Una foto vale más que mil palabras. El viejo proverbio chino tiene eterna vigencia.
Vale para detallar la foto del suplemento de deportes del diario El Sol, con el gesto del presidente de Quilmes, Marcelo Calello, explicando por qué no pueden acceder al reclamo de los futbolistas.
Esa foto, de la excelente reportera gráfica Silvana Livigna, refleja en un instante un momento crucial del decano del fútbol argentino.
Plata, no hay, decía en su cocoliche el inolvidable Francisco Chiarmello, en aquella obra Qué noche de casamiento. Y en el Quilmes AC tampoco hay dinero para pagar el sueldo a los futbolistas y empleados, por lo que con crudeza terrible el responsable del club le dijo al capitán César Rigamonti y al plantel que hasta que no llegue el dinero de AFA no se puede hacer frente al sueldo de noviembre, por lo menos.
Se ofreció -juntando el dinero con el aporte de socios, como adelanto por una publicidad acordada- abonar lo que falta de octubre. El plantel dijo no, y agregó que hasta que no cobren no entrenan.
Se cayó la pretemporada en Mar del Plata, sentenció ante el periodismo un atribulado Marcelo Calello, quien reconocía la legitimidad del reclamo de los futbolistas, pero con una sinceridad encomiable también resaltó que no se podía pagar.
Así las cosas, habrá que esperar que llegue el dinero de AFA. En otros clubes donde la reanudación de la temporada se postergó por iguales motivos, finalmente se lograron recursos -hay clubes que tienen espaldas más sólidas que Quilmes, un Quilmes que esta comisión recibió en estado de coma 4- para reanudar las actividades.
Quilmes -vale señalar que hay otros en igual situación- espera que cambie la historia. Mientras, sufre. Como lo denota la foto de Silvana Livigna, en el rostro memorable de Marcelo Calello.
Vale para detallar la foto del suplemento de deportes del diario El Sol, con el gesto del presidente de Quilmes, Marcelo Calello, explicando por qué no pueden acceder al reclamo de los futbolistas.
Esa foto, de la excelente reportera gráfica Silvana Livigna, refleja en un instante un momento crucial del decano del fútbol argentino.
Plata, no hay, decía en su cocoliche el inolvidable Francisco Chiarmello, en aquella obra Qué noche de casamiento. Y en el Quilmes AC tampoco hay dinero para pagar el sueldo a los futbolistas y empleados, por lo que con crudeza terrible el responsable del club le dijo al capitán César Rigamonti y al plantel que hasta que no llegue el dinero de AFA no se puede hacer frente al sueldo de noviembre, por lo menos.
Se ofreció -juntando el dinero con el aporte de socios, como adelanto por una publicidad acordada- abonar lo que falta de octubre. El plantel dijo no, y agregó que hasta que no cobren no entrenan.
Se cayó la pretemporada en Mar del Plata, sentenció ante el periodismo un atribulado Marcelo Calello, quien reconocía la legitimidad del reclamo de los futbolistas, pero con una sinceridad encomiable también resaltó que no se podía pagar.
Así las cosas, habrá que esperar que llegue el dinero de AFA. En otros clubes donde la reanudación de la temporada se postergó por iguales motivos, finalmente se lograron recursos -hay clubes que tienen espaldas más sólidas que Quilmes, un Quilmes que esta comisión recibió en estado de coma 4- para reanudar las actividades.
Quilmes -vale señalar que hay otros en igual situación- espera que cambie la historia. Mientras, sufre. Como lo denota la foto de Silvana Livigna, en el rostro memorable de Marcelo Calello.
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