Anoche Mirtha Legrand realizó sus habituales cenas de los sábados desde la residencia de Olivos, junto al presidente de la Nación, Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada. En algún momento de la tenida, apareció la pequeña Antonia.
Como era de esperar la legendaria conductora, quien ya no oculta que ingresó en una nueva década -acaba de cumplir 90 jóvenes años, sin duda un auténtico record mundial de conductora televisiva a esa edad- estuvo punzante y le preguntó al presidente todas las inquietudes de los ciudadanos, revistando por todos los temas que hacen a la actualidad, como el conflicto con los gremios docentes en la provincia de Buenos Aires -Macri reconoció que ese tema no lo deja dormir- pasando por los piquetes, la pasada semana en que la ciudad capital fue un caos de protestas, la inflación, la economía, la desocupación, la comunicación del gobierno, etcétera.
Fue una charla amena pero no exenta de rispidez, porque Mirtha no se calló nada, y logró que un primer mandatario se vea obligado a responder todo lo que el ciudadano pretende saber del que conduce un país.
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