La primera presentación del nuevo Quilmes en el estadio Centenario en principio será el primer fin de semana de setiembre, cuando el Cervecero reciba a Independiente de Avellaneda.
El equipo de Alfredo Grelak jugará en el fin de semana del 26 de agosto con Huracán en el Tomás A. Ducó, ya que la primera fecha va a ser postergada para el año próximo.
Esto quiere decir que el hincha Cervecero recién podrá ver a su equipo ante el Diablo, curiosamente fue el último rival que enfrentó en el mismo escenario en el cierre del torneo anterior. En aquella ocasión Quilmes perdió sin atenuantes, sufriendo las consecuencias de falta de entrenamiento, meses adeudados a futbolistas y cuerpo técnico y otras cuestiones que derivaron en el cambio radical de comisión directiva en los comicios del pasado 31 de julio.
En el interín llegó Luis Andreuchi y el técnico Marcelo Broggi, para armar el plantel que va a acometer la difìcil empresa de quedarse en primera, en un certamen de 30 equipos, con cuatro descensos. Quilmes parte con un flaco descenso, lo que lo obligará a sumar la mayor cantidad de puntos posibles para mantener la categoría.
La situación económico financiera determinaron que se arme un equipo con el más bajo presupuesto de los clubes que juegan en primera.
Con el cambio de directiva, también hubo cambio de cuerpo técnico. Porque a Andreuchi, Broggi y compañía se les dijo adiós y se recurrió al técnico anterior, Alfredo Grelak, quien va por una revancha, sabedor de todos los escollos que deberá enfrentar en este momento tan particular de una institución, que tiene sobre sus espaldas la posibilidad de una convocatoria de acreedores para evitar una eventual quiebra.
Así las cosas el hincha, que quiere volver a alentar al equipo -los actuales directivos destacan que en menos de quince días se hicieron cerca de 500 socios- sabe que la empresa no será nada fácil pero confía en la sabiduría de Grelak y el plantel para ir para adelante.
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