Mañana a las 11 está convocada la comisión directiva del Quilmes AC. En principio será para decidir la convocatoria preventiva de acreedores del decano del fútbol argentino, como paso previo a la reunión de la asamblea de representantes para ratificar la decisión.
En los dos casos, el oficialismo que propone la iniciativa tiene mayoría.
Evidentemente, el momento del Cervecero no es el mejor y esto queda corroborado con el paso que se está por dar.
No olvidemos que el pasivo del QAC, según el último balance, alcanza los 208 millones de pesos (a un dólar a 15 pesos, serían algo así como 14 millones de la moneda estadounidense).
Estos datos más los que ha encontrado la comisión directiva que asumió hace unos días, con la presidencia de Marcelo Calello, han determinado que se presente esta propuesta, con los riesgos que ella implica. Pero la convocatoria puede ser el mal menor para evitar una quiebra.
En caso de aprobarse la convocatoria, tanto en la comisión directiva como en la asamblea de representantes, habrá que hacer la presentación ante la justicia. En ese momento podrá saberse en qué juzgado cae la decisión, por lo que a partir de ahí la administración quedará sujeta a las decisiones del juzgado.
Habrá un tiempo para hacer las presentaciones de los acreedores, que tendrán que justificar lo que el club les debe.
Siempre ocurre que las deudas acreditadas judicialmente son inferiores a las que se reclaman -para que sean avaladas hay que contar con los documentos respectivos, que deben ser ratificados por el juzgado- pero habrá una suma de deudas que deberá pagarse en un lapso determinado, que no puede superar los cinco años.
A partir de esta situación será el juzgado el que decida sobre la administración de los bienes del club.
Atrás quedó una gestión lamentable, encabezada por la directiva que tuvo como presidente a Aníbal Fernández -por más que aparezca borrado desde hace buen tiempo- y manejos del ex presidente José Luis Meiszner, cuyo hijo Andrés, vicepresidente, quedó a cargo del club ante la licencia del ex jefe de gabinete.
¿Será la convocatoria el mejor remedio? El tiempo lo dirá. Pero ya la directiva que fue votada en forma aplastante por los socios había adelantado que esta posibilidad estaba entre los pasos a seguir, tal como finalmente se está haciendo.
En los dos casos, el oficialismo que propone la iniciativa tiene mayoría.
Evidentemente, el momento del Cervecero no es el mejor y esto queda corroborado con el paso que se está por dar.
No olvidemos que el pasivo del QAC, según el último balance, alcanza los 208 millones de pesos (a un dólar a 15 pesos, serían algo así como 14 millones de la moneda estadounidense).
Estos datos más los que ha encontrado la comisión directiva que asumió hace unos días, con la presidencia de Marcelo Calello, han determinado que se presente esta propuesta, con los riesgos que ella implica. Pero la convocatoria puede ser el mal menor para evitar una quiebra.
En caso de aprobarse la convocatoria, tanto en la comisión directiva como en la asamblea de representantes, habrá que hacer la presentación ante la justicia. En ese momento podrá saberse en qué juzgado cae la decisión, por lo que a partir de ahí la administración quedará sujeta a las decisiones del juzgado.
Habrá un tiempo para hacer las presentaciones de los acreedores, que tendrán que justificar lo que el club les debe.
Siempre ocurre que las deudas acreditadas judicialmente son inferiores a las que se reclaman -para que sean avaladas hay que contar con los documentos respectivos, que deben ser ratificados por el juzgado- pero habrá una suma de deudas que deberá pagarse en un lapso determinado, que no puede superar los cinco años.
A partir de esta situación será el juzgado el que decida sobre la administración de los bienes del club.
Atrás quedó una gestión lamentable, encabezada por la directiva que tuvo como presidente a Aníbal Fernández -por más que aparezca borrado desde hace buen tiempo- y manejos del ex presidente José Luis Meiszner, cuyo hijo Andrés, vicepresidente, quedó a cargo del club ante la licencia del ex jefe de gabinete.
¿Será la convocatoria el mejor remedio? El tiempo lo dirá. Pero ya la directiva que fue votada en forma aplastante por los socios había adelantado que esta posibilidad estaba entre los pasos a seguir, tal como finalmente se está haciendo.
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