Anoche, en el Centro de Producción Audiovisual Leonardo Favio, se presentó el documental referido a la obra Su majestad se pasea en calzoncillos, con la dirección de Tobías Tercic.
Debe recordarse que esta obra fue representada por alumnos de séptimo grado del colegio Don Bosco en 1973, por iniciativa del maestro Pedro Costa.
Cuatro décadas más tarde volvió a presentarse con esos mismos "alumnos" -ya grandes-, también con el maestro Pedro Costa y buscando mantener la alegría y el entusiasmo de la etapa colegial.
El éxito fue enorme en aquel 2013 -la obra se representó en el Multicultural Don Bosco- y volvió a repetirse en el mismo escenario.
El joven cineasta Tobías Tercic, hijo de uno de esos "alumnos", se encargó de filmar toda la etapa de preparación de la obra, reflejando toda la alegría que mostraron los chicos-grandes para mantener el espíritu después de tantos años en que tantas cosas les pasaron a todos.
Hubo que realizar malabares para reunir a los intérpretes, porque, por ejemplo, uno de ellos vive en España y otro en el país, pero en Trenque Lauquen. Así se trasmitió el reparto de roles y en el caso del habitante de la península ibérica, se estudió el libreto a través de la moderna tecnología -las camaritas- y se ensayó con el Atlántico como puente.
El resultado fue maravilloso, y eso se advirtió anoche en los emocionados y alegres espectadores -muchos intérpretes y familiares- que pudieron disfrutar de las imágenes.
Hubo palabras de agradecimiento al director, al maestro Pedro Costa -hoy subsecretario de Cultura de la Municipalidad de Quilmes- y el reconocimiento del director de Usinas Culturales, Gastón Asprea, por haber elegido el Favio para difundir esta experiencia que puede ser única en el mundo, digna de un record Guinnes.
No olvidemos que los actores -hoy con más de cuatro décadas encima de aquella estudiantina 73- pusieron el hombro y el entusiasmo para que la idea del "maestro" Pedro Costa pudiera concretarse, con el merecido aplauso a algo que merece ser contado.
Debe recordarse que esta obra fue representada por alumnos de séptimo grado del colegio Don Bosco en 1973, por iniciativa del maestro Pedro Costa.
Cuatro décadas más tarde volvió a presentarse con esos mismos "alumnos" -ya grandes-, también con el maestro Pedro Costa y buscando mantener la alegría y el entusiasmo de la etapa colegial.
El éxito fue enorme en aquel 2013 -la obra se representó en el Multicultural Don Bosco- y volvió a repetirse en el mismo escenario.
El joven cineasta Tobías Tercic, hijo de uno de esos "alumnos", se encargó de filmar toda la etapa de preparación de la obra, reflejando toda la alegría que mostraron los chicos-grandes para mantener el espíritu después de tantos años en que tantas cosas les pasaron a todos.
Hubo que realizar malabares para reunir a los intérpretes, porque, por ejemplo, uno de ellos vive en España y otro en el país, pero en Trenque Lauquen. Así se trasmitió el reparto de roles y en el caso del habitante de la península ibérica, se estudió el libreto a través de la moderna tecnología -las camaritas- y se ensayó con el Atlántico como puente.
El resultado fue maravilloso, y eso se advirtió anoche en los emocionados y alegres espectadores -muchos intérpretes y familiares- que pudieron disfrutar de las imágenes.
Hubo palabras de agradecimiento al director, al maestro Pedro Costa -hoy subsecretario de Cultura de la Municipalidad de Quilmes- y el reconocimiento del director de Usinas Culturales, Gastón Asprea, por haber elegido el Favio para difundir esta experiencia que puede ser única en el mundo, digna de un record Guinnes.
No olvidemos que los actores -hoy con más de cuatro décadas encima de aquella estudiantina 73- pusieron el hombro y el entusiasmo para que la idea del "maestro" Pedro Costa pudiera concretarse, con el merecido aplauso a algo que merece ser contado.
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