SALOME DE CHACRA, UNA ENORME OBRA DE KARTUN


Casa de Arte Doña Rosa presenta los sábados a las 21 y los domingos a las 20.30 la pieza de Mauricio Kartun, Salomé de Chacra, con un excelente elenco: Diego Cadedú como Gringuete, Daniel Cimer en el papel de Salomé, Herodes lo interpreta Santiago De Martino, Bautista es Jorge Godoy Zarco y Cochonga, Patricia Santi.
La dirección de arte y dirección general corre por cuenta de Miguel Montalto.
Operación de sonido: Matías Maldonado. Operación de luces: José Oreguy. Prensa: Mariano Pueyo. Diseño y edición de sonido: Hernán Maldonado.
Sin duda se trata de uno de los hechos teatrales de la temporada, donde se conjugan todos los factores técnicos y humanos para considerar que Quilmes está viviendo un momento teatral de excelencia.
La historia bíblica de Salomé, El Bautista, Herodes, se presenta de la pluma de Kartun en un ambiente campero, con un rico y profundo texto, que pone a prueba a los actores para demostrar todas sus posibilidades.
Junto a ello la mágica puesta en escena de Miguel Montalto, quien ajusta todos los detalles desde la dirección y le aporta un ambiente escenográfico digno de ser tenido en cuenta, con una serie de pinceladas que le dan al cuadra mayor color.
Casa de Arte Doña Rosa y El Matadero Producciones están unidos en este magnífico y extraordinario proyecto, que todos los fines de semana llena la sala principal de la Casa.
La salida es "a la gorra" y seguramente el público deposita en esa "gorra" algo de lo que los artistas y la propuesta dejaron en el escenario.
Miguel Montalto cuenta la pasión que le puso a la obra y la idea realizada tras un largo tiempo de acunar sueños.
"Mencionada por Marcos y Mateo (aunque no por su nombre), inmortalizada luego pro Wilde, primero y por Strauss después, Salomé es la representación misma de la perversión. Esta encarnación egipciana del mal, no es en justicia peor que su madre, pero su juventud y belleza, por contraste, la posicionan como una suerte de súcubo ante el cual nadie (excepto El Bautista) puede resistirse.
"En lo personal, el personaje, el súcubo, me persigue fatal y metódicamente desde mi infancia. Creo haberla descubierto en Rey de reyes, película de Nicholas Ray, la que, nada es casual, se filmó el mismo año de mi nacimiento. Años más tarde me crucé con la obra de Wilde, y mi obsesión por hacerla fue solo comparable a mi frustración por no lograrlo. Por último, el maestro Kartun decide tomar cartas en el asunto y aquí estamos, exorcizando fantasmas nuevamente en el lugar justo, en el momento justo, con la gente justa, contando aquello que queremos contar.
A diferencia de las anteriores, la Salomé Kartuniana no se enoja con El Bautista por haber insultado a su madre, ni se ve pasionalmente atraída por su belleza salvaje. Esta Salomé, alter ego de la más rancia oligarquía ganadera, es seducida en cambio, por el discurso. Solo quiere apropiarse de la palabra del proletario anarquista, quien, como El Bautista original, es a la vez fanático e inconmovible...
Magistral revisión del mito, Salomé de chacra es muy probablemente la bisagra que posiciona la obra de Mauricio Kartun, entre los más importantes dramaturgos contemporáneos".
La palabra de Miguel Montalto expresó todo lo que significa esta obra en Quilmes, que se apoya en un elenco que pone toda la carne al asador (nunca mejor definida la realidad en esta Chacra -no estancia como subraya Herodes, el personaje de un magnífico Santiago De Martino, hablándole a Cochonga, una incomparable Patricia Santi-), con toda la perversidad de Salomé -una joven Daniela Cimer que asume una responsable admirable-, el crecimiento de Diego Cadedu, como narrador de la historia y como el servicial Gringuete y la experiencia siempre puesta al servicio del espectáculo de Jorge Godoy Zarco, un Bautista anárquico y revolucionario. 
En síntesis, la cabeza de El Bautista que tanto obsesiona a Salomé vale para pensar que la sabiduría de Mauricio Kartun ha logrado el ensamble perfecto de una dramaturgia del más alto nivel.

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