Concluida la asamblea extraordinaria de representantes del Quilmes AC, quien ocupó la presidencia -vale recordar que fue presidente de la institución hace unos años- el doctor Daniel Razzetto daba esta lectura de la rápida decisión de aprobar la convocatoria de acreedores, tal como lo había decidido el 5 de setiembre la comisión directiva.
"Evidentemente, se aprobó casi mayoritariamente. Solo hubo tres abstenciones. Por otra parte, creo que los representantes de alguna manera hemos acompañado la decisión de la directiva, que es la que realmente conoce el estado económico financiero de la institución.
¿Qué puede decirles a quienes se alarman ante esta decisión?
-Yo creo que este concurso de acreedores es inevitable, es una disposición legal porque el club evidentemente está en cesación de pagos. La presentación en concurso en nada va a alterar el día a día de la institución, ni en su administración, ni en su manejo ni en su movimiento rutinario y normal. Por supuesto que a partir de la presentación se inicia una nueva institución, donde sus pasivos quedan consolidados y habrá que administrarla de otra manera para no volver a caer en la situación en que hoy se encuentra el club y por supuesto que llegado el momento habrá que hacer una propuesta para poder cumplir con los acreedores que legítimamente verifiquen su crédito.
¿Esta figura se puede parecer a aquella otra que ocurrió con la privatización y la llegada del Exxel Group?
-En ese momento el club también estaba en una situación muy comprometida y me tocó asumir como presidente. Una de las alternativas era la presentación en concurso y otra, conseguir un grupo que pusiese dinero. En ese caso, Quilmes, en una década donde había muchos fondos que desembarcaban en diferentes instituciones, fue mirado por el Exxel y pudimos evitar el concurso de acreedores a través del gerenciamiento, que fue una situación frustrada desde el punto de vista de expectativas, porque evidentemente no fue lo esperado pero fue excelente para el club, porque no hay que olvidar que nos dejaron un predio en la ruta 2 y por supuesto, se logró cancelar la totalidad del pasivo.
Si se sancionara la ley que está en el Congreso nacional de sociedades anónimas deportivas. ¿Se corre el riesgo de que venga algún "jeque" para hacerse cargo de la deuda y se quede con el club?
-No veo que haya un ambiente hoy propenso para que el Congreso de la Nación apruebe una ley de sociedades anónimas deportivas. No nos olvidemos que nuestro actual presidente delegó en la década del 90 varios proyectos de ley, muy buenos todos, redactados por notables juristas y en una plena década donde las privatizaciones eran una moneda corriente, tampoco pasó al Congreso. Veo difícil que esto suceda en la Argentina, pero, bueno, es una alternativa. De última saldrá una ley por la que esto será una decisión optativa de cada club, y el club es de los socios. En definitiva habrá que pasar por la forzosa asamblea de socios y han de ser los socios los que decidan. Los socios son los soberanos y si ellos deciden que desembarque el jeque con los millones de dólares, habrá que respetar la voluntad del socio.
"Evidentemente, se aprobó casi mayoritariamente. Solo hubo tres abstenciones. Por otra parte, creo que los representantes de alguna manera hemos acompañado la decisión de la directiva, que es la que realmente conoce el estado económico financiero de la institución.
¿Qué puede decirles a quienes se alarman ante esta decisión?
-Yo creo que este concurso de acreedores es inevitable, es una disposición legal porque el club evidentemente está en cesación de pagos. La presentación en concurso en nada va a alterar el día a día de la institución, ni en su administración, ni en su manejo ni en su movimiento rutinario y normal. Por supuesto que a partir de la presentación se inicia una nueva institución, donde sus pasivos quedan consolidados y habrá que administrarla de otra manera para no volver a caer en la situación en que hoy se encuentra el club y por supuesto que llegado el momento habrá que hacer una propuesta para poder cumplir con los acreedores que legítimamente verifiquen su crédito.
¿Esta figura se puede parecer a aquella otra que ocurrió con la privatización y la llegada del Exxel Group?
-En ese momento el club también estaba en una situación muy comprometida y me tocó asumir como presidente. Una de las alternativas era la presentación en concurso y otra, conseguir un grupo que pusiese dinero. En ese caso, Quilmes, en una década donde había muchos fondos que desembarcaban en diferentes instituciones, fue mirado por el Exxel y pudimos evitar el concurso de acreedores a través del gerenciamiento, que fue una situación frustrada desde el punto de vista de expectativas, porque evidentemente no fue lo esperado pero fue excelente para el club, porque no hay que olvidar que nos dejaron un predio en la ruta 2 y por supuesto, se logró cancelar la totalidad del pasivo.
Si se sancionara la ley que está en el Congreso nacional de sociedades anónimas deportivas. ¿Se corre el riesgo de que venga algún "jeque" para hacerse cargo de la deuda y se quede con el club?
-No veo que haya un ambiente hoy propenso para que el Congreso de la Nación apruebe una ley de sociedades anónimas deportivas. No nos olvidemos que nuestro actual presidente delegó en la década del 90 varios proyectos de ley, muy buenos todos, redactados por notables juristas y en una plena década donde las privatizaciones eran una moneda corriente, tampoco pasó al Congreso. Veo difícil que esto suceda en la Argentina, pero, bueno, es una alternativa. De última saldrá una ley por la que esto será una decisión optativa de cada club, y el club es de los socios. En definitiva habrá que pasar por la forzosa asamblea de socios y han de ser los socios los que decidan. Los socios son los soberanos y si ellos deciden que desembarque el jeque con los millones de dólares, habrá que respetar la voluntad del socio.
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