Ocurrió el 17 de marzo de 2003. En el estadio Centenario jugaban Quilmes y San Martín de San Juan, por el torneo de la primera B Nacional.
Un Cervecero, dirigido por Gustavo Julio Alfaro, que como siempre soñaba con el ascenso pero que en esa fecha sufrió un golpe terrible, ya que los sanjuaninos ganaban por un lapidario 3 a 0, con goles de Pacheco, Soler y de Gerlo, en contra.
Después de esa derrota, la continuidad del técnico Alfaro estuvo en la picota. Muchos eran los que querían echarlo, porque Quilmes estaba en la mitad de la tabla y el sueño del ascenso se veía como una pesadilla.
Fueron muy pocos los que defendieron a Alfaro y sus ideas, un hombre que estaba convencido en la posibilidad del ascenso.
Entre los que defendieron la continuidad de Alfaro estaba el directivo Julio García, hoy vicepresidente del club. También lo hizo este periodista en un comentario especial que apareció publicado en el diario EL SOL, porque habíamos hablado mucho con Gustavo y nos convencía con su pensamiento.
Finalmente, Alfaro se quedó, y el tiempo le dio la razón, ya que se logró el ansiado ascenso.
Esto vale comentarlo porque en nota que aparece hoy en el diario EL SOL, firmada por el colega Sergio Fiorentino, se habla de las dudas por las continuidad del técnico Alfredo Grelak, mencionándose que hay muchos que lo quieren echar, sin medir las consecuencias ni tampoco conocer la realidad actual de un club en convocatoria, que no está en condiciones de traer a algún técnico que cobre lo mismo que Grelak.
En ese sentido, Julio García le dijo a Fiorentino que recordara aquel partido con San Martín de San Juan, del cual se cumplieron 14 años.
Es cierto que las dos derrotas golpean al Cervecero, también que se viene una seguidilla de partidos ante tres grandes -San Lorenzo, si el Santo acepta jugar en fecha FIFA, Rácing y River- y no sería extraño imaginar que las cosas pueden llegar a estar peores, incluso con el peor escenario, es decir, de cero puntos sobre esos nueve posibles.
Valga este apartado: después de perder con Gimnasia -antes había caído ante Temperley- el técnico de Tigre, Pedro Troglio, decidió renunciar, porque quería que otro colega se hiciese cargo de lo que viene, incluso similar a lo que afronta Quilmes, porque el de Victoria debe visitar a Central primero, y luego los rivales serán San Lorenzo, Rácing y River.
La realidad es la única verdad. García hizo recordar aquello que pasó hace 14 años y lo que vino después. No es el mismo tiempo, las condiciones no son similares. Hoy el club está en convocatoria y la actual directiva y cuerpo técnico, más jugadores, vienen de una pesada herencia, una directiva que gobernó hasta mediados del año pasado y que dejó al decano del fútbol argentino en estado comatoso.
Para salir de terapia intensiva, hay que actuar con sentido común, por lo menos alguna vez en una institución que está por cumplir 130 años...
Un Cervecero, dirigido por Gustavo Julio Alfaro, que como siempre soñaba con el ascenso pero que en esa fecha sufrió un golpe terrible, ya que los sanjuaninos ganaban por un lapidario 3 a 0, con goles de Pacheco, Soler y de Gerlo, en contra.
Después de esa derrota, la continuidad del técnico Alfaro estuvo en la picota. Muchos eran los que querían echarlo, porque Quilmes estaba en la mitad de la tabla y el sueño del ascenso se veía como una pesadilla.
Fueron muy pocos los que defendieron a Alfaro y sus ideas, un hombre que estaba convencido en la posibilidad del ascenso.
Entre los que defendieron la continuidad de Alfaro estaba el directivo Julio García, hoy vicepresidente del club. También lo hizo este periodista en un comentario especial que apareció publicado en el diario EL SOL, porque habíamos hablado mucho con Gustavo y nos convencía con su pensamiento.
Finalmente, Alfaro se quedó, y el tiempo le dio la razón, ya que se logró el ansiado ascenso.
Esto vale comentarlo porque en nota que aparece hoy en el diario EL SOL, firmada por el colega Sergio Fiorentino, se habla de las dudas por las continuidad del técnico Alfredo Grelak, mencionándose que hay muchos que lo quieren echar, sin medir las consecuencias ni tampoco conocer la realidad actual de un club en convocatoria, que no está en condiciones de traer a algún técnico que cobre lo mismo que Grelak.
En ese sentido, Julio García le dijo a Fiorentino que recordara aquel partido con San Martín de San Juan, del cual se cumplieron 14 años.
Es cierto que las dos derrotas golpean al Cervecero, también que se viene una seguidilla de partidos ante tres grandes -San Lorenzo, si el Santo acepta jugar en fecha FIFA, Rácing y River- y no sería extraño imaginar que las cosas pueden llegar a estar peores, incluso con el peor escenario, es decir, de cero puntos sobre esos nueve posibles.
Valga este apartado: después de perder con Gimnasia -antes había caído ante Temperley- el técnico de Tigre, Pedro Troglio, decidió renunciar, porque quería que otro colega se hiciese cargo de lo que viene, incluso similar a lo que afronta Quilmes, porque el de Victoria debe visitar a Central primero, y luego los rivales serán San Lorenzo, Rácing y River.
La realidad es la única verdad. García hizo recordar aquello que pasó hace 14 años y lo que vino después. No es el mismo tiempo, las condiciones no son similares. Hoy el club está en convocatoria y la actual directiva y cuerpo técnico, más jugadores, vienen de una pesada herencia, una directiva que gobernó hasta mediados del año pasado y que dejó al decano del fútbol argentino en estado comatoso.
Para salir de terapia intensiva, hay que actuar con sentido común, por lo menos alguna vez en una institución que está por cumplir 130 años...
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