En muy pobre partido, jugado en un campo resbaladizo, el clásico de La Plata fue empate sin goles. Solo quedó para destacar la jerarquía del capitán y volante de Estudiantes, Rodrigo Chapu Braña y algo de Sebastián Chirola Romero en Gimnasia.
Hubo mucha fricción, innumerables caidas de los futbolistas, muchas faltas y muy poco fútbol.
Estudiantes mantiene la punta en la tabla en soledad, aunque ahora se le acercaron varios, además de conservar su valla invicta. Y Gimnasia mostró únicamente voluntad, pero con escasas ideas para quedarse con el partido.
En síntesis, el cero más que nada califica el partido y justifica a aquellos que suelen sintetizar este tipo de encuentros con la remanida frase: amargo cero a cero.
En medio de tanta oscuridad -jugaron el Lobo y el León, ayer en rugby lo hicieron Los Pumas- las pocas luces las dejó el gigante del medio campo Pincha, el ex Quilmes, Rodrigo Braña, demostrando que sigue teniendo la chispa como para sacarse el sombrero al verlo jugar.
Enfrente solo la voluntad y el esfuerzo de Chirola Romero -terminó acalambrado- como imagen de un Tripero que comenzó el torneo a todo trapo, pero que se quedó en promesa desde que le sacaron a su mejor jugador, Meza, quien se fue a Independiente de Avellaneda.
De todas maneras, en La Plata no hubo dividendos para nadie con tan poco fútbol, y el reparto de puntos es el mejor resumen para tanta mediocridad.
Hubo mucha fricción, innumerables caidas de los futbolistas, muchas faltas y muy poco fútbol.
Estudiantes mantiene la punta en la tabla en soledad, aunque ahora se le acercaron varios, además de conservar su valla invicta. Y Gimnasia mostró únicamente voluntad, pero con escasas ideas para quedarse con el partido.
En síntesis, el cero más que nada califica el partido y justifica a aquellos que suelen sintetizar este tipo de encuentros con la remanida frase: amargo cero a cero.
En medio de tanta oscuridad -jugaron el Lobo y el León, ayer en rugby lo hicieron Los Pumas- las pocas luces las dejó el gigante del medio campo Pincha, el ex Quilmes, Rodrigo Braña, demostrando que sigue teniendo la chispa como para sacarse el sombrero al verlo jugar.
Enfrente solo la voluntad y el esfuerzo de Chirola Romero -terminó acalambrado- como imagen de un Tripero que comenzó el torneo a todo trapo, pero que se quedó en promesa desde que le sacaron a su mejor jugador, Meza, quien se fue a Independiente de Avellaneda.
De todas maneras, en La Plata no hubo dividendos para nadie con tan poco fútbol, y el reparto de puntos es el mejor resumen para tanta mediocridad.
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