MANUEL BELGRANO


Se cumplen hoy 196 años de la muerte de uno de los grandes próceres argentinos: Manuel Belgrano.
Aquel 20 de junio de 1820 moría en la más absoluta pobreza, y como dice Felipe Pigna en su página de la revista VIVA, su muerte no fue noticia, porque ni La Gazeta ni el periódico El Argos publicaron la especie.
Solo el inefable cura Francisco de Paula Castañeda, en su periódico El Despertador Teofilantrópico, dio la noticia.  "Es un deshonor a nuestro suelo, es una ingratitud que clama el cielo, el triste funeral, pobre y sombrío que se hizo en una iglesia junto al río, al ciudadano ilustre general >Manuel Belgrano".
Pigna recuerda que la noche anterior "la fiebre se lo llevó por un rato al terreno de los recuerdos, a unas borrosas imágenes infantiles en el mismo barrio y la misma habitación en la que ahora se moría, los olores de naranjos y azahares, los gritos de los negros en el fondo de la casa. El viaje a Europa, las aulas, las chicas de Salamanca, los debates en el Consulado, las noches robadas al amor de Josefa en su estudio escribiendo. Aquel sol de Rosario, las baterías del Paraná y al bandera. El éxodo, los changuitos jujeños, la gloria de Tucumán, el amor de Dolores, su querida hijita Manuela Mónica. El triunfo de Salta y ese sabor de la justicia que tanto le costó degustar después. Trataba de evitar los malos tragos, los traidores".
Belgrano dejó un legado de honestidad, transparencia, convicciones y principios que tendrían que aprender muchos de los que hoy nos gobiernan, fundamentalmente aquellos que estuvieron en el gobierno anterior, pero también algunos de los actuales.

Comentarios