Un día como hoy en 1924 nacía Hugo Tomás Tiburcio Adelmar Guerrero de Avila Marthineitz, en Lima, Perú. Locutor peruano que realizó casi toda su exitosa y extensa carrera en la Argentina, donde fue reconocido como uno de los más innovadores en materia radial.
El peruano parlanchín, como se lo conocía, empezó su carrera en su país, siguiendo en Chile y Uruguay, pero fue en la Argentina donde se convirtió en un locutor famoso y admirado por su particular voz grave y su uso de los silencios.
Su primer éxito fue El club de los discómanos en Radio Splendid, luego Splendid Show, y en 1968, un primero de abril, empezó El show del minuto que se transformó en un programa emblemático de la radiofonía argentina, que iba todas las tardes de 13 a 18 por Radio Belgrano.
Allí instauró la costumbre de escuchar a los oyentes -con los telefonemas-, hacer entrevistas inolvidables, jugar con los avisadores, pelearse con los escuchas, establecer frases que quedaron en la memoria popular como..."otro clavó la sintonía en Radio Belgrano..." y golpear la mesa.
Fue divulgador de artistas que no tenían tanta difusión. Como José Larralde -difundía íntegro sin cortes comerciales su Herencia pa´ un hijo gaucho-, Omar Moreno Palacios, Carlos y Edgar Di Fulvio, el romance a la muerte de Juan Lavalle, de Ernesto Sábato.
Era gran admirador de Astor Piazzolla, en ese tiempo todavía no reconocido en su creatividad.
De pronto jugaba con los Chalchaleros y los Fronterizos, y para no despertar favoritismos mezclaba sus nombres, mencionando a los Chalcharizos y a los Fronteleros.
Augusto Tamayo Vargas era su poeta preferido con su Esperanza en los días que viene..
Otros programas que lo tuvieron como conductor fueron Reencuentro, que también llevó a la televisión. Pero en la pantalla chica con el programa A solas realizaba entrevistas a celebridades y personalidades, donde mantenía un diálogo intimista, sin tapujos.
Junto a Cacho Fontana, Héctor Larrea y Antonio Carrizo conformó la elite de los mejores locutores y más reconocidos. En ese tiempo llegó a ganar 20 mil dólares por mes.
Tuvo una lucha memorable por la defensa de su derecho como locutor en base a la trayectoria, cuando pretendían que diera el examen para tener el carné.
Es cierto que tenía un carácter muy especial, digamos era bastante cascarrabias, de todas maneras su vocación docente era la que se imponía y permitía que lo siguieran inmensas legiones de oyentes.
En los últimos tiempos su estrella se fue apagando, tuvo problemas de salud, incluso fue internado en un neurosiquiátrico en estado de desnutrición en 2010.
Meses antes llegó a la biblioteca Moreno de Bernal, donde dio una inolvidable charla sobre su vida y su profesión de locutor y periodista, pidiendo disculpas a los presentes por tener que cobrar una entrada muy barata, porque necesitaba dinero para pagar la pensión donde vivía.
Murió el 21 de agosto de 2010 de un paro cardiorespiratorio. Tenía 86 años.
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