DIA DEL PERIODISTA


La celebración del Día del Periodista sirve para reflexionar sobre la profesión y sus alrededores.
Hoy, por ejemplo, hubo un agasajo del intendente de Quilmes, Martiniano Molina, a los hombres de prensa, donde destacó la labor del periodismo y en cuanto a los profesionales quilmeños los instó a seguir adelante mostrando lo que pasa en el distrito, dentro de un clima de libertad.
Por la tarde, en la plazoleta ubicada en Roque Sáenz Peña, a metros de la Universidad de Quilmes, se descubrió una placa en homanaje a Rodolfo Walsh,
el periodista escritor de obras clásicas como Operación masacre y ¿Quién mató a Rosendo?, dos trabajos de investigación descomunales. El primero, referido a los fusilamientos del 9 de junio de 1956, en plena dictadura de la revolución libertadora -el jueves se cumplen 60 años- y el otro, sobre el asesinato del dirigente gremial Rosendo García en la confitería La Real, de Avellaneda, donde murieron otros dos sindicalistas (fue en mayo de 1966, es decir, se cumplieron días pasados 50 años).

Algunos comentarios

El defensor de los lectores del diario Perfil, Julio Petrarca, habla del periodismo y lo resume en la definición de Gabriel García Márquez: el mejor oficio del mundo.
Considera que el periodismo es una difícil tarea en los tiempos que corren. "Sin embargo, y pese a la constante caída de las fuentes de trabajo, dramáticos cambios en las formas de ejercer la profesión , muchas veces complejas relaciones entre los profesionales y las conducciones de los medios, este es un oficio apasionante, incomparable, full life".
Recuerda entonces expresiones que acercan a al agente la profesión de periodista, su razón de ser, muchos de sus sueños y objetivos.
Así repite la definición de Gabo García Marquez, calificando al periodismo como el mejor oficio del mundo, y señala que "la ética debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido del moscardón".
Agrega lo que decía Tomás Eloy Martínez: ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también ser otro".
Después comenta palabras de Ryszard Kapuscinki: "Hay que ser un buen hombre o una buena mujer, buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona, se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento en parte de su destino".
"El verdadero periodismo es intencional. Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro".

Josefina Licitra

Más adelante, Petrarca recuerda lo que dijo la cronista argentina Josefina Licitra sobre el oficio. "El oficio está siendo interpelado como nunca antes. Es difícil ejercer en medios argentinos sin que la propia tarea quede inscripta en el marco de intereses empresariales del medio que nos publica. Aunque no hay que perder de vista la falta de neutralidad de los medios de prensa, temo que el trabajo periodístico sea hoy el blanco de una lectura que pasó de ser compleja y analítica a ser directamente paranoica".
Licitra dice que "en nombre de la modernización, el trabajo de prensa está cada vez más flexibilizado y degradado. Los editores piden a los periodistas que filmen y tomen fotos con el teléfono, echando por tierra el trabajo de los fotógrafos. Y el aumento de tareas nunca tiene un correlato con el aumento salarial".
Dedica un espacio al tema de la formación de nuevos profesionales en las redacciones, que "se achicaron y los que quedan adentro tienen cada vez más obligaciones, por lo tanto queda poco margen para hacer de las redacciones un espacio de formación como el que alguna vez fueron". 
Así, señala, los talleres por una parte y los espacios académicos por otra han venido a reemplazar los ámbitos de formación que hacían de la práctica un ejercicio cotidiano..
Por último habla de desafíos: "los mayores desafíos son mantenerse en el eje y no olvidar las razones por las que cada cual eligió ser periodista. Si eso se mantiene en pie, y si se trabaja la paciencia (el gran desafío de la época), las empresas y las coyunturas políticas serán siempre un factor circunstancial contra el que se irá aprendiendo, con el paso de los años, a lidiar del modo más digno posible".
Termina Petrarca: "El mejor oficio del mundo, como lo definió García Márquez, sigue siendo un desafío de práctica diaria. Gimnasia creativa, reparadora, necesaria y comprometida".

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