Todo hace suponer que solo un milagro puede clasificar a la selección argentina sub 20 al mundial de Corea. Para estar segura en esa instancia -de seis clasifican cuatro- el equipo que comanda Claudio Ubeda debe ganarle mañana a las 17.30 a Venezuela por una diferencia de cinco goles.
Parece imposible pensar en esta diferencia, por más que siempre el fútbol es dinámica de lo impensado.
Sin embargo este equipo llegó a este certamen con una mochila de problemas, con pocos entrenamientos, formado sobre la marcha y con un cuerpo técnico que apareció al final.
Se había hecho un llamado para presentar proyectos, hubo 44 presentaciones pero al final no se tomó ninguna propuesta e increíblemente se apeló a Claudio Ubeda, que estaba en la reserva de Rácing.
Con todos estos antecedentes el equipo nunca apareció y ahora enfrenta a Venezuela, que ha crecido muchísimo.
Otra posibilidad es que Colombia venza a Brasil. Sin embargo los colombianos ya no tienen chances y esto hace suponer que no harán demasiada fuerza al scratch brasileño.
Argentina depende de un milagro. En todo caso una eliminación será un duro golpe, para que de aquí en más los responsables -fundamentalmente dirigentes- se pongan las pilas.
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