El 78 por ciento de los votos que logró la lista encabezada por Marcelo Calello son números más que suficientes para leer que el socio Cervecero votó por un cambio radical en la historia del Quilmes AC.
El oficialismo, encubierto en una lista Blanca preocupante, apenas logró el 22 por ciento, cifra que de todas maneras le permite ocupar un lugar en la comisión directiva como minoría.
De todas maneras se votó por echar por tierra los últimos años nefastos del decano del fútbol argentino, que sumó deudas -el balance, con un pasivo de 208 millones- y fatigó broncas en la infinita cantidad de quilmeños que se alejó de la institución, rompió el carné o directamente siguió pagando la cuota pero no se acercó al club.
La juventud Cervecera realizó un intenso trabajo para cambiar la historia y esa labor dio sus frutos en las elecciones de ayer.
Mientras se esperaban los resultados finales, muchos jóvenes y familias aguardaban ansiosos el veredicto, que ya empezó a vislumbrarse a medida que se fueron contando los votos de las distintas meses. Las diferencias eran notables, y cada vez que se sabía el resultado de una mesa explotaban los asistentes para adelantar un festejo que cada vez fue más emocionante.
Lógicamente, superada la elección, con 2772 votos a favor contra 792 de la otra lista, ahora viene lo más difícil, que es gobernar el club y enderezarlo en todos sus aspectos.
El fútbol es la gran vidriera y habrá que ver qué ocurre con esta disciplina, donde deberá decidirse el papel del manager Luis Andreuchi y del técnico Marcelo Broggi.
Hoy Andreuchi habló con Radio Quilmes (106.5), en el programa de Pedro Navarro "Micrófono abierto" y dio a entender que tras las elecciones su tiempo se va acabando en el club, aunque dejó la puerta abierta a una eventual continuidad, que parece muy difícil.
Sobre todo porque el vicepresidente 2) electo, Julio García, dijo por FM Q esta mañana que la decisión está tomada y si bien no la adelantó dentro entrever que no seguirá y la gran duda es saber si eso también abarca al técnico Marcelo Broggi (había dicho que si ganaba la oposición se iba al día siguiente y ahora parece que quiere hacer cumplir el contrato). Porque incluso se especula con la vuelta del técnico Alfredo Grelak, a quien literalmente lo echaron ni bien llegó Andreuchi-Broggi, a través de una gestión del todavía presidente del club en ejercicio, Andrés Meiszner.
Se dice que las nuevas autoridades van a asumir el próximo jueves, por lo que mientras tanto los que llegan conversan con los que se van -en realidad con los pocos que queda- para hacer el traspaso lo más tranquilo posible.
La nueva conducción habló de hacer auditoría, también no descartó una posibilidad de convocatoria de acreedores, aunque en este caso la decisión está sujeta a lo que ocurra con el dinero que debe acercar la Asociación del Fútbol Argentino (hace tres meses que no llegan fondos al QAC de AFA, aunque la realidad, que es la única verdad, dice que en los últimos tiempos AFA adelantó muchísimo dinero al QAC), porque esa plata viene acompañada por embargos, difícilmente le permitirá a la nueva conducción manejarse para responder a todas las deudas más urgentes, entre ellas el pago a los empleados.
Los socios, ahora
Una de las buenas que aparece en medio de tanto despropósito es la buena corriente que parece circular en el decano del fútbol argentino. En las radios locales se escucha a muchos asegurar que van a volver, desde lo individual hasta lo familiar, lo que permite suponer que deberá aprovecharse el momento para iniciar una amplia conscripción de socios, dispuestos a volver al club ahora que soplan vientos de fronda.
Quilmes tiene un padrón de algo más de 6.000 socios, una cifra exigua en una ciudad de 600 mil habitantes, y donde el QAC es el club más importante del distrito, por historia, logros, trascendencia.
La baja cifra de socios es una respuesta elocuente a los años que se vivieron en los últimos tiempos, transformándose la institución en un club que expulsaba a quienes quisieran acercarse. Ahora será el momento de convertir al club en una institución de puertas abiertas, para todos aquellos que quieran desarrollar actividades deportivas, sociales, culturales.
Buena tarea le va a corresponder a Martín Malvar, quien ocupará la secretaría de atención al socio, para lograr que vuelvan los que se fueron y que también se asocien aquellos que sientan que es el momento de poner el granito de arena para recuperar al gigante dormido.
Por supuesto, la comisión directiva que se apresta a asumir va a tener una tarea intensa, en todos los órdenes, debiendo sanear las finanzas, asumir los compromisos, resolver los temas del fútbol, brindar espacio y apoyo a todas disciplinas, integrar a los deportes que han sido siempre carné de presentación, como el basquet, el hockey, la natación, etcétera.
Hay mucha juventud detrás de esta comisión directiva, sangre de la mejor, capaz de ubicar al decano del fútbol argentino y al club de la ciudad en el lugar que nunca debió abandonar. Ahora que fueron derrotados por paliza aquellos que envilecieron a la institución, es el momento de asociarse, decir presente y apoyar desde todos los lugares a un club que debe renacer de entre las cenizas.
El oficialismo, encubierto en una lista Blanca preocupante, apenas logró el 22 por ciento, cifra que de todas maneras le permite ocupar un lugar en la comisión directiva como minoría.
De todas maneras se votó por echar por tierra los últimos años nefastos del decano del fútbol argentino, que sumó deudas -el balance, con un pasivo de 208 millones- y fatigó broncas en la infinita cantidad de quilmeños que se alejó de la institución, rompió el carné o directamente siguió pagando la cuota pero no se acercó al club.
La juventud Cervecera realizó un intenso trabajo para cambiar la historia y esa labor dio sus frutos en las elecciones de ayer.
Mientras se esperaban los resultados finales, muchos jóvenes y familias aguardaban ansiosos el veredicto, que ya empezó a vislumbrarse a medida que se fueron contando los votos de las distintas meses. Las diferencias eran notables, y cada vez que se sabía el resultado de una mesa explotaban los asistentes para adelantar un festejo que cada vez fue más emocionante.
Lógicamente, superada la elección, con 2772 votos a favor contra 792 de la otra lista, ahora viene lo más difícil, que es gobernar el club y enderezarlo en todos sus aspectos.
El fútbol es la gran vidriera y habrá que ver qué ocurre con esta disciplina, donde deberá decidirse el papel del manager Luis Andreuchi y del técnico Marcelo Broggi.
Hoy Andreuchi habló con Radio Quilmes (106.5), en el programa de Pedro Navarro "Micrófono abierto" y dio a entender que tras las elecciones su tiempo se va acabando en el club, aunque dejó la puerta abierta a una eventual continuidad, que parece muy difícil.
Sobre todo porque el vicepresidente 2) electo, Julio García, dijo por FM Q esta mañana que la decisión está tomada y si bien no la adelantó dentro entrever que no seguirá y la gran duda es saber si eso también abarca al técnico Marcelo Broggi (había dicho que si ganaba la oposición se iba al día siguiente y ahora parece que quiere hacer cumplir el contrato). Porque incluso se especula con la vuelta del técnico Alfredo Grelak, a quien literalmente lo echaron ni bien llegó Andreuchi-Broggi, a través de una gestión del todavía presidente del club en ejercicio, Andrés Meiszner.
Se dice que las nuevas autoridades van a asumir el próximo jueves, por lo que mientras tanto los que llegan conversan con los que se van -en realidad con los pocos que queda- para hacer el traspaso lo más tranquilo posible.
La nueva conducción habló de hacer auditoría, también no descartó una posibilidad de convocatoria de acreedores, aunque en este caso la decisión está sujeta a lo que ocurra con el dinero que debe acercar la Asociación del Fútbol Argentino (hace tres meses que no llegan fondos al QAC de AFA, aunque la realidad, que es la única verdad, dice que en los últimos tiempos AFA adelantó muchísimo dinero al QAC), porque esa plata viene acompañada por embargos, difícilmente le permitirá a la nueva conducción manejarse para responder a todas las deudas más urgentes, entre ellas el pago a los empleados.
Los socios, ahora
Una de las buenas que aparece en medio de tanto despropósito es la buena corriente que parece circular en el decano del fútbol argentino. En las radios locales se escucha a muchos asegurar que van a volver, desde lo individual hasta lo familiar, lo que permite suponer que deberá aprovecharse el momento para iniciar una amplia conscripción de socios, dispuestos a volver al club ahora que soplan vientos de fronda.
Quilmes tiene un padrón de algo más de 6.000 socios, una cifra exigua en una ciudad de 600 mil habitantes, y donde el QAC es el club más importante del distrito, por historia, logros, trascendencia.
La baja cifra de socios es una respuesta elocuente a los años que se vivieron en los últimos tiempos, transformándose la institución en un club que expulsaba a quienes quisieran acercarse. Ahora será el momento de convertir al club en una institución de puertas abiertas, para todos aquellos que quieran desarrollar actividades deportivas, sociales, culturales.
Buena tarea le va a corresponder a Martín Malvar, quien ocupará la secretaría de atención al socio, para lograr que vuelvan los que se fueron y que también se asocien aquellos que sientan que es el momento de poner el granito de arena para recuperar al gigante dormido.
Por supuesto, la comisión directiva que se apresta a asumir va a tener una tarea intensa, en todos los órdenes, debiendo sanear las finanzas, asumir los compromisos, resolver los temas del fútbol, brindar espacio y apoyo a todas disciplinas, integrar a los deportes que han sido siempre carné de presentación, como el basquet, el hockey, la natación, etcétera.
Hay mucha juventud detrás de esta comisión directiva, sangre de la mejor, capaz de ubicar al decano del fútbol argentino y al club de la ciudad en el lugar que nunca debió abandonar. Ahora que fueron derrotados por paliza aquellos que envilecieron a la institución, es el momento de asociarse, decir presente y apoyar desde todos los lugares a un club que debe renacer de entre las cenizas.
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