EL "PLACIDO" HOMENAJE AL INOLVIDABLE TITO DONATO EN ARGENTORES


Anoche Argentores, la entidad que agrupa a los autores, vivió una jornada emotiva, de reconocimiento al autor quilmeño Plácido Tito Donato, fallecido el pasado 7 de julio, quien dejó una enorme impronta en la institución. La gran excusa fue la presentación del libro póstulo de cuentos, El despachante.
Autor, escritor, periodista, policía, poeta, pero fundamentalmente gran ser humano, Plácido Rosario Donato fue homenajeado con la presencia de sus familiares y amigos de ARGENTORES, que recordaron a quien en vida dejó una obra enorme.
El alma mater de toda este encuentro fue sin duda la compañera de Tito durante tres décadas, Dora Vacca, quien contó con la colaboración inestimable de todos los que quisieron decir algo sobre Tito.
"La soledad termina cuando imaginas algo", dice el folleto de presentación del libro, una auténtica joya literaria con cuentos de suspenso, policiales, fantásticos, todos con la pluma inefable de Plácido Donato.

LAS PALABRAS

El presidente de ARGENTORES, Miguel Angel Diani, fue el encargado de abrir el acto, con palabras que luego fueron reiteradas por todos los que hablaron, y que podrían resumirse en un común denominador: destacar el don de gentes del homenajeado y el talento de su escritura.
Diani pidió permiso y quiso aportar lo que entendió que era un texto, atribuíble a Gabriel García Márquez, aunque bien  podría adjudicarse al propio Donato.
Se trataba de escribir, en los últimos momentos de una vida, sobre la posibilidad de que Dios dé un trozo más de vida.
"Si Dios me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, en definitiva pensará todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen sino porque lo que significan. Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...
"Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma.
"Dios mío, si yo tuviera un corazón... Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...
"Dios mío, si yo tuviera un corazón... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
"A un niño le daría alas, pero dejaría que el solo aprendiese a volar. A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas les he aprendido a ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.
"Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo...".

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