El río de Quilmes se transforma en una posibilidad de actividad al aire libre y de expansión. Eso se manifiesta
en estos días de calor estival, y aunque hay una prohibición de bañarse son muchos los que se aventuran a romper las reglas.
Los fines de semana las multitudes crecen en el tradicional paseo y ayer, por ejemplo, los vecinos que se acercaron a la zona de la calle Cervantes entre el Náutico y Pejerrey Club pudieron observar distintas actividades programadas por la Municipalidad. En algún momento se lo pudo ver al intendente Martiniano Molina presenciando lo que pasaba en el río, fundamentalmente en las canchas de fútbol tenis y de beach voley, que la Municipalidad instaló en el lugar.
Ayer había una playa extensa, y con tanto calor había quienes preferían mojarse un poco, más allá -vale repetirlo- que las aguas están contaminadas y debajo puede aparecer cualquier cosa con los riesgos de lastimaduras y accidentes.
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