El atleta nacido en Kenia, Julius Rono, se adjudicó esta mañana la prueba de 10 kilómetros de los 350 años de Quilmes.
Se trata de un deportista que lleva siete años en la Argentina y que tiene una particular historia para referir.
Había ganado una prueba en Mendoza a fines de agosto de 2014 y en una nota en el diario cuyano Los Andes recordaba que participó en 2004 de las pruebas selectivas de Kenia para el mundial de atletismo.
Mencionaba que los tres primeros que llegaran ganarían el derecho a disputar el mundial. Y sin embargo Julius arribó cuarto y quedó afuera de todo. "Era muy difícil estar entre los tres primeros porque corrían los mejores de mi país.
En esa misma nota decía que en Kenia "el que tiene dinero vive en la capital, aunque no son muchos. Los trabajadores son gente humilde. Nosotros íbamos a la escuela corriendo y volvíamos corriendo. Estábamos a 7 kilómetros y repetíamos ese viaje dos veces por día, porque volvíamos al mediodía a casa a comer. Si llegabas tarde a la escuela, los maestros te castigaban".
Después del colegio, Rono recibió una invitación para ser profesional. Fue a Italia con buenos registros. Más tarde llegó a Sudamérica para correr pruebas de calle. Estuvo en Venezuela, Brasil, Paraguay, Bolivia y a la Argentina arribó en 2004. Sueña con ser ciudadano argentino y piensa en representar a nuestro país.
Hoy ganó en Quilmes: por primera vez un keniata le puso su sello a una prueba en la ciudad.
Se trata de un deportista que lleva siete años en la Argentina y que tiene una particular historia para referir.
Había ganado una prueba en Mendoza a fines de agosto de 2014 y en una nota en el diario cuyano Los Andes recordaba que participó en 2004 de las pruebas selectivas de Kenia para el mundial de atletismo.
Mencionaba que los tres primeros que llegaran ganarían el derecho a disputar el mundial. Y sin embargo Julius arribó cuarto y quedó afuera de todo. "Era muy difícil estar entre los tres primeros porque corrían los mejores de mi país.
En esa misma nota decía que en Kenia "el que tiene dinero vive en la capital, aunque no son muchos. Los trabajadores son gente humilde. Nosotros íbamos a la escuela corriendo y volvíamos corriendo. Estábamos a 7 kilómetros y repetíamos ese viaje dos veces por día, porque volvíamos al mediodía a casa a comer. Si llegabas tarde a la escuela, los maestros te castigaban".
Después del colegio, Rono recibió una invitación para ser profesional. Fue a Italia con buenos registros. Más tarde llegó a Sudamérica para correr pruebas de calle. Estuvo en Venezuela, Brasil, Paraguay, Bolivia y a la Argentina arribó en 2004. Sueña con ser ciudadano argentino y piensa en representar a nuestro país.
Hoy ganó en Quilmes: por primera vez un keniata le puso su sello a una prueba en la ciudad.
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