QUILMES Y UN OBJETIVO "CENTRAL"

Quilmes cayó ayer 3 a 1 en el bosque platense ante Gimnasia. El Tripero se puso 2 a 0 en el primer tiempo -el primer gol fue de penal, por una falta que fue fuera del área- y el segundo fue un zapatazo de Rinaudo, la figura del ganador.
En el complemento, después de que el local hizo revolcar a Rigamonti, el Cervecero intentó y logró el descuento, vía Da Campo. Duró poco la ilusión porque enseguida Mauro Matos, que había ingresado, dio cifras definitivas.
A la hora del balance, Gimnasia le mostró a Quilmes la diferencia de jerarquía. Y esa jerarquía no solo estuvo en los once que ingresaron desde el principio, sino también en el banco, donde estaban Lucas Lobos, Mauricio Romero, Sebastián Chirola Romero, Mauro Matos...
Quilmes sabe que en estas quince fechas que restan del torneo tiene un objeetivo "central", que pasa por mantener la categoría.
Por ahora sigue con seis equipos abajo en el promedio -descienden cuatro- pero no tiene que descuidarse porque estar cerca del abismo puede hacer caer al abismo llamado descenso.
El próximo viernes a las 21 en el Centenario Quilmes recibe a otro rival de fuste, Rosario Central, que ayer perdió con Godoy Cruz en Rosario. Malogró un penal vía Marcos Ruben en el primer tiempo y sufrió la caída en el complemento.
Viene el Canalla de una derrota y saldrá a buscar los tres puntos con sus referentes fundamentales, como el citado Ruben y el inefable Teo Gutiérrez.
Quilmes sabe que los próximos encuentros serán terriblemente duros, ya que después de Central deberá visitar a San Lorenzo, recibirá a Racing y luego viajará al Monumental para medirse con el River de Marcelo Gallardo.
Será difícil sumar, pero habrá que apostar a los puntos que sean el oxígeno para permanecer.
El decano del fútbol argentino da ventajas por doquier, no hay un peso partido por la mitad, está en convocatoria de acreedores y a medida que se conocen los que reclaman acreencias se va destapando la olla a presión que dejó la anterior comisión directiva (léase, por ejemplo 102 futbolistas que reclaman deudas, el insólito manager Pepito Andreuchi que sostiene que le deben 37 millones de pesos, aunque esa exigencia fue impugnada por la actual directiva por falta de comprobantes...).
Se podría seguir enumerando las piedras que encontró la actual directiva que ganó las elecciones del pasado 31 de julio. La realidad, que es la única verdad, dice que se trata de un equipo gasolero por donde se lo mire, que tendrá que ganar el pan con el sudor de la frente de los futbolistas. No será, tampoco imposible, sin embargo habrá que remar más de la cuenta.

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