 mil dólares por un arquero chileno, que venía del club Unión La Calera, con treinta y tantos años y sin ninguna experiencia como para incorporarlo en forma adecuada.
La campaña negativa del equipo en la era Grelak, sobre todo al principio del torneo este año, desencadenó su renuncia -hoy Alfredo está en Almagro- y llegó el cuerpo técnico encabezado por Cristian Díaz, que empeoró la campaña del anterior, lo que derivó lisa y llanamente en un descenso, como crónica de una muerte anunciada.
Hoy Quilmes está obligado a jugar la primera B Nacional, el más federal de los torneos de ascenso, con muchos viajes, con muchas exigencias, y para ello ha incorporado al cuerpo técnico que tiene a su cargo un ex jugador del club, Lucas Andrés Nardi, recomendado por el Chapu Braña y el Chavo De Sabato.
Se ha iniciado la preparación con un plantel joven por antonomasia, con la permanencia de un experimentado como Diego Colotto y la vuelta de un referente, muy querido en la institución, Miguel Caneo.
Se sigue armando el plantel, apostando a futbolistas de bajo perfil -por ejemplo llegó el centrodelantero de Defensores de Villa Ramallo, Matías Nouet- o algunos de recorrido, como Brian Lluy, ex Racing entre otras instituciones. A ellos hay que agregar a Alejandro Furia, uruguayo que llega de Colonia y Juan Larrea, últimamente en Cañuelas.
En fin, se está armando un equipo acorde con las necesidades de hoy, donde el tema económico preocupa sobremanera por la situación heredada que llevó, vale repetirlo, a decidir la convocatoria de acreedores.
No será fácil volver a primera, en todo caso habrá que sembrar las bases para que ese objetivo, que Quilmes siempre alimentó cada vez que le tocó descender, se cumpla como el desenlace de hacer las cosas lo mejor posible. Y si hay que esperar su tiempo -Chacarita volvió a primera después de varios años- eso no debe ser un karma, en todo caso se necesitará reflexionar y buscar las causas para que no se haya conseguido ese armazón institucional que sí apuntalaron otros clubes añejos del fútbol argentino, que hoy son mirados con una envidia saludable.
El camino de la vuelta se inicia a mediados de setiembre. No hay duda de que va a costar, en todo caso el socio tendrá que comprender lo difícil que ha sido y sigue siendo reconstruir al Decano de los escombros en que lo convirtieron quienes mostraron poca o ninguna pasión por los colores.

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