PASARON 55 AÑOS DEL ULTIMO TRANVIA

Un día como de 1962 pasaba el último tranvía por Quilmes, tal como lo recuerda en su página El Quilmero el prestigioso docente, historiador y docente Héctor Chalo Agnelli.
Dice Chalo que desde 1870 se anunciaba el arribo del ferrocarril a Quilmes y el vecino de Bernal, Melville Sewell Bagley -fue el creador de la hesperidina-, en sociedad con George Bate, Frank Livingston y Francisco Younger, terrateniente próspero del lugar, con el apoyo de su amigo don Andrés Baranda, pidió a la Municipalidad la reválida de la concesión, otorgada por el gobierno provincial para empezar las obras del servicio público del tranvía.
La línea se inauguró el 1 de enero de 1873. Eran los tranvías a caballo de la estación a la ribera, acercando el río al pueblo y a los porteños a estas costas.
No olvidemos que Quilmes fue la primera rambla argentina, mucho antes que Mar del Plata, aunque eso fue unos años más tarde.
Dice Chalo que ese primer tranvía a caballo unía la estación ferroviaria con la ribera, cruzaba el pueblo de oeste a este.
La pomposamente considerada estación central de este medio estaba en Cevallos y Otamendi, y ostentaba el nombre de River Plate.
La inauguración del tranvía eléctrico a la ribera fue el sábado 28 de noviembre de 1914. Fue a las 3 de la tarde, cuando un convoy de cuatro coches salía de la estación ferroviaria con los invitado, con las autoridades municipales presididas por el intendente.
Una vez llegados al punto extremo de la línea, en cuyo paraje avanzaba rápidamente la construcción del balneario, que, como la empresa del tranvía, pertenecía a los señores Fiorito hermanos y se procedió a la inauguración de las obras. El señor Carlos Fiorito, dice la crónica del diario La Nación, pronunció un discurso oportuno, haciendo entrega al intendente municipal y demás autoridades del nuevo servicio librado al público.
El intendente Castro agradeció con breves palabras el empeño tomado por los concesionarios de tan importante obra de progreso.
Continúa la crónica: terminada la ceremonia, los concurrentes pasaron a los salones del hotel establecido en la ribera, donde fueron obsequiados con un lunch.
Y culmina el artículo de La Nación: Esta localidad (Quilmes) que ya tenía dos vías de comunicación directa a la Capital Federal, cuenta, pues, desde hoy con un medio de locomoción local que prestará al pueblo señalados servicios.
Chalo Agnelli habla del año 62, cuando circuló el último tranvía en Quilmes, recordando que junto con el tranvía se inició el fin de una época. "Se acababa el pueblo". Moría inesperadamente dando un discurso el correligionario de Avellaneda, don Crisólogo Larralde, quien vivía en Quilmes.
Curiosamente ese mismo día en que el último tranvía 22 dejaba Quilmes, John Glenn se transformó en el primer norteamericano que orbitó alrededor de la tierra en su cápsula Mercury.
También los soviéticos ganaban espacio con los vuelos de Nicolayev y Popovich, la OEA expulsaba a Cuba de su seno, Estados Unidos y la URSS estaban a punto de agarrarse a los cohetazos. El Papa Juan XXIII
 inauguraba el Concilio Vaticano II.
En las elecciones del 18 de marzo ganaba por amplia mayoría el peronismo, que no podía presentarse a elecciones por proscripción desde 1955. El descontento de ciertos sectores cívicos y militares preparaban la caída del presidente Arturo Frondizi, que fue enviado a la isla Martín García. Juraba José María Guido como primer mandatario. Las elecciones eran anuladas y el peronismo volvía a ser proscripto.
Chalo recuerda asimismo la presentación del Ford Falcon el 10 de febrero en Argentina (un famosísimo programa televisivo en Canal 13 juntó a un extraordinario elenco como la Familia Falcón, con Pedrito Quartucci, Elina Colomer, Alberto Fernández de Rosa, Stella Maris Closas, Emilio Comte, Roberto Escalada...), meses después aparecieron The Beatles en Liverpool y cambiaron el mundo de la música, con la revolución de los flequillos.
Dice Chalo que muchas cosas cambiaban no solo en nuestro patria, sino en el mundo... porque lo nuestro es cambiar.

TIEMPO DE NOSTALGIA

Durante la gestión del intendente Francisco Gutiérrez se quiso reflotar al tranvía, apelando a la nostalgia. Con la colaboración de la Asociación Amigos del Tranvía, que funciona en Caballito, a través de su titular, Aquilino González Podestá, se logró traer el tranvía para que circule otra vez en Quilmes por la calle Brandsen.
Fue el fin de semana del 6 y 7 de setiembre de 2008. Se habló de transformarlo en un hecho turístico, pero todo quedó en promesas.

VENTANITAS DEL TRANVIA

Uno de los más prestigiosos músicos quilmeños, Oscar Tacho Soto, escribió la letra de un hermoso tema, dedicado al tranvía. Ventanitas del tranvía, con el estribillo que acompaña: traqueteando por la vía, y en el recorrido de la canción aparecen personajes históricos de la ciudad.
Vale recordar esos versos y volver a emocionarse hoy a 55 años de aquel último viaje del tranvía 22 por Quilmes. "Un Quilmes del pasado/ con aroma a madreselvas/ y cortinas con bordados/ con notas de guitarra/ de don Alberto Martín/ y un tangazo a toda orquesta/ dirigiendo Francisquín.
El estribillo dice así: "Ventanitas del tranvía/ traqueteando por la vía/ igualitas, seguiditas/ traen recuerdos ventanitas.
"Los puntos del cubilete/ esperando por la sexta/ y la barra agradecida/ allá en la fonda de Festa/ y de pasada veo/ por el Café El Nacional/ que Tolo Wilde y Bottasso/ esperan tras el cristal.
"Noches de serenatas/ acarician el barrio/ en las voces de Teófilo/ Ibañez y Sandalio/ por viejitas una Quilmes/ en la esquina de Durante/ saludando con sombrero/ a don Isidoro Iriarte.
"Vázquez, Sívori y Ortega/ cantando por el aire/ tiempos del tano Campolo/ que no perdonaba a nadie/ la sin igual gambeta/ de Zito la Bordadora/ y Pancho que te daba/ las cuarenta a toda hora.
"Viejo cine La Paz/ el Empire, el Avenida/, cuántas tardes de domingo/ con gofio compartida/ se bailaba en el Salón/ del viejo Patio Mita/ en los tiempos del tranvía/ y de Villa Margarita.
"Cuando la rambla era/ primer playa argentina/ Pancho Soto caracoleaba/ su zaino por calle Alsina/ ya Bottasso en el arco/ era metálica cortina/ y los pibes disfrutaban/ la cucaracha del tranvía.
"Ventanitas del tranvía/ traqueteando por la vía/ igualitas, seguiditas/ traen recuerdos ventanitas.
"Hubo un Quilmes con tranvía/ de ventanitas iguales/ que de la estación partía/ y hasta la rambla llegaba/ luego por Brandsen volvía/ y el paseo... el paseo terminó".

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