NICOLE Y LUIS EN UN BONN MOMENTO

Desde Bonn llegan la crónica de la actuación de la compañía de Nicole Nau y Luis Pereyra, con el espectáculo VIDA! Argenteino. Esta vez en la ciudad alemana de Bonn, en el Pantheon.
He aquí la crónica que ratifica lo que han dicho los que se encargaron de difundir lo que viene haciendo por Alemania y países europeos, con cierre glorioso en los primeros días de abril en el Folies Bergere, de París, Francia.
BONN. Una mujer en un vestido floreado camina desde la izquierda a la derecha, cruzando el escenario. En sus manos lleva una reama larga con pétalos rojos-fervorosa, como los sonidos que la acompañan. Ella levanta las ramas, las mira. Entrega las ramas a la tierra y se arrodilla, lo acaricia suavemente con las manos. Perdida en sus pensamientos. Así tampoco toma nota del hombre, quien se está acercando, vestido totalmente de negro, viniendo como ella desde la izquierda, quien se planta erguido al lado de ella, las manos en el cinturón, las piernas en posición abierta, el en la postura total.
La mujer se levanta, gira y lo mira directamente. Los primeros pasos son vis a vis, carea a cara, sin tocarse. Antes de que él levanta el brazo izquierdo, y le ofrece su mano. Ella deposita la suya en esa, empiezan a bailar, una milonga sureña de la familia del Tango Argentino, una melodía con instrumentos de cuerda, violines melancólicos.
Eso es la primera actuación juntos de Nicole Nau y Luis Pereyra, con la compañía El sonido de mi tierra y la música en vivo del Martinas Rumbiano Cuarteto. Dos horas y media se baila, se tocan los bombos y otros instrumentos de tambor, se zapatea, se canta y se pegan las boleadoras en el piso, bolas que originalmente han sido usadas para la caza y como armas por los gauchos y los aborígenes, pero desde el año 1940 han sido usadas como instrumentos de percusión (Santiago Ayala, El Chúcaro).
VIDA! Argentino es más que tango. Así como el tango en sus pagos de origen y su ciudad natal es uno de los 200 bailes y ritmos populares. Uno que a principios del siglo XX avanzó para ser de exportación inmaterial en absolutamente todo el mundo.
"El que se puede bailar de verdad recién cuando se conoce a fondo al país, sus tradiciones, cuando se empieza a entender el folklore total" dice Nicole Nau, y a ella se lo podemos creer, palabra por palabra. Porque la que nació en Dusseldorf, electrificada y fascinada de la actuación del espectáculo legendario.
Tango Argentino en el Deutsche Theater.
"Imagínese si alguien le pediría poner 100 años de Pop en un solo espectáculo, crear una obra de esos cien años. Qué desafío! Así es con el tango, es  mucho más que un baile, es toda una cultura. Y además nosotros vamos más allá, más allá de solo tango".
La tantas veces nombrada pasión no está en la mirada sino en lo que logran las piernas de hombre y mujer en el espacio entre esas piernas. "Nosotros, ambos, interpretamos con los pies, lo que los músicos hacen con las manos":
¿Qué define para Nicole un buen bailarín de tango? "Debes saber llevar de verdad, debe tener un buen oído. Debe conocer su rol y cumplirlo. Ella también debe concoer su rol, saber interpretar y no morirse en seguir. Eso implica fuerza de carácter. Jamás debe poner su coquetería delante de su baile".
Para Nicole Nau -en su vestido rojo, con alas de ángel como marca registrada de la compañía- es muy esencial, de bailar el tango como fue conceb ido en sus orígenes.
"Algo verdaderamente nuevo" dice ella. "Solamente lo podés crear desde las raíces. Una flor cortadaq muere muy rápidamente. El mainstream (la mode, los movimientos generales de las masas) lo pone acuoso, el comercio al tango lo tiene agarrado. Demasiados saltan al tren, para viajar unas estaciones, pero no le devuelven nada. Eso lo exprime y lo matra".
Congelado en consens, en estandarizaciones, competencias mundiales y sistemas de puntaje donde lo original y autóctono se pierde y se olvida. "No estoy en nada de acuerdo con agruparlo en tango de salón y tango de escenario. El baile es lo que es. Necesita espacios para que a todo un pueblo le quepa. Es del pueblo!".
Aquí, ¿qué se puede aprender de él? Nicole Nau ríe de todo corazón y gira la cuchara en su café Latte.
"El tango a los alemanes les hace muy bien, porque pone en movimiento mucho. No solamente los cuerpos. Pero no quiere que se analice. Es un buen ensayo dejar de controlar, y dejar que las cosas pasen. Salir del gris que surge de tener todo bajo control.
"Que el tango es el leit motiv del espectáculo, es así. Pero lejos no es el único elemento de la noche. Eso no es una contradicción. Al contrario. "El aplauso del público es para nuestra cultura, esa cultura argentina que representamos" lleva Nicole Nau al final de la entrevista con este punto conciso, al decir que "nos vemos como embajadores de esa vida argentina. Dejamos todo en escena. Todo lo que sosmos!".
(NOTA EN EL GENERALANZEIGER, DE BONN)

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