En la fecha está cumpliendo 94 años el gran maestro del golf argentino y mundial, Roberto De Vicenzo.
Nació en Villa Ballester, cerca de la actual Estación Chilavert, al norte del conurbano bonaerense.
Su infancia transcurrió en las cercanías de Miguelete, donde se inició como caddie en un club de la zona y en 1933 jugó su primer torneo.
Más tarde llegó al Golf Club de Ranelagh, en Berazategui, localidad en la que residió desde entonces (conviene recordar que en esos tiempos Berazategui pertenecía al partido de Quilmes, ya que el distrito tomó la autonomía recién el 4 de noviembre de 1960).
Más tarde llegó al Golf Club de Ranelagh, en Berazategui, localidad en la que residió desde entonces (conviene recordar que en esos tiempos Berazategui pertenecía al partido de Quilmes, ya que el distrito tomó la autonomía recién el 4 de noviembre de 1960).
De Vicenzo es considerado uno de los deportistas más grandes de la Argentina, habiendo ganado infinidad de torneos en el país y en el mundo. Fue triunfador nada menos que en 230 certámenes alrededor del planeta (así lo señala el Salón de la Fama del Golf Mundial), incluidos cuatro torneos del PGA Tour y el abierto británico. En este último torneo venció a golfistas de la talla de Jack Nicklaus y Gary Player.
EJEMPLO DE CONDUCTA
Uno de los grandes recuerdos que genera De Vicenzo está relacionado con el torneo Masters de Augusta, Estados Unidos, en 1968. Allí mostró una actitud de honradez que hoy más que nunca marca una personalidad.
Cuando concluyó el torneo no revisó la tarjeta, que completó su compañero de línea, Tommy Aaaron. De Vicenzo firmó la tarjeta que contenía un golpe de más. En el golf, si una tarjeta presenta más golpes de los realizados se acepta la puntuación que declara el golfista. Por eso De Vicenzo que en el juego había sido primero terminó segundo. Bob Goalby fue el ganador.
Cuando De Vicenzo se enteró del error solo dijo: !Qué estúpido que soy!. Nunca se encargó de culpar a Aaron ni hizo algún reclamo. Eso le valió el reconocimiento como deportista honesto.
En su carrera que lo llevó a dar la vuelta al mundo varias veces, vale citar grandes actuaciones en el Senior PGA Tour, ganando tres veces el Liberty Mutual Legends of Golf, y el primer U.S. Senior Open en 1980.
También venció en el PGA Seniors Championship de 1974, y representó al país 17 veces en la Copa Canadá y en la Copa Mundial de Golf, llevando a la Argentina a la victoria en 1953.
ANECDOTAS
Muchísimas anécdotas acompañan a este deportista ejemplar. La más conocida, la del masters de Augusta. Pero también hay muchas más. Como aquella vez que un caddie le comentó que estaba angustiado porque su hijo tenía leucemia y debía ser operado. De Vicenzo le entregó una importante suma de dinero en dólares, pero más tarde se enteró que había sido estafado. Lo tomó con una sonrisa y solo dijo que se alegraba que aquello que le había contado ese caddie no era cierto.
Alguna vez comentó que su amigo, el español Ballesteros, le pidió un consejo para evitar un árbol en el lanzamiento de una pelota en un determinado campo de golf. El le dio la fórmula y años después se le encontró. Le preguntó si le había hecho caso y el hispano le contestó que lo había intentado pero que no había podido con el árbol. De Vicenzo le respondió que lo que pasaba era que con el tiempo el árbol... había crecido.
Uno de los amigos de Roberto, navegante él, contó que en un lugar alejado de Irlanda, en pueblito pequeño y paradisíaco, entró a una taberna y vio un afiche con la foto de De Vicenzo. El tabernero, al ver que miraba la foto, le preguntó si lo conocía. "No solo lo conozco, nos juntamos en el Golf Club de Ranelagh" le relató al tabernero emocionado por la situación.
No hace mucho el ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, tuvo una gruesa gaffe en un acto en Berazategui. Suponiendo que había muerto, habló de De Vicenzo como que estaba mirando el acto desde el cielo. "Imagino a este adulto mayor de Berazategui, que tiene su nombre este predio, don De Vicenzo hoy debe estar mirando desde el cielo y diciendo "la pucha quedó chico". Así que los Mussi (por la familia de la intendencia) que hagan uno más grande" había dicho Boudou.
De Vicenzo volvió a apelar a su gran sentido del humor y le contestó: "Aquí andamos, bien tranquilos. El cielo está claro y tranquilo. Pero nunca te podés confiar porque en cualquier momento se larga un chaparrón" le dijo a Radio Del Plata.
EN LA POLITICA
Ranelagh es la ciudad de De Vicenzo, a tal punto que el Centro Cultural del distrito de Berazategui lleva su nombre. De Vicenzo vive muy cerca del Golf Club de Ranelagh, en el lugar desde sentó bases para armar una carrera increíble de trascendencia mundial.
Roberto dice que conoció a su esposa, Delia Castex, en ese club, porque ella vivía ahí nomás. "Desde los ventanales del Golf Club la veía...".
De Vicenzo y la política. Un maestro de esta personalidad y trayectoria podría ser un gran político. El ríe cuando se lo comentan y reconoce que muchas veces le ofrecieron cargos, pero siempre dijo no. Su vida es el golf, y el club. Al que le pregunta lo lleva al lugar, le hace mirar por los ventanales los green y le dice que allí tiene su paz y su seguridad, como para estar pensando en los avatares de la política.
MUSEO DEL GOLF
Por iniciativa del municipio de Berazategui, se inauguró en 2006 el Museo del Golf, que es una antigua casona de 1923, que perteneció a la familia de Lucio V. Mansilla (el autor de "Una excusión a los indios ranqueles"). Se exhiben trofeos y recuerdos de un deportista que trascendió más allá de su condición.
Ha sido multipremiado, como el Olimpia de oro en 1967 y 1970; en 1980 la fundación Konex le otorgó el Konex de Platino como el mejor golfista argentino de la historia.
En 1999 integró el grupo de los cinco más grandes deportistas de la historia argentina, junto al quíntuple campeón mundial de automovilismo, Juan Manuel Fangio, el tenista Guillermo Vilas, el boxeador Carlos Monzón y el futbolista Diego Armando Maradona..
PD: La primera nota que le hicimos al maestro fue cuando cumplió 60 años, y en ese momento le preguntamos junto al fotógrafo del diario El Sol, Rubén Botindari, cómo se sentía. Con humor, ligando todo al golf, respondió: "Mucho más cerca del hoyo...".
Don Roberto De Vicenzo, 94 años, todo un ejemplo. Vaya este sentido deseo de un Feliz Cumpleaños (el maestro se viene recuperando de un accidente doméstico en que sufrió la fractura de la cadera).
ELM.
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