El Quilmes Atlético Club presentó su primera revista en la nueva etapa directiva. Quilmes, la Revista, es dirigida por el profesor Javier Vidal.
Escribieron en este primer número: Daniel Arrigo, María Eugenia Bertacchini, Agustín Casanno, Pablo Despos, Adrián Di Blasi, Carlos Doallo, Camilo Francka, Sebastián Galazzi, Manuel Jove, Natalia Lacorte, Ignacio Lombán, Mariela Méndez, Patricio Minig, Franco Perosa, Juan Manuel Pollini, Nahuel Salto, Román Sledz.
Diseño: Gustavo Serruto, Ezequiel Palavecino, Leandro Sejas.
Fotografía: Augusto Castro, Natalia Lacorte, María Eugenia Bertacchini, Matías Buscaglia.
La Revista, con una excelente impresión, lleva como título de tapa: 129 años de pasión y gloria.
A lo largo de 58 páginas, la Revista señala en su editorial la alegría de cumplir los 129 añosel decano del fútbol argentino. "Desde 31 de julio último llevamos adelante una causa de la que necesitamos que socios, hinchas y simpatizantes nos acompañen. Una reestructuración institucional afianzada por un proyecto mancomunado, honesto y transparente sin precedentes en nuestro club.
"No fueron pocas las sorpresas detectadas en estos cuatro meses de trabajo maratónico. Con el apoyo de todos ustedes esperamos cambiar el futuro de nuestro querido Quilmes AC, para legarles a las próximas generaciones una institución mucho mejor de la que nos supieron dejar.
"Esperamos que nos acompañen todos en este camino, que no será corto ni sencillo, pero sí es preciso transitarlo. Necesitamos en general el apoyo de empresas, gobiernos, instituciones y los otros clubes para colaborar en este momento complicado, pero también crucial para la institución".
Recorriendo las páginas -la revista, que se puede encontrar en la sede y en otros lugares del club, léase por ejemplo, el anexo de Hockey, es de distribución libre y gratuita- se comienza con la nota de Franco Perosa "El club de los socios", siguen "La casa del futbolista" por María Eugenia Bertacchini y "La noche que nunca terminó", Camilo Francka.
"Las cosas por su nombre", Román Sledz. "Un poco de historia". Patricio Minig.
"El club también es de las socias", Natalia Lacorte y Mariela Méndez.
"El otro deporte centenario", Sebastián Galazzi y Javier Vidal.
"El gen cervecero". Manuel Jove.
Hay una entrevista al presidente Marcelo Calello, quien subraya que en el Frente Generacional se trabaja para este presente. Entre otras cosas habla del deporte amateur como transformación del club, volviéndolo inclusivo.
Resalta que en cuatro meses se hicieron 2500 socios nuevos "pero eso no nos garantiza que permanezcan, hay que fidelizarlos".
El periodista y relator Adrián Di Blasi, con el título Bisagras, refiere cuatro tiempos en la historia del Quilmes AC: el título Metro 78, el ascenso 2002/2003 con Gustavo Alfaro como técnico y los 61 puntos logrados en primera, que catapultaron a la institución a disputar la Copa Libertadores de América y Sudamericana; el retorno a primera división en un certamen de la Primera B Nacional donde también ascendió River Plate, dejando afuera a instituciones como Central, Gimnasia e Instituto entre otras, y el cuarto, el 31 de julio, con las elecciones que llevaron a Marcelo Calello a la presidencia, con la presencia del 58 por ciento de votantes del padrón, todo un record, con la aplastante victoria de la nueva directiva, dejando atrás un período de cuatro décadas donde la máxima figura a nivel dirigencial fue el doctor José Luis Meizner (en los últimos años junto a Aníbal Fernández, tal como ilustra la foto que acompaña la nota).
Di Blasi reflexiona que para transformar al QAC hacen falta todos los socios, que todos los hinchas se hagan socios, que los que viven en Quilmes sientan al club como propio y se hagan socios, que el compromiso afectivo con los colores, el sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el club y el sentimiento intransferible lo lleven al engrandecimiento.
"Naturalmente no se va a lograr en uno, dos o tres años transformar a Quilmes. Suele decirse que toda crisis es una oportunidad. La responsabilidad de los dirigentes, los actuales y los que vendrán, es transformar esta oportunidad en la bisagra definitiva para tener un Quilmes próspero, en crecimiento, con su gente y para su gente".
El directivo Jaime Gomelsky se ocupa de la Convocatoria de acreedores. Otra nota se refiere a la prueba atlética disputada el pasado domingo 27 de noviembre, cuando el club cumplió 129 años.
Juan Manuel Pollini, Ignacio Lombán y Daniel Arrigo recuerdan triunfos inolvidables: el 3 a 2 a Unión en Santa Fe en el torneo de primera B de 1949 y la victoria del 19 de agosto de 1961 en Bánfield 1 a 0 a El Taladro con gol de tiro libre de Del Moro, en el día en que se arrojaron miles de etiquetas desde la tribuna visitante, un antecedente de los famosos papelitos en las canchas, que popularizó Clemente con la genialidad de Caloi.
CARLOS DOALLO
El periodista Carlos David Doallo publica la columna de opinión recordando lo que pasaba a mediados de este año en el club. "Cerrar los ojos sin que acudir al archivo sea necesario salvo para algún detalle, hacer un ensayo y pararse a un costado para ver ese club vacío, gris, el fantasma del padrón controlado e invencible, los ídolos que se van con bronca, los jugadores que no concentran, que no entrenan, la gente que se aleja no porque no ame sino porque se siente rechazada. Dirigentes en fuga pero queriendo permanecer, gerenciamiento encubierto, descapitalización del plantel, contrataciones inconsultas, una comisión directiva desintegrada. alianzas que se sospechaban como manotazo de ahogado, búsqueda desesperada del candidato que preste apellido y rostro en nombre del desaguisado, soberbia a flor de piel hasta el último segundo.
El líder sospechado, detenido y desprestigiado, y la pérdida de ejercicio político puso a Quilmes en coma. No había demasiada opción, la revolución de los socios comenzó a desafiar el destino que parecía imposible de torcer.
El camino comenzó cuesta arrib, el pronóstico de derrota, la carrera contra votos sin nombre y apellido que no se expresaban, no militaban ni tenían redes sociales pero desde 2001 aparecían sistemáticamente el día de las elecciones para confirmar el poder que duró cuarenta años.
"Quilmes era noticia en todos lados y no por sus triunfos deportivos ni logros institucionales. Lo vergonzante de ser los campeones de la deuda con la AFA, el pasivo gigante, creciendo como bola de nieve y pasando la línea de los 200 millones de pesos. Chapu Braña a Estudiantes, Chirola Romero a Gimnasia. Seguramente en otro contexto se hubieran retirado de la mano y vestidos de blanco. Los pibes del club no sirven, no importa que Alan Alegre, Lucas Pérez Godoy y Leonel Bontempo hayan jugado y demostrado que pueden sumar en un plantel. No les pagaron, quedaron libres para ser reemplazados por contratos golondrina a préstamo sin opción, prestadores de servicios que vienen a hacer lo suyo y marcharse sin más.
Desvío de fondos. Recursos tomados. Nada es propio, todo es ajeno. Queda un escudo, una historia, parte de ella está arrumbada en un altillo polvoriento.
Son un símbolo, un resumen de casi todo lo que pasó, esos trofeos y libros de acta polvorientos arrumbados en un altillo que no saben que volverán a ver la luz, a ser recuperados con paciencia y amor de orfebre.
Esa tierra arrasada, que comenzó a ser reconstruida desde la base sólida del sentido de pertenencia. La esperanza que parecía perdida. La posibilidad de volver a ser y sentirse parte en los más de 2700 que metieron el cachetazo histórico de las urnas y en 2500 que se habían ido o nunca quisieron estar, pero ahora vieron la chance de sumar.
Llegó el 31 de julio y en el resto del envío habrá muchas palabras para contar que es lo que está sucediendo.
Pero el ejercicio de la memoria valdrá siempre la pena para no detenerse ni distraerse en cuestiones que entorpezcan la recuperación. Cada paso significa adelantarse hacia el futuro pero también es alejarse a todo lo que Quilmes era hace poco tiempo. Todo lo que Quilmes no debe volver a ser".
Escribieron en este primer número: Daniel Arrigo, María Eugenia Bertacchini, Agustín Casanno, Pablo Despos, Adrián Di Blasi, Carlos Doallo, Camilo Francka, Sebastián Galazzi, Manuel Jove, Natalia Lacorte, Ignacio Lombán, Mariela Méndez, Patricio Minig, Franco Perosa, Juan Manuel Pollini, Nahuel Salto, Román Sledz.
Diseño: Gustavo Serruto, Ezequiel Palavecino, Leandro Sejas.
Fotografía: Augusto Castro, Natalia Lacorte, María Eugenia Bertacchini, Matías Buscaglia.
La Revista, con una excelente impresión, lleva como título de tapa: 129 años de pasión y gloria.
A lo largo de 58 páginas, la Revista señala en su editorial la alegría de cumplir los 129 añosel decano del fútbol argentino. "Desde 31 de julio último llevamos adelante una causa de la que necesitamos que socios, hinchas y simpatizantes nos acompañen. Una reestructuración institucional afianzada por un proyecto mancomunado, honesto y transparente sin precedentes en nuestro club.
"No fueron pocas las sorpresas detectadas en estos cuatro meses de trabajo maratónico. Con el apoyo de todos ustedes esperamos cambiar el futuro de nuestro querido Quilmes AC, para legarles a las próximas generaciones una institución mucho mejor de la que nos supieron dejar.
"Esperamos que nos acompañen todos en este camino, que no será corto ni sencillo, pero sí es preciso transitarlo. Necesitamos en general el apoyo de empresas, gobiernos, instituciones y los otros clubes para colaborar en este momento complicado, pero también crucial para la institución".
Recorriendo las páginas -la revista, que se puede encontrar en la sede y en otros lugares del club, léase por ejemplo, el anexo de Hockey, es de distribución libre y gratuita- se comienza con la nota de Franco Perosa "El club de los socios", siguen "La casa del futbolista" por María Eugenia Bertacchini y "La noche que nunca terminó", Camilo Francka.
"Las cosas por su nombre", Román Sledz. "Un poco de historia". Patricio Minig.
"El club también es de las socias", Natalia Lacorte y Mariela Méndez.
"El otro deporte centenario", Sebastián Galazzi y Javier Vidal.
"El gen cervecero". Manuel Jove.
Hay una entrevista al presidente Marcelo Calello, quien subraya que en el Frente Generacional se trabaja para este presente. Entre otras cosas habla del deporte amateur como transformación del club, volviéndolo inclusivo.
Resalta que en cuatro meses se hicieron 2500 socios nuevos "pero eso no nos garantiza que permanezcan, hay que fidelizarlos".
El periodista y relator Adrián Di Blasi, con el título Bisagras, refiere cuatro tiempos en la historia del Quilmes AC: el título Metro 78, el ascenso 2002/2003 con Gustavo Alfaro como técnico y los 61 puntos logrados en primera, que catapultaron a la institución a disputar la Copa Libertadores de América y Sudamericana; el retorno a primera división en un certamen de la Primera B Nacional donde también ascendió River Plate, dejando afuera a instituciones como Central, Gimnasia e Instituto entre otras, y el cuarto, el 31 de julio, con las elecciones que llevaron a Marcelo Calello a la presidencia, con la presencia del 58 por ciento de votantes del padrón, todo un record, con la aplastante victoria de la nueva directiva, dejando atrás un período de cuatro décadas donde la máxima figura a nivel dirigencial fue el doctor José Luis Meizner (en los últimos años junto a Aníbal Fernández, tal como ilustra la foto que acompaña la nota).
Di Blasi reflexiona que para transformar al QAC hacen falta todos los socios, que todos los hinchas se hagan socios, que los que viven en Quilmes sientan al club como propio y se hagan socios, que el compromiso afectivo con los colores, el sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el club y el sentimiento intransferible lo lleven al engrandecimiento.
"Naturalmente no se va a lograr en uno, dos o tres años transformar a Quilmes. Suele decirse que toda crisis es una oportunidad. La responsabilidad de los dirigentes, los actuales y los que vendrán, es transformar esta oportunidad en la bisagra definitiva para tener un Quilmes próspero, en crecimiento, con su gente y para su gente".
El directivo Jaime Gomelsky se ocupa de la Convocatoria de acreedores. Otra nota se refiere a la prueba atlética disputada el pasado domingo 27 de noviembre, cuando el club cumplió 129 años.
Juan Manuel Pollini, Ignacio Lombán y Daniel Arrigo recuerdan triunfos inolvidables: el 3 a 2 a Unión en Santa Fe en el torneo de primera B de 1949 y la victoria del 19 de agosto de 1961 en Bánfield 1 a 0 a El Taladro con gol de tiro libre de Del Moro, en el día en que se arrojaron miles de etiquetas desde la tribuna visitante, un antecedente de los famosos papelitos en las canchas, que popularizó Clemente con la genialidad de Caloi.
CARLOS DOALLO
El periodista Carlos David Doallo publica la columna de opinión recordando lo que pasaba a mediados de este año en el club. "Cerrar los ojos sin que acudir al archivo sea necesario salvo para algún detalle, hacer un ensayo y pararse a un costado para ver ese club vacío, gris, el fantasma del padrón controlado e invencible, los ídolos que se van con bronca, los jugadores que no concentran, que no entrenan, la gente que se aleja no porque no ame sino porque se siente rechazada. Dirigentes en fuga pero queriendo permanecer, gerenciamiento encubierto, descapitalización del plantel, contrataciones inconsultas, una comisión directiva desintegrada. alianzas que se sospechaban como manotazo de ahogado, búsqueda desesperada del candidato que preste apellido y rostro en nombre del desaguisado, soberbia a flor de piel hasta el último segundo.
El líder sospechado, detenido y desprestigiado, y la pérdida de ejercicio político puso a Quilmes en coma. No había demasiada opción, la revolución de los socios comenzó a desafiar el destino que parecía imposible de torcer.
El camino comenzó cuesta arrib, el pronóstico de derrota, la carrera contra votos sin nombre y apellido que no se expresaban, no militaban ni tenían redes sociales pero desde 2001 aparecían sistemáticamente el día de las elecciones para confirmar el poder que duró cuarenta años.
"Quilmes era noticia en todos lados y no por sus triunfos deportivos ni logros institucionales. Lo vergonzante de ser los campeones de la deuda con la AFA, el pasivo gigante, creciendo como bola de nieve y pasando la línea de los 200 millones de pesos. Chapu Braña a Estudiantes, Chirola Romero a Gimnasia. Seguramente en otro contexto se hubieran retirado de la mano y vestidos de blanco. Los pibes del club no sirven, no importa que Alan Alegre, Lucas Pérez Godoy y Leonel Bontempo hayan jugado y demostrado que pueden sumar en un plantel. No les pagaron, quedaron libres para ser reemplazados por contratos golondrina a préstamo sin opción, prestadores de servicios que vienen a hacer lo suyo y marcharse sin más.
Desvío de fondos. Recursos tomados. Nada es propio, todo es ajeno. Queda un escudo, una historia, parte de ella está arrumbada en un altillo polvoriento.
Son un símbolo, un resumen de casi todo lo que pasó, esos trofeos y libros de acta polvorientos arrumbados en un altillo que no saben que volverán a ver la luz, a ser recuperados con paciencia y amor de orfebre.
Esa tierra arrasada, que comenzó a ser reconstruida desde la base sólida del sentido de pertenencia. La esperanza que parecía perdida. La posibilidad de volver a ser y sentirse parte en los más de 2700 que metieron el cachetazo histórico de las urnas y en 2500 que se habían ido o nunca quisieron estar, pero ahora vieron la chance de sumar.
Llegó el 31 de julio y en el resto del envío habrá muchas palabras para contar que es lo que está sucediendo.
Pero el ejercicio de la memoria valdrá siempre la pena para no detenerse ni distraerse en cuestiones que entorpezcan la recuperación. Cada paso significa adelantarse hacia el futuro pero también es alejarse a todo lo que Quilmes era hace poco tiempo. Todo lo que Quilmes no debe volver a ser".
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