CRISTIAN DIAZ: EXPLICAR LO INEXPLICABLE


Después del partido, como es habitual, el técnico de Quilmes, Cristian Díaz, realizó la habitual conferencia de prensa. Habló de la falta de explicaciones para justificar esta nueva derrota, del esfuerzo de los futbolistas y de la brujería que parece haberse ensañado con el Cervecero.
"Si no ganamos hoy, qué difícil va a ser. Creo que fue el mejor partido en cuanto a lo ofensivo, creamos muchas situaciones de gol. Fue el partido que más opciones tuvimos pero ni así podemos ganar. La verdad, es una situación frustrante. Fue mucho lo que el equipo hizo para ganar el partido, fue merecedor de otro final de juego, todos en el mundo Quilmes merecíamos otro final de este lunes, no tengo dudas, independientemente de cosas que nos ocurren, desgraciadas, como es la papera esta mañana en un futbolista.
"Pero eso no es excusa de nada. Es otra de las piedras en el camino que venimos teniendo, prácticamente desde que llegamos. Del análisis del juego, nos hacen un gol, evitable, por una marca en ataque mal realizada y en una de las pocas opciones que el rival termina quedándose con los tres puntos. 
"El fútbol no sabe de justicia, muchas veces sí, en este caso creo que no, así como otras veces fuimos superados. Algún equipo nos ganó bien, o como el segundo tiempo de Vélez que dije públicamente que Vélez fue merecedor de llevarse los tres puntos y no pudo o no supo.
"Hoy no era eso. Hoy ningún futbolista de Quilmes, ningún dirigente de Quilmes, ningún hincha de Quilmes merecía irse a su casa de esta manera y me da mucha bronca, me da mucho fastidio el hecho de no poder contribuir más para que las cosas sean de otra manera. Realmente la situación hoy es muy fea, independientemente de la situación de los puntos y las dificultades, que son cada vez mayores. Si hubiésemos perdido de otra manera, jugando mal, planteando mal el partido... No, los futbolistas hicieron un buen juego dentro de nuestras posibilidades. Creo que superamos expectativas seguramente del mundo del fútbol para con aquello que podíamos realizar en el campo de juego, pero insisto parece que es imposible que podamos ganar un partido o que hagamos un gol. 

LO QUE VIENE

Diaz se refirió a lo que sigue y cómo se sigue. "Como sigue cualquier trabajador, ustedes mismos dentro de su trabajo cuando una transmisión no les sale bien, o como cuando  no pueden consolidar todo aquello que hacen, con un resultado. Porque el laburo no deja de ser bueno. Seguramente cuando llegan a sus casas hacen un análisis de su profesión y ven en qué acertaron y en qué se equivocaron. 
"Otra vez a trabajar el miércoles, a planificar lo que viene, a planificar el futuro a corto plazo y empezar a planificar también el futuro a mediano y largo plazo. 
Una pregunta estuvo relacionada con el futuro, con las escasas posibilidades que hay en los números de permanencia. Entonces, se quiso saber si había hablado con los dirigentes por lo que viene.
"El partido terminó recién. Ya estamos proyectando el futuro, independientemente de lo que toque. Lógicamente que no esperábamos este golpe y soñábamos con ganar hoy, si bien en desventaja con los puntos pero con un empate y una victoria en los últimos partidos. Ese era nuestro deseo y lógicamente que esto nos hace las cosas mucho más cuesta arriba. Y si se tienen que acelerar los tiempos de la planificación se acelerarán de cara, si no podemos salvarnos, a pensar en rápidamente en lo que viene. Las cuentas matemáticas dan pero es cierto que es muy complicado. Tenemos que ganar todo lo que nos queda y que los rivales pierdan puntos. La realidad es que nos ha costado siempre ganar, incluso hoy en que hemos jugado bien y sobre todo, hemos generado muchas opciones de gol.
Pero, bueno, como lo dije en la semana hablando con ustedes, llegará el momento de hacer un balance general, un análisis de la situación general. No es este el lugar y seguramente llegará ese momento. 

"NUNCA ME PASO..."

Ante una pregunta de los por qué de la poca eficacia del equipo, respondió: "El tema de la poca eficacia es algo que no me pasó ni como futbolista ni como entrenador en todos los años que llevo en el mundo del fútbol. Parece a propósito, parece brujería. Es dificilísimo explicar. Está en la cabeza del futbolista, en el preciso momento del remate. No soy de hablar de la suerte. Soy de aquellos que creen que hay que trabajar mucho para que la suerte acompañe, pero en algún momento hay que ligar algo. Y nosotros, nunca, ni cuando hicimos las cosas mal ni cuando las hacemos bien ligamos absolutamente nada. 
El gol de Casemiro en la Champions, por ejemplo, fue un remate, pegó en la pierna de Kedira y el balón se metió en el único lugar posible. Bueno, eso a nosotros no nos pasa. No es una excusa, es parte del fútbol y a Quilmes este tipo de situaciones no se le dieron nunca a favor. A veces habremos hecho más cosas, otras, habremos hecho menos y es más complicado. Con todas las limitaciones, con todos los errores, con todos los problemas... También el equipo ha hecho muchas veces cosas buenas, ahora con nosotros, antes con Alfredo (Grelak) y por hache o por be se ha ido perdidoso. Cuando el equipo por ahí no falló tanto, algún yerro arbitral que fue para el rival, que son cosas que hemos hablado. Quieran o no también juegan esas situaciones y a nosotros tampoco nos jugaron a favor. La única que yo conté que nos jugó a favor fue la última pelota contra Talleres, que pareció penal y el árbitro no lo vio así, pero fue una sola. 
Y bueno, hay que estar muy preciso, hay que estar tranquilo de la cabeza, hay que ligar poco, hay que tener el aplomo, el carácter, la valentía bien entendida para seguir forzando. El equipo siguió forzando, ya en los últimos minutos no tomamos buenas decisiones, con centros que no eran productivos, pero son producto de esa desesperación que se va generando con el correr de los minutos y como les decía a ellos en la semana y antes del partido, mostrando las buenas imágenes de la práctica de la semana. Habíamos hecho en la práctica muchas cosas muy buenas, desde lo colectivo, y ninguna de ellas, o pocas de ellas, habían tenido la fortuna de terminar en gol. En este momento, parece que todo eso no existe porque lo único que satisface, lo único que se necesita es el gol. Por el contrario, un pase errado, un centro mal tirado, una presión no bien hecha, una pifia pareciera que es una piña al mentón que no deja levantarse. Y venimos peleando contra ese tipo de cosas y evidentemente, no podemos superarlo.
¿Cuál es la receta? El trabajo, buscarle la vuelta, cuando hay que abrazar, abrazar... Nada de eso alcanza con el resultado. Me pone muy triste por los jugadores, por los dirigentes, por la gente que acompaña al equipo hasta que se pudre y lo manifiesta. Lo entiendo. A la vez, la impotencia de no poder tener un partido como todos merecemos. El rival también lo merece, porque trabaja, por los futbolistas, por las familias. 
Esto es parte del fútbol, es parte de la vida. Desgraciadamente esto a veces es así y otras veces, es diferente. A veces te favorece y otras, no. 

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