El 11 de diciembre se celebra el día internacional de las Montañas.
Vale recordar que las montañas cubren el 22 por ciento de la superficie terrestre y desempeñan un papel fundamental para impulsar el crecimiento sostenible del planeta.
Aproximadamente el 13 por ciento de la población mundial habitan regiones montañosas y no solo se ven beneficiados por las montañas sino también quienes viven en las llanuras.
Este año el festejo se centra en resaltar la importancia de las culturas y las tradiciones que albergan las montañas.
Son lugares de culto religioso, peregrinaciones y rituales.
Los conceptos de tradición, cultura y espiritualidad están intrínsecamente vinculados con los medios de vida de las gentes de las montañas.
En ellas también nacen fuentes de agua y ríos, y han sido veneradas desde siempre por las deidades que residen en las alturas.
En tiempos de sequía el pueblo Kikuyu dirigía su mirada al Monte Kenya y pedía lluvias al dios Ngai.
En los Andes, los incas constituyeron sus templos en las cumbres más altas, a más de 6000 metros de altura sobre el nivel del mar.
El aislamiento, consecuencia de una orografía accidentada, contribuyó a crear y mantener intactas culturas.
En los Andes, la Pachamana, madre naturaleza, venerada por los pueblos indígenas, es asociada con la siembra y la cosecha, las montañas y los terremotos. Los ritos por la Pachamama refuerzan las relaciones de las personas con el medio ambiente y reúnen a los miembros de distintos clanes y aldeas en varios momentos del ciclo de la agricultura.
Las montañas son lugares para la espiritualidad, la inspiración, el esparcimiento y la relajación. Ofrecen muchas actividades turísticas: el esquí, la escalada, el avistamiento de fauna (como los gorilas de montaña de Rwanda) o la visita a las iglesias etíopes escavadas en la roca.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 376 reservas de la biosfera, de las 669 en total que existen en el mundo, contienen ecosistemas montañosos.
La ciudad de Quilmes puede jactarse de su relación con las montañas. Porque los indios Quilmes llegaron desde Tucumán a estas tierras huyendo del conquistador español y se instalaron para la creación hace tres siglos y medio de lo que hoy es la ciudad de Quilmes.
Esa relación se refuerza con las actividades de ONG benefactoras, como Tribu Argentina, que todos los años refuerza sus lazos con Quilmes de Tucumán y los pueblos originarios.
Vale recordar que las montañas cubren el 22 por ciento de la superficie terrestre y desempeñan un papel fundamental para impulsar el crecimiento sostenible del planeta.
Aproximadamente el 13 por ciento de la población mundial habitan regiones montañosas y no solo se ven beneficiados por las montañas sino también quienes viven en las llanuras.
Este año el festejo se centra en resaltar la importancia de las culturas y las tradiciones que albergan las montañas.
Son lugares de culto religioso, peregrinaciones y rituales.
Los conceptos de tradición, cultura y espiritualidad están intrínsecamente vinculados con los medios de vida de las gentes de las montañas.
En ellas también nacen fuentes de agua y ríos, y han sido veneradas desde siempre por las deidades que residen en las alturas.
En tiempos de sequía el pueblo Kikuyu dirigía su mirada al Monte Kenya y pedía lluvias al dios Ngai.
En los Andes, los incas constituyeron sus templos en las cumbres más altas, a más de 6000 metros de altura sobre el nivel del mar.
El aislamiento, consecuencia de una orografía accidentada, contribuyó a crear y mantener intactas culturas.
En los Andes, la Pachamana, madre naturaleza, venerada por los pueblos indígenas, es asociada con la siembra y la cosecha, las montañas y los terremotos. Los ritos por la Pachamama refuerzan las relaciones de las personas con el medio ambiente y reúnen a los miembros de distintos clanes y aldeas en varios momentos del ciclo de la agricultura.
Las montañas son lugares para la espiritualidad, la inspiración, el esparcimiento y la relajación. Ofrecen muchas actividades turísticas: el esquí, la escalada, el avistamiento de fauna (como los gorilas de montaña de Rwanda) o la visita a las iglesias etíopes escavadas en la roca.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 376 reservas de la biosfera, de las 669 en total que existen en el mundo, contienen ecosistemas montañosos.
La ciudad de Quilmes puede jactarse de su relación con las montañas. Porque los indios Quilmes llegaron desde Tucumán a estas tierras huyendo del conquistador español y se instalaron para la creación hace tres siglos y medio de lo que hoy es la ciudad de Quilmes.
Esa relación se refuerza con las actividades de ONG benefactoras, como Tribu Argentina, que todos los años refuerza sus lazos con Quilmes de Tucumán y los pueblos originarios.
Comentarios