PICNIC... UN RIO CON HISTORIA EN DOÑA ROSA


El pasado fin de semana se presentó Picnic... un río con historia en Casa de Arte Doña Rosa, y volverá a ofrecerse el próximo en Colón 279, Quilmes.
Una obra de Gustavo Castignola y Adrián Mulet.
Actúan María Cristina Finoli, Felipe De Alba, Adrián Mulet, Sulpicio (Chengo) Ojeda, Eduardo Soto, Pedro Navarro, Rosita Rotman, Gonzalo Camiletti, Iván Akselman, Alejandra Vitullo, Camila Lombardo, Carolina Alasia, Carolina Negro, Daniel Modena, Franklin Tomaselli, Gabriel D´Amelia, Angela Marcone, César Peduzzi, Carlos Obers, Carlos Pellegrini, Hilda Boccan, Mary Sandoval, María Zeravica Mazzullo, Matías Larsen Sandoval, Milena Biffarella Michelini, Silvia Olano, Noela Bussolini, Tamara Herrera, Santiago Fleytas, Iván Madrid, Joaquín Prato, Juan Madrid.
Luz y sonido: José Oreguy.
Dirección de actores: Gonzalo Camiletti.
Asistencia de dirección y coreografías: Daniela Cimer.
Video: Marcelo Turrizzi.
Imagen de portada del programa: Ludovico Pérez, reproduciendo la Milonga en el Zorzal.
Idea original, música, canciones, dirección y producción general: Gustavo Castignola.
Realización escenográfica: Daniel Sosa.
Pedro Garro hizo esta glosa para definir la pieza, que ya es un clásico en el teatro quilmeño, con trece temporadas de vigencia.
"Yo te bendigo río indomable, dulce remanso de mi ciudad...
¿Y por qué nuestro río, no? Me pregunto qué le habrá faltado a estas costas para merecer tanta indiferencia, tanto olvido. Sabemos, que sin ser cristalinas, la aguas del Ganges como las del Danubio y aun las del Nilo han merecido todo tipo de veneración a través de lo siglos, además de ocupar lugares privilegiados en enciclopedias y documentales de televisión.
El río de la Plata, para nosotros los quilmeños, fue desde siempre el río de Quilmes, punto de partida de una gran ciudad que no para de crecer, hagamos entonces justicia y rescatemos su antigua gloria.
Picnic... pretende humildemente recrear aquellos momentos que por décadas hicieron tan feliz a nuestro pueblo. Recordar algunos de los instantes de nuestra historia que, si bien carece de héroes y epopeyas, significaron la sana y merecida alegría de los nadie, los cualquiera. Hoy aquellos borrosos recuerdos nos parecen a la distancia, un hermoso sainete. Nuestro propio y querido sainete.
!Que despierten los poetas, y le canten a mi río...!
Después de todo, a partir de estas oscuras aguas... despertó el reloj de nuestra historia".

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