LOS 80 DEL PADRE LUIS FARINELLO


Hoy cumple 80 años el sacerdote quilmeño Luis Farinello, de una intensa y exitosa labor religiosa, marcando hitos en la historia argentina, sobre todo durante los años que condujo la parroquia Nuestra Señora de Luján, en Primera Junta y Lavalle.
Farinello se ordenó sacerdote en 1964. Durante toda su trayectoria realizó un apostado intenso, fundamentalmente en la citada parroquia y en cinco capillas a las que asistió espiritualmente.
Su vida se caracterizó siempre por su denodada lucha por defensa de los derechos humanos, la opción por los pobres, la voz de los sin voz.
A los 80 Farinello es un ejemplo de testimonio y de vigencia del mensaje de Jesucristo.
Integró el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, creado a la luz del Concilio Vaticano II, en los años 60/70, con una intensa labor evangélica por todo el país, sufriendo sin duda las consecuencias de la terrible dictadura militar que asoló el país desde 1976.

LA MESA VACIA

Un recorrido por la obra del padre Luis -como todos lo conocen- permite aterrizar en un libro que escribió en octubre de 1966, bajo el título de La mesa vacía, desocupación y pobreza en la Argentinas (ediciones Carlos Serrano):
Allí el padre Luis introduce al lector en el mundo de los "sin pan ni trabajo", a los que la sociedad y el Estado no han contemplado. Sin embargo, desde el amor y la esperanza propone caminos para desterrar esa injusticia.
Curiosamente, más de medio siglo después el alerta del padre Luis sigue vigente, y muchos de sus párrafos adquieren rigurosa actualidad.
Recuerda Farinello expresiones de San Jerónimo: "Fácilmente se pueden cubrir las necesidades de la naturaleza: con un vestido simple y manjares sencillos se pueden remediar el frío y el hambre".
Cuenta Farinello que cuando se ordenó sacerdote lo hizo convencido de su vocación. Y creía que el sacerdocio era solo la administración de los sacramentos.
Fue ordenado sacerdote por monseñor Jerónimo Podestá, obispo de Avellaneda, en la Iglesia San José de Villa Domínico. 
Fue el cardenal monseñor Pironio el que lo designó párroco de Nuestra Señora de Luján. Y a partir de ahí cuenta cómo se fue gestando la labor misional en favor de los que menos tienen.

UN PIBE EN LOS BRAZOS

Farinello cuenta un episodio que le marcó en su vida, y le hizo cambiar la óptica de la labor sacerdotal.
"Un día, al salir de una celebración, vi una ambulancia, ahí cerquita, en una de las calles de tierra. Sentí el llanto desconsolado de una mujer y me acerqué. Recuerdo que hacía mucho calor y que me pesaba hasta la camisa que llevaba puesta. Llegué a la puerta de la casa. Era una casilla de chapas, de esas que en el verano parecen un horno, muy calurosa, con piso de tierra.
"Apenas llegué se me acercó la mujer y llorando me dijo: -Pader, padre. Mi hijito murió. Mi bebé murió. 
Y me lo puso en brazos. Recuerdo que era negrito, largo, flaquito. Yo lo apreté mucho contra mi pecho.
Dolido y angustiado, ya en el hospital exigí una explicación. -Doctor, ¿de qué murió?
El médico era del Hospital de Quilmes, lo mismo que la ambulancia. El me respondió con una mezcla de bronca, dolor e impotencia: -Murió de hambre, de hambre!
Ahì dice Farinello que "ese momento marcó a fuego mi vida. Comprendí que ser cura no era solamente celebrar misa. Hace falta algo más, me dije, lo que hago no es suficiente".
Ahí nació el compromiso por los pobres y lo resumió así: "Como cristianos verdaderos no esperemos el cielo para vivir como hermanos, el cielo debemos hacerlo nosotros, construir el Reino es una tarea de aquí y ahora".
Así surgió el Farinello solidario, el creador de la famosa fundación, el hombre que se hizo mediático y que movía y conmovía a todos los que lo escuchaban.

EL POLO SOCIAL

Incluso el que alguna vez decidió dedicarse a la política, recibiendo la autorización del obispo de Quilmes, monseñor Jorge Novak. Así nació el Polo Social, y hubo tres diputados nacionales quilmeños en el Congreso: Lucrecia Monteaguado, Francisco Virgilio Gutiérrez, más tarde intendente del distrito en dos períodos, y Gustavo Cardesa.
En el libro La Mesa Vacía -escribo hace más de medio siglo- el padre concluye diciendo que "no hay cambio más radical y profundo que aquel que comienza en el corazón del hombre. Alguien, en pleno litigio con los ingleses, le preguntóp a Gandhi por qué nunca se enojaba con ellos. Gandhi le respondió que solo se enojaba con el mismo, con su propio corazón. Y dijo: pobre los ingleses y pobre Gandhi, que quiere ser bueno y no puede.
"En el universo prevalece el amor. No sería posible nuestra existencia si no fuera así, pero hemos llegado a un punto donde debemos buscar de nuevo el camino común. Este camino solo lo encontraremos si construimos sobre nuestro propio cuerpo un corazón nuevo".
Esto lo decía el sacerdote en 1966. Hoy, cuando cumple ocho décadas, podría actualizar esas palabras, dejando picando la idea de qué nos pasó en este medio siglo para que otra vez se hable de altos porcentajes de pobreza en un país que tiene todo para que eso no sea así. En fin...
Lo importante es lo que ha construido en toda su vida este enorme cura. Vaya entonces el saludo afectuoso y el deseo de Feliz Cumpleaños, padre Luis.

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