Tras la derrota con Estudiantes en cancha de Arsenal, el técnico de Quilmes, Cristian Díaz, se mostró conforme con la producción del equipo, destacó el aporte de los juveniles y dio a entender que está dispuesto a seguir al frente del conjunto Cervecero en la primera B Nacional.
Sobre el futuro, resaltó que habrá que ver qué pasa con los futbolistas y sus contratos (ya se sabe que hay siete jugadores que fueron desafectados y que no seguirán en el club). En cuanto a otros, Federico Andrada, por ejemplo, debe volver a River (se dijo que el club Millonario podría ofrecerlo como parte de la negociación con Newell´s por Ignacio Scocco),
Se le preguntó qué le habían dicho los dirigentes en cuanto a la continuidad. "Eso lo hemos hablado con ustedes, los periodistas. Yo siempre dije lo mismo desde el primer día. Por eso, seguimos para adelante".
Recordó que tenía contrato hasta junio de 2018 con una cláusula de salida para diciembre de este año "y con la posibilidad concreta de rever un contrato que es bajo para primera, por la situación del club. No hay que olvidar la situación cuando llegamos y como se dio todo.
"La semana antes del partido con Arsenal, en charla con el periodismo en la previa, hablé que mi compromiso de trabajo en este club va más allá de lo económico. Es lo que pienso, lo que siento y lo que pienso hacer.
Se le pidió un balance de los partidos que dirigió. "En los resultados no se dio lo que esperábamos. No era lo que deseábamos. En otras cosas, con el recorrido de estos meses hubo cosas que se pudieron revertir, y otras no. Vamos a hablar con el presidente Marcelo Calello, con los dirigentes, y yo sé muchas cosas que se hablaron sobre el plantel, que sabíamos cómo eran, pero, insisto, son más para el ámbito privado.
Otro periodista habló de los números de la campaña, sin duda bastante malos (apenas un 12,5 por ciento).
"Hasta el día con Rafaela habíamos jugado 9 partidos y si miramos para atrás, había cuestiones que habían sido más negativas, como 21 goles recibidos, y nosotros recibimos 10 en 9 partidos, sin contar la Copa Argentina. No pudimos mejorar la eficacia ofensiva pero sí hemos mejorado el promedio de opciones de gol por partido. El rendimiento hasta el minuto 95 de cada partido mejoró notablemente. Eso no se puede mejorar de la noche a la mañana, es trabajo, pero evidentemente las urgencias hacen que a veces no se contextualice. Yo creo que se debe contextualizar.
Se le preguntó si creía que podía haber reproche de la dirigencia con el resultado final del descenso. "Era una posibilidad. Hemos trabajado cada día hasta el final, ustedes lo han visto. Han surgido inconvenientes casi en forma permanente y la verdad, tampoco no es un dato menor distintos fallos que terminaron perjudicándonos en muchos partidos como Defensa las dos veces, Rafaela mismo, Colón, Bánfield, son muchas cosas que por ahí se pierden y son cosas que ni los dirigentes, ni los periodistas partidarios, ni el entrenador ni el futbolista pueden manejar. Existen, pasan, y pueden poner en tela de juicio el trabajo.
¿Por qué descendió Quilmes entonces, Cristian? -se le inquirió.
"Porque tuvo un mal año y seguramente, tampoco tuvo buenas perfomances anteriores. No ha sido un año fácil. Ya comenzó con dificultades. No olvidemos el cambio de directiva..".
El técnico mostró el deseo de seguir, habló de su contrato, incluso en algún momento citó a su abogado, se entiende si por ahí los directivos deciden prescindir ahora de sus servicios. Las partes tendrán que reunirse, habrá que ver qué dicen los dirigentes y qué respuesta hay de la parte técnica.
No hay que olvidar que Quilmes está en convocatoria de acreedores y debe manejarse con pies de plomo para evitar males mayores, que puedan alterar el futuro institucional que a partir de ahora va a seguir por carriles difíciles, obligando a los que mandan a tener la mente fría y criteriosa para salir adelante en esta difícil coyuntura.
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