El presidente de la Nación, Mauricio Macri, está en España en una gira por la madre patria, con el objetivo de promover la Argentina y lograr que aparezcan las soñadas y tan prometidas inversiones para activar la economía nacional.
Desde el oficialismo se le asignan fundamentales características a esta gira española -el presidente viajó acompañado por una importante cantidad de empresarios- y se entiende que será un punto de partida de cara al futuro inmediato, que pasa por el Congreso Nacional.
Porque el próximo miércoles 1 de marzo -después del fin de semana largo, con los feriados de lunes y martes de carnaval- Mauricio Macri tendrá que cumplir con el precepto constitucional y pronunciar su discurso en el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Parlamento.
Vale recordar que este acto se realiza desde 1995 el primer día de marzo, en virtud de la reforma constitucional de 1994, que cambió la fecha tradicional de apertura de sesiones del Congreso, que era el 1 de mayo, por el 1 de marzo.
La ceremonia tiene lugar en el recinto de la Cámara de Diputados, con la presencia de diputados y senadores de la Nación, para escuchar la palabra presidencia, que se remite a un repaso de lo realizado y la exposición de lo que se piensa realizar en el futuro. Fundamentalmente, los proyectos que el Poder Ejecutivo espera que le sancione un Legislativo en el que el oficialismo está en minoría (en ambas Cámaras).
Tampoco quedará de lado la situación de este año electoral, con comicios de medio término, en los que se renovará la integración de los cuerpos legislativos.
Sin duda esas elecciones no van a modificar demasiado la composición de los Cuerpos, pero pueden significar una tendencia, ya que el Ejecutivo en minoría necesita que el votante le dé respaldo para seguir su política. De lo contrario, se complicará el panorama de cara al futuro.
En ese miércoles 1 de marzo, como siempre, estarán tomando registro del discurso presidencial los taquígrafos, ojos y oidos de la historia legislativa del país.
Ya es tradición que si bien el acto sea en Diputados, por la mayor capacidad para juntar a diputados y senadores, sean los taquígrafos del Cuerpo del Senado, liderado por un quilmeño, Jorge Bravo, los encargados de la tarea. El Cuerpo de Taquígrafos de Diputdos está conducido por el doctor Guillermo Amadeo Castellano.
Mauricio Macri abre las sesiones ordinarias el próximo miércoles y sin duda, después del feriado de carnaval, la atención estará puesta en lo que dirá y en lo que prometerá, con el periodismo contando lo que pasa y buscando las respuestas de oficialistas y opositores para comentar el discurso presidencial.
Macri hablará lo necesario (¿una hora o algo más?), y será sin duda un discurso mucho más breve que los que solía brindar en su tiempo -fue tres veces presidente de los Argentinos- el general Juan Domingo Perón. Eran varias horas que obligaban a los taquígrafos a trabajar intensamente en el registro de la versión y la traducción.
Y ya que de taquígrafos hablamos, vale decir que lo que pasa en el recinto se toma en turnos de cinco minutos, con dos integrantes, el taquígrafo de primera y el de segunda. El primero es el responsable del turno y el segundo lo acompaña y colabora siempre que se lo pida el primera.
Cada cinco minutos se produce el cambio, utilizando lo que en la jerga se llama "la liga", una palabra que sirve para conectar a un turno con el otro y permite a los dos primeras ensamblar la continuidad de los turnos.
Lo habitual es que cada turno de dos demande unos 50 minutos de traducción, donde el taquígrafo de primera dicta y el de segunda escribe en la computadora. Ante cada duda será tiempo de consulta, buscando siempre el mejor turno para que el discurso del legislador sea coherente y refleje fielmente lo que dijo en el recinto.
La taquigrafía, que es el arte de escribir con signos a la velocidad del que habla, va modernizándose con el correr del tiempo. Los más "viejos" siguen firmes a la utilización del lápiz, utilizando generalmente el sistema Larralde, los más jóvenes puede incursionar con la máquina de taquigrafía o de estenografía, que reproduce en una cinta signos por supuesto muy diferentes a los de la taquigrafía tradicional.
Por último cabe destacar que los Cuerpos de Taquígrafos del Congreso Nacional mantienen un prestigio maravilloso ganado a lo largo de los tiempos, algo que suelen destacar los propios legisladores y los periodistas que saben que tienen en las versiones taquigráficas una herramienta sustancial para realizar su tarea.
Desde el oficialismo se le asignan fundamentales características a esta gira española -el presidente viajó acompañado por una importante cantidad de empresarios- y se entiende que será un punto de partida de cara al futuro inmediato, que pasa por el Congreso Nacional.
Porque el próximo miércoles 1 de marzo -después del fin de semana largo, con los feriados de lunes y martes de carnaval- Mauricio Macri tendrá que cumplir con el precepto constitucional y pronunciar su discurso en el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Parlamento.
Vale recordar que este acto se realiza desde 1995 el primer día de marzo, en virtud de la reforma constitucional de 1994, que cambió la fecha tradicional de apertura de sesiones del Congreso, que era el 1 de mayo, por el 1 de marzo.
La ceremonia tiene lugar en el recinto de la Cámara de Diputados, con la presencia de diputados y senadores de la Nación, para escuchar la palabra presidencia, que se remite a un repaso de lo realizado y la exposición de lo que se piensa realizar en el futuro. Fundamentalmente, los proyectos que el Poder Ejecutivo espera que le sancione un Legislativo en el que el oficialismo está en minoría (en ambas Cámaras).
Tampoco quedará de lado la situación de este año electoral, con comicios de medio término, en los que se renovará la integración de los cuerpos legislativos.
Sin duda esas elecciones no van a modificar demasiado la composición de los Cuerpos, pero pueden significar una tendencia, ya que el Ejecutivo en minoría necesita que el votante le dé respaldo para seguir su política. De lo contrario, se complicará el panorama de cara al futuro.
En ese miércoles 1 de marzo, como siempre, estarán tomando registro del discurso presidencial los taquígrafos, ojos y oidos de la historia legislativa del país.
Ya es tradición que si bien el acto sea en Diputados, por la mayor capacidad para juntar a diputados y senadores, sean los taquígrafos del Cuerpo del Senado, liderado por un quilmeño, Jorge Bravo, los encargados de la tarea. El Cuerpo de Taquígrafos de Diputdos está conducido por el doctor Guillermo Amadeo Castellano.
Mauricio Macri abre las sesiones ordinarias el próximo miércoles y sin duda, después del feriado de carnaval, la atención estará puesta en lo que dirá y en lo que prometerá, con el periodismo contando lo que pasa y buscando las respuestas de oficialistas y opositores para comentar el discurso presidencial.
Macri hablará lo necesario (¿una hora o algo más?), y será sin duda un discurso mucho más breve que los que solía brindar en su tiempo -fue tres veces presidente de los Argentinos- el general Juan Domingo Perón. Eran varias horas que obligaban a los taquígrafos a trabajar intensamente en el registro de la versión y la traducción.
Y ya que de taquígrafos hablamos, vale decir que lo que pasa en el recinto se toma en turnos de cinco minutos, con dos integrantes, el taquígrafo de primera y el de segunda. El primero es el responsable del turno y el segundo lo acompaña y colabora siempre que se lo pida el primera.
Cada cinco minutos se produce el cambio, utilizando lo que en la jerga se llama "la liga", una palabra que sirve para conectar a un turno con el otro y permite a los dos primeras ensamblar la continuidad de los turnos.
Lo habitual es que cada turno de dos demande unos 50 minutos de traducción, donde el taquígrafo de primera dicta y el de segunda escribe en la computadora. Ante cada duda será tiempo de consulta, buscando siempre el mejor turno para que el discurso del legislador sea coherente y refleje fielmente lo que dijo en el recinto.
La taquigrafía, que es el arte de escribir con signos a la velocidad del que habla, va modernizándose con el correr del tiempo. Los más "viejos" siguen firmes a la utilización del lápiz, utilizando generalmente el sistema Larralde, los más jóvenes puede incursionar con la máquina de taquigrafía o de estenografía, que reproduce en una cinta signos por supuesto muy diferentes a los de la taquigrafía tradicional.
Por último cabe destacar que los Cuerpos de Taquígrafos del Congreso Nacional mantienen un prestigio maravilloso ganado a lo largo de los tiempos, algo que suelen destacar los propios legisladores y los periodistas que saben que tienen en las versiones taquigráficas una herramienta sustancial para realizar su tarea.
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