QUILMES, GOLEADO; EL DESTAPE DE BENEDETTO

¿Lo tenían a Darío Benedetto? El ex Arsenal se convirtió en la gran figura de Boca en este primer tiempo en que el Xeneize golea a Quilmes 4 a 1, con tres goles del delantero y el restante, de Centurión.
Transitoriamente había empatado el Cervecero con el gol de Da Campo.
El segundo tiempo seguramente estará de más, pero va a quedar la preocupación latente pensando que el próximo partido será con Olimpo en el Centenario el viernes 30.
¿Se equivocó Alfredo Grelak en el planteo? ¿Quiso ir a ganar con un 4-3-3 y terminó goleado?
La audacia se pagó caro y servirá para buscar otro sistema para el próximo partido en que habrá que recuperar el terreno perdido.
Se sabía de antemano que este equipo quilmeño "gasolero por donde se lo mire" iba a pagar un alto precio los desaguisados de la dirigencia anterior, que tendrá que capitalizar la nueva dirigencia.
Se inicia una semana histórica, con la asamblea del próximo jueves 29 en que se decidirá el concurso preventivo o convocatoria de acreedores, para saber dónde está parado el club frente a la pila de los que reclaman deudas al QAC.
 Este golpe de Boca podrá servir para poner paños fríos, hacer un profundo análisis y saber que esta situación -más dura que nunca por este resultado- es la crónica de una situación anunciada. Para refundar el club primero hay que actuar de ave fénix para renacer entre las cenizas que dejaron los Meiszner, Aníbal Fernández y siguen la firmas.
Hoy las cosas son así, y habrá que tomarlas como corresponde. Con el dolor que causa una derrota entre dos presentes totalmente disímiles -el plantel de Boca es la antítesis en jerarquía, presupuesto, etcétera- que en este partido de fútbol parecieron ponerse en autos, como para entender que el desastre que se hizo en el club será muy difícil, casi épico, remontar.
Boca juega el miércoles con Lanús un partido fundamental por la Copa Argentina, mientras cumple este trámite que se llama Quilmes. Incluso, el boquense se dio hasta el lujo de "recuperar" a su delantero estrella, que llegó a hacer decir a algunos periodistas deportivos (esos que dicen saber de fútbol) que no era un goleador.... Menos mal... ¿Qué dirán esos mismos que tanto le pegaban al pibe Benedetto...?
En fin, Quilmes vuelve a vivir -una instancia más en su historia- los cimbronazos de los desmanejos y de los desastres de una dirigencia anterior que le dio una patada ahí donde todos saben al Decano. La nueva conducción debe reconstruir un edificio destruido.
El técnico tuvo un ataque de audacia y quiso ir a jugarle a Boca DE IGUAL A IGUAL. Rápidamente quedó demostrado que fue un error brutal. Lógicamente, con el resultado puesto -que puede ser más abultado en el segundo tiempo- es más fácil criticar. Pero hemos dicho, como muchos colegas quilmeños, que era un atrevimiento capaz de pagarse al más alto precio, como se está haciendo...
¿Y ahora qué? Habrá que barajar y dar de nuevo. Felizmente el fútbol da revancha siempre y el viernes será la gran ocasión ante un rival más que directo en la lucha por la permanencia.
Sí, todavía falta el segundo tiempo... ¿pero ahora a qué cervecero le interesa?

Comentarios