AQUELLA NOCHE DE REYES EN LA BOCA

Parece mentira pero el tiempo pasa. Ya son 34 los años de aquel partido que jugaron en una noche de Reyes, en la Bombonera, el local y Quilmes por el torneo de primera división. Ganó Boca 1 a 0 y el Cervecero se estaba despidiendo de la categoría.
Pero lo que quedó para la historia fue un trágico enfrentamiento entre barras de ambos clubes en las cercanías del estadio, con la muerte de un hincha de Boca, Raúl Servin Martínez, paraguayo, de 18 años. También murió de un ataque cardíaco mientras corría el hincha quilmeño Raúl Darío Calixto, de 17.
En aquellos tiempos se acusó al jefe de la barra de Quilmes, Carlos Alberto De Godoy, más conocido como el Negro Thompson -recordando al boxeador panameño que se radicó en Argentina- como autor de la muerte.
Fue un proceso confuso y bastante viciado, porque la foto del Negro apareció en los medios rápidamente, era muy conocido, sobre todo por una peculiar cicatriz en el rostro.
Lo cierto es que fue detenido con esa acusación y aguardó en la cárcel la decisión del juez de la causa.
Vale recordar que en ese tiempo el diario El Sol publicó muchos testimonios que coincidían en que el Negro esa noche no había ido a la cancha, porque sufría lumbalgia y no podía subir las escaleras.
Finalmente, el juez de primera instancia liberó al imputado, quien lo primero que hizo fue concurrir a la redacción del diario El Sol de Quilmes para agradecer a quienes lo habían defendido. Y comentó que la había pasado muy mal en la cárcel con sentidas palabras: "Hermano, es lo peor que te puede pasar, no se lo deseo a nadie".
Sin embargo, la causa no terminó ahí. Hubo apelación a la Cámara, y el tribunal de alzada cambió la decisión del juez y condenó al Negro Thompson a nueve años de prisión.
En ese momento el Negro no estaba en el país, porque alertado de la nueva decisión, se fue al Paraguay. Allí vivió unos años y volvió a Argentina y a Quilmes, donde instaló, en pleno centro, una verdulería con un nombre emblemático: Los Cerveceros.
Un día, el capo de la hinchada de Boca, el Abuelo, denunció la irregularidad y el Negro volvió a la cárcel, donde murió jugando al fútbol, por un ataque cardíaco, aunque las causas de la muerte siguen siendo confusas. Fue el 6 de marzo de 1989.
Pasaron tres décadas y cuatro años de aquella trágica noche de Reyes en la bombonera, donde se decía que la pelea entre barras estaba ligada al mundial de fútbol de 1982 y los deseos de comandar a los barras alentando a la selección argentina en Barcelona. Pero la guerra de Malvinas cambió los planes, y lo que se había recaudado para el viaje con la selección fue derivado al fondo patriótico de apoyo a los soldados argentinos en las islas del sur.

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