GRELAK Y EL SENTIDO DE PERTENENCIA


Alguna vez le preguntamos a un técnico por qué los entrenadores y/o futbolistas no eran socios de los clubes en los que dirigían o jugaban. Ese técnico, Horacio Bidevich, aclaró que eso no se podía porque deberían cambiar de club cada vez que se van o los van, aunque él aclaró que toda la vida, tanto él como su familia, fueron socios del club Talleres de Remedios de Escalada, la ciudad en la que se formó.
Esto viene a cuento porque en la edición del diario El Sol de Quilmes de hoy hay palabras del técnico Cervecero, Alfredo Grelak, quien dice que los jugadores que se forman en el decano del fútbol argentino no tienen sentido de pertenencia. 
Eso lo dijo en cuanto a la inclusión de juveniles en el primer equipo, con el caso puntual de Tomás López.
Vale recordar que el futbolista, de 19 años, estuvo en el plantel superior pero reclamó ser profesional, cosa que no se dio porque todavía no tiene la edad legal para ello y el club puede decidir seguir manteniéndolo como amateur.
Explicó Grelak que a Tomás se le iba a dar un viático hasta junio y luego se iba a decidir si se incorporaba o no al plantel profesional.
Grelak amplió sus declaraciones y dijo que había hablado con el joven, y también con el encargado de inferiores, Pablo Quatrocchi y con el técnico de la reserva, Leonardo Lemos. "No se lo dejó tirado. Yo di mi opinión. El negocio sobrepasa el juego y se olvidan de jugar. Hay que valorar al club. El club les dio un montón de cosas y ellos hasta ahora no le han dado nada como profesionales. Hay que respetar los colores".
Agregó que siempre iba a acompañar a los chicos del club "pero a veces los consejos que les dan, no son los mejores. Falta sentido de pertenencia".
Grelak fue más allá, refiriéndose a un hecho histórico del Quilmes AC en cuanto a los futbolistas formados en inferiores y la reacción de los hinchas. "Desde que soy jugador escucho lo mismo. Ellos, los hinchas, piden a los pibes del club y cuando los ponemos, los putean a los dos partidos".
El técnico también recordó que él empezó a entrenar con el plantel profesional a los 16 años y que recién a los 21 firmó su primer contrato.
El tema inferiores del Cervecero tiene larga data. La realidad es que cada vez que se pensó en un proyecto referido al semillero, por distintas causas no se pudo cristalizar, y a lo largo de las décadas los pibes del club nunca tuvieron la posibilidad de sumar en buena cantidad en primera división. Y cuando eso ocurrió, como hace poco, fueron dejados de lado (léase los casos Alan Alegre, Sergio Hipperdinger, Matías Morales, Lucas Pérez Godoy, Leonel Bontempo...).
La nueva dirigencia para estar empeñada en solidificar la fábrica, que son las inferiores, porque es el verdadero capital de un club del fútbol argentino, máxime como ahora en que la situación económico financiera es apremiante, habiendo llevado a la necesidad, por las deudas, de aprobar una convocatoria de acreedores.
Clubes como Lanús, Central, Newell´s, River, Racing, por citar algunos, han sabido poner la mira en las inferiores, y les ha dado fruto. Solo trata de tiempo, paciencia, y dejar que los pibes se formen pensando en llegar a primera, pero no para tirarlos o dejarlos de lado cuando llega esa instancia sino para llevar a primera  el mayor número posible a lo largo de los años. Alguna vez Quilmes podrá soñar con tener la mayoría de su plantel superior con chicos de inferiores, para que el sentido de pertenencia, que hoy señala Grelak, tenga vigencia.

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