EL RECUERDO DE MIGUEL SANCHEZ

Miguel Benancio Sánchez fue un atleta aficionado, poeta y joven comprometido contra la dictadura militar que asoló la Argentina desde aquel fatídico 24 de marzo de 1976.
El atleta fue secuestrado el 8 de enero de 1978 en su domicilio de Berazategui y nunca más se supo de él.
Miguel era tucumano, de chico se vino a Buenos Aires y compartió su pasión por el deporte con la militancia y la poesía.
Precisamente el 31 de diciembre de 1977, el día de su última carrera, publicó el poema Para vos, atleta, que se transformó en emblema de estos deportistas.
Dice así: "Para vos atleta/ para vos, que sabés del frío, de calor/ de triunfos y derrotas/. Para vos, que tenés el cuerpo sano/ el alma ancha y el corazón grande./ Para vos, que tenés muchos amigos,/ muchos anhelos/ la alegría adulta y la sonrisa de los niños/ Para vos, que no sabés de hielos ni de soles/ de lluvia ni rencores/. Para vos, atleta/ que recorriste pueblos y ciudades/ uniendo estados con tu andar./ Para vos, atleta/ que recorriste pueblos y ciudades/ uniendo estados con tu andar./ Para vos atleta/ que despreciás la guerra y ansiás la paz".
Elvira Sánchez, hermana de Miguel, junto al artista José Lo Russo, se encontraron en el Paseo del Deporte, calles 148 y 15, de Berazategui, donde está el monumento homenaje a Miguel, hecho por la Municipalidad a cargo de Patricio Mussi.
Allí precisamente está escrita esa poesía de Miguel.
Después de cinco años y por los daños que causó el tiempo, la Secretaría de Cultura realizó la restauración.
La historia de Miguel Sánchez se conoció muchos años después de su desaparición.
En ese sentido fue fundamental la investigación del periodista italiano Valerio Piccioni, de La Gazzetta dello Sport, quien terminó escribiendo el libro La carrera de Miguel. Incluso alentó la disputa de una prueba en su memoria.
La primera prueba, La carrera de Miguel, se disputó en Roma el 9 de enero de 2000, o sea a 22 años de su desaparición.
La iniciativa se extendió a la Argentina y al año siguiente se disputó en Buenos Aires y en otros puntos del país, entre ellos Quilmes.
Miguel provenía de una familia humilde de Tucumán y llegó a Buenos Aires para buscar trabajo y hacer deporte. Quiso ser futbolista, pero finalmente se dedicó al atletismo. Militaba en el justicialismo y amaba la poesía hasta que desapareció aquel 8 de enero de 1978.

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