LUXEMBURGO: NICOLE NAU CUENTA SU HISTORIA

Nicole Nau y Luis Pereyra siguen su gira europea a puro éxito. Basilea en Suiza, Viena en Austria, sus próximos destinos.
La revista Hunderttausensed publica una nota a Nicole, pensando en la actuación del 17 de febrero en Luxemburgo. El título, Vivir el tango virgen.
"Cuando Nicole Nau en los 80 viajó a la Argentina quería encontrar un tango virgen, lejos del comercio y de la moda cual vive de una cultura de un país que solamente tiene buenos lados.
El 17 de febrero llegará con Vida Argentino a Luxemburgo y justamente va a tener esa cultura en su equipaje.
En la entrevista nos habla de cómo se siente ser imagen de un sello postal y de su camino.

REVISTA: Señora Nau. La primera pregunta seguramente se le hace muchas veces, pero es una historia llamativa. ¿Cómo se siente cuando uno va al correo argentino y puede comprar su propio sello postal?

NICOLE. Por un lado es una sensación casi absurda, porque es un logro del cual no he ni siquiera soñado, es muy especial. El sello se hizo por el aniversario 100 del tango argentino. El correo había buscado una imagen típica, y eso justamente era "la alemana".

REVISTA. ¿Cómo ha tomado Argentina que una alemana esté en un sello?

NICOLE: En algunos circuitos obviamente se habló del tema. No me fue fácil en Argentina. Es un país en crisis. Cuando uno como yo viene de un país donde los autos más modernos cruzan las autopistas, me ha pasado que colegas me han gritado que vuelva a mi tierra y no les quite el trabajo.
Obviamente sentía alegría por el sello y fui corriendo al correo para buscarla pero hasta hoy no la tengo colgada en mi pared, tampoco la muestro de por sí. La llevo en mi billetera pero creo que era un golpe fuerte para los argentinos. Para mí, ha sido un apoyo de saber que estoy caminando en un camino justo.

REVISTA: En 1988 fue a la Argentina. ¿Bajo qué circunstancias se produjo ese hecho?

NICOLE: Nací en Dusseldorf, donde me crié y donde he trabajado como diseñadora gráfica. Estaba en pleno estudio y trabajo. El baile en mi vida desde muy temprano ha jugado un rol. Mi madre era alcohólica y en los tiempos en los que en la familia había paz. Imagínese que un hogar así es muy caótico. Entonces, agarré los discos de mi padre y bailé para quitarme la tristeza. Ha sido la primera vez que la danza me tocó. Después quería ser artista plástica, pero no tenía el coraje porque nadie hubiese comprado mis pinturas y cuando hubieran sido buenas, no me quería separar de ellas.
El compromiso para mí ha sido el estudio de diseño gráfico. Eso ha sido muy creativo pero no es arte ni libre. Mi ser artístico quedó en el camino y era muy infeliz. Tomé clases de danza para poder sacar lo que quedó atascado en mí y lo que quería salir.
Una noche caminé por la calle Konig, donde he trabajado hacia la ciudad vieja donde viví y ahí en mi taco se enredó un volante, que llevaba la palabra tango. Ese ha sido mi primer contacto con el tema. La música me atrapó directamente, pero cuando miré al estudio de danza sentí desilusión. La sensación y la música para mí han sido mucho más grandes de lo que allí se ha bailado. Y ahí llegó Tango Argentino a Alemania.
Para ser más concreta, en Munich. Ese espectáculo legendario, el que fue responsable del hecho de que hoy mundialmente se sepa lo que es el tango.
Me compré un pasaje en tren y me sentí en la fila 3. Ahí arrancó y sentí mucha ansiedad.

REVISTA: ¿Fue el punto clave, el disparador de su viaje a Argentina?

NICOLE: Exactamente. Eso lo vi arriba del escenario. Había sido el encendido y me dije a mi misma que necesitaba ir a Argentina para verlo en su lugar de origen, porque en Alemania eso no se podía aprender, hay que ir.

REVISTA: Hubo momentos especiales en su llegada a Argentina.¿Quiso volver a su vida anterior?

NICOLE: Cuando vi la ciudad, mi primer instinto fue "me quiero ir". Mucho cemento, mucha mugre, mucho polvo, pero soy una persona que no se rinde nunca y jamás en la vida. Hay algo en nosotros, los seres humanos, que se llama intuición y anhelo, algo que nos guía toda la vida. Sé que tengo que buscarlo, a pesar de que no lo encuentre tan fácilmente. En  mi interior era totalmente real. Es un impulso inicial que también tengo cuando hago el arte. Veo cosas pero no las sé hacer en el momento. No me rindo porque sé que si aflojo me muero en vida. Entonces, busco con más intensidad, incansable. Por eso encontré lo que busqué y de la misma forma como he buscado aquella vez, hoy sigo buscando en las culturas originales para llevarlas a escena. Si no hubiese tenido ese coraje de empezar de cero, hoy no estaría donde estoy parada.

REVISTA: ¿Qué importancia tiene ese tango no comercial para usted hoy?

NICOLE: Encontré un tango que hoy en día no existe más. El mismo boom de ese espectáculo legendario, Tango Argentino, lanzó un turismo mundial hacia Argentina. Todos quieren tango y así de cada rincón apareció gente que aparentemente toda su vida tenía que ver con el tango más sus primos y sus primas (ironía), todo bailarín profesional se hizo bailarín de tango.
Los zapateros pidieron que les muestren zapatos de Europa para saber cómo hacer un zapato de danza y esa cosa que antes era como un imán pegado y rechazado, empezó a disolverse. Cuando uno toma cultura profundamente en las raíces, esa profundidad no tiene que ver más con erotismo, fuego y pasión. Es mucho más, es una relación real de hombre y mujer. El hombre debe llevar algo que hoy en día ningún hombre sabe hacer, y la mujer no le sigue descansando en su rol, sino activamente interpreta esa marca. Esos son fundamentos que hay que entender.
Tango Argentino tiene una música de mucho potencial. Por un lado, melancólico pero también, negro y de rebelión, aspectos que hoy en día no son conscientes. También, porque el tango hoy en día tomó lugar en Europa y está influenciado por los colores locales. Quiere decir que Tango Argentino en Berlín desde hace mucho se hizo tango berlinés y el tango en Buenos Aires está en un riel comercial tremendo. Todo se compra, pero lo que no se logra más es la profundidad.
Luis (Pereyra, marido y bailarín) y yo hemos recibido premios de estados como embajadores de la cultura. Somos realmente los últimos mohicanos que saben bailar eso.
Se suma que Luis ha sido iniciado en folklore, sabe toda la amplitud cultural del país.

REVISTA: Volvamos a llevar la discusión hacia el país. Usted dijo que Argentina es un país en crisis. Entonces, ¿qué importancia tiene el tango y toda la cultura de la que usted habla para el país hoy?

NICOLE: Hay que ampliar la pregunta a todas la facetas de la música popular de Argentina. De las 24 provincias, Buenos Aires es una y ahí habita el Tango Argentino. Las otras provincias tienen sus músicas y sus danzas. Por ejemplo, la zamba y el malambo y la chacarera. Es que el argentino baila, es un pueblo de baile y música. Eso mismo llevamos al escenario, una especie de patio y ese patio surge en muchos lugares. En la ciudad, en un edificio, en la plaza de una ciudad, en la tierra seca frente a un rancho. El argentino todo elt iempo está afuera y frente a esos ranchos la gente se encuentra. Algunos tienen instrumentos, otros cantan, otros bailan. Su voz, sus manos, sus pies, Argentina tiene otra vida cultural. Es una cultura de un pueblo simple, humilde y de gran corazón. También refleja absolutamente el mundo de hombre y mujer. Son como polos que no meten la nariz en la vida del otro. Son muy estrictos en eso. En una mesa, están los hombres, las mujeres y los niños, en ese orden y en la cultura puedo y debo ser, como mujer, con toda mi fuerza femenina la cual, yo, en la emancipación alemana debería haberla entregado para lograr los mismos derechos del hombre. En esa cultura argentina, ese ser más valioso que tengo como mujer, no lo debo entregar.

REVISTA: El programa se llama Vida Argentino. ¿Qué quiere decir Vida?

NICOLE: El título lo entregó el público. Estamos en la gira más grande que hemos puesto en escena. Gracias a Dios tenemos música en vivo. El público dio el título. Qué vitalidad, cuántas emociones. Estoy llena de alegría, me sacaron lágrimas. Siempre es auténtico e intenso. Esas palabras me llueven después de la función. Siempre estoy en el foyer para poder dar autógrafos y ahí la gente me baña con sus exclamaciones. La palabra Argentino viene de parte nuestra porque se trata de Vida Argentina. Simplemente, tengo que mirar a mi marido. Es un artista de excepción, una persona que vive en extremos absolutos. Los halagos para Luis no solamente vienen de mujeres sino también de muchos hombres. Hombres que dicen: mi mujer me obligó a ver la función.
En las primeras piezas mis ojos están pegados en las mujeres y ahí mi mirada va hacia Luis porque es impresionante lo que hace. Su cultura es tan masculina pero no de machismo sino de ser hombre en sí mismo.
El querer ser hombre enfermo machista no lo necesita nadie sino que se trata de una masculinidad que es de ellos, de los hombres y nadie se las quita. Nuestra producción es muy pura. Nos movemos al lado de las raíces y conforme con la cultura.
Es muy musical. Todos nuestros bailarines deben saber tocar un instrumento y cantar algo. Aparte de Luis y yo, hay seis bailarines. Deben saber hacer todo: tango argentino, zapateo, zamba, chacarera, todo, y hay una paleta de vestuario muy atractivo para el ojo. También una puesta en escena y un diseño de luces muy elaborado.
Estamos llegando con un camión. !>Huy, me doy cuenta de que estoy muy entusiasmada con esta producción...".

NOTA AL PIE: Una Nicole Nau auténtica en una entrevista imperdible. Representando a una embajada cultural de artistas que hacen patria en el Viejo Mundo.

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