QUILMES, DE RECESO, TIEMPO DE BALANCE


Cayó el telón para la primera parte del torneo superior del fútbol argentino. Quilmes alcanzó los 19 puntos en 14 fechas, cifra que no puede ser desdeñada, teniendo en cuenta el panorama con que se encontró el técnico Alfredo Grelak cuando reinició su tarea en la etapa de la nueva comisión directiva, encabezada por Marcelo Calello.
Las nuevas autoridades fueron votadas por amplia mayoría en el acto eleccionario del pasado 31 de julio.
De inmediato, la comisión directiva ratificó la continuidad del técnico Alfredo Grelak -que había estado en la primera parte del año hasta que el oficialismo anterior decidió encarar la conformación del plantel con un cuerpo técnico encabezado por Marcelo Broggi con el manager Luis Andreucchi- por lo que Andreuchi y el cuerpo técnico debieron dar un paso al costado. En realidad podrían haber seguido si la lista encabezada por Miguel Echelecu ganaba los comicios.
Los socios dijeron no por amplia mayoría y prefieron votar por el cambio de conducción, poniendo el énfasis en todos los problemas que había generado una conducción que en los últimos tiempos llevó al decano del fútbol argentino a sumar problemas, económicos, administrativos, sociales, etcétera.
Calello decidió mantener al cuerpo técnico encabezado por Grelak y el nuevo-viejo cuerpo técnico debió asumir con la realidad de un plantel que en su mayoría había sido formado por un cuerpo técnico y un manager que apenas estuvo un mes.
Así las cosas se generaba una tremenda incertidumbre por conocer cómo iba a andar la cuestión. Porque el déficit económico financiero era tremendo y la apuesta pasaba por hacerse cargo de la situación con un llamado a asamblea extraordinaria para dar el visto bueno a una convocatoria de acreedores, el único remedio para paliar la situación del paciente. 
Conocer quiénes son los que realmente justifican ser acreedores de la institución y saber a ciencia cierta cuál es la realidad de un pasivo en un rojo profundo (superior con creces a los 100 millones de pesos).
La convocatoria de acreedores aprobada y puesta en conocimiento de la justicia -el juzgado civil y comercial de la doctora Ivone Español se hizo cargo de la situación- sirvió para que se vayan dando los pasos de escuchar a quienes deben justificar la deuda que tiene el club con ellos.
Desde el punto de administración, la decisión constituye una suerte de paraguas para evitar males mayores, claro está debiendo cumplimentar con criterio todos los pasos y moverse dentro de las aguas de un mar razonable, sin apostar a locuras que pueden terminar con la indeseada quiebra.
En fútbol se armó un plantel austero y gasolero, con sueldos que distan bastante de la gran mayoría de los presupuestos de los clubes de primera e incluso en algunos casos inferiores a los de clubes de la principal categoría de ascenso, como única manera de darse cuenta de la gravedad del paciente.
El propio presidente Marcelo Calello, como toda la comisión directiva, se fue anoticiando de la real situación económica y financiera del club, mucho más grave de lo pensado, a tal punto que se sustanció una denuncia penal contra los anteriores directivos por el discrecional manejo de fondos.
Para poder andar hubo que poner sobre el tapete la realidad. Los socios -que fueron entendiendo la situación y decidieron poner el hombro, lo que se vio en la incorporación de nuevos y la vuelta de otros que en su momento se fueron enojados con los manejos de la anterior directiva- fueron los principales actores de esta movida.
Existía una natural preocupación por saber cómo iba a responder el equipo ante la realidad. Sin estrellas, con jugadores llegados de distintos puntos, muchos de ellos sin jugar durante tiempo o directamente sin experiencia en primera división, el técnico pudo ir armando una campaña aceptable. Que tuvo altibajos, es cierto, pero que en un momento sumó seis partidos sin derrotas, y que al cabo de 14 fechas muestra una interesante cosecha de local -con 5 victorias, un empate y 2 derrotas- y no tanto en materia de visitas:  tres empates y tres derrotas.  Precisamente, Boca Juniors -le ganó 4 a 1-, Atlético Tucumán -venció 3 a 0- y Tigre -ganó 3 a 1- fueron los puntos más flojos de la producción cervecera, con 9 goles en contra y apenas dos a favor.
En caso perdió en la primera fecha ante un Newell´s que no fue más, pero que supo aprovechar al final la genial jugada de Ignacio Scocco, que derivó en el penal de la victoria. Y también cayó, sorpresivamente, con un rival directo en la lucha por la permanencia, Sarmiento de Junín, por 3 a 1. Tuvo un gran primer tiempo que terminó ganando y se cayó en el segundo, incluso el verde dio vuelta el resultado con un hombre de menos.
Lo demás fueron victorias de local, todas por la mínima diferencia - 1 a 0 con Godoy Cruz, el último campeón Lanús, Aldosivi y 2 a 1 con Olimpo- que sirvieron para acumular puntos que valen para el futuro.
Dicen los que saben que con 40 puntos se liberan todos los problemas de permanencia, por lo que en las 16 fechas que restan -el torneo se reanuda en febrero- Quilmes tendría que sumar al menos 21 puntos, o sea 7 victorias, o 6 y tres empates, o 5 y seis igualdades.
No será ´fácil la empresa pero tampoco imposible, porque son muchos los que pelean con Quilmes quedarse en primera.
Desde ya hay cuatro más comprometidos -no olvidemos que hay cuatro descensos- que son Atlético Rafaela, Temperley, Olimpo y Sarmiento de Junín, y los otros en capilla son Arsenal -ganó en esta última fecha por primera vez en el torneo-, Huracán -tiene nuevo técnico, el vasco Azconzábal-, Velez -muestra irregularidades y cayó sorpresivamente ante Arsenal, incluso su técnico Omar De Felippe reconoció que se había preocupado y que hasta pensó en renuncia,  Aldosivi -ganó en Junín cortando la racha positiva del equipo dirigido por Jorge Burruchaga-, Colón -necesita sumar para no sufrir más tarde- y Defensa y Justicia -con el nuevo técnico Becacecce acumuló puntos importantes, con la alegría que quebrar a un encumbrado como Estudiantes en el Estadio Unico-.
Quilmes depende de Quilmes, lógicamente tendrá que jugar la segunda parte del torneo con la mira puesta en superar la producción anterior, siempre mirando de reojo a los demás.
Para esa nueva instancia el técnico Grelak podrá contar con dos jugadores recuperados, que no pudieron estar por lesión: el volante Adrián Calello y el defensor Sergio Escudero, que pueden ser vitales para lo que viene.
Habrá que ver si llegan los dos refuerzos que se pueden incorporar en esta parte del torneo, entendiéndose que la apuesta debe pasar por algún volante y por un delantero, por supuesto poniendo el énfasis en la situación económica -no se puede traer a ninguna estrella- y en la necesidad de no equivocarse.
Lo importante es que la gente -que celebró sobremanera el triunfo sobre Temperley, rival directo en la lucha por la permanencia- ha sabido captar el mensaje de la directiva. Se ha puesto sobre el tapete la realidad del club, mucho más grave de lo pensado, y con esa radiografía se dan los pasos para hacer frente a las necesidades con sentido común.
Los futbolistas percibieron los haberes de octubre hasta 40 mil pesos y se espera que desde AFA lleguen los tan anhelados fondos para acercar los pagos a fin de estar debiendo lo menos posible.
Las dificultades se van a multiplicar el año próximo, cuando se sabe que Fútbol para Todos concluye el próximo 31 de diciembre y no se sabe qué rumbo tomará AFA y el tema de la televisión y el reparto del dinero para los clubes. Todos o la gran mayoría hicieron las previsiones pensando que seguirían llegando los fondos como en los mejores momentos de FPT. Con el cambio de gobierno y de panorama, la preocupación envuelve a muchos y genera incertidumbre.
El 2017 en lo futbolístico debe ser el momento de afirmar lo realizado, mejorar la suma de puntos y lograr un buen colchón para navegar tranquilos en lo que vendrá después de junio.
Y en lo institucional deberá mantenerse el buen criterio y la administración transparente para salir del pozo y encaminar las cosas hacia un porvenir mucho mejor del que se recibió en agosto último.
El mundo Quilmes levanta las copas, brinda por lo que pasó y por lo que vendrá. Ojalá todos los entiendan para que el decano del fútbol argentino, cual Ave Fénix, renazca de entre las cenizas.

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