CORPUS CHRISTI


El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, presidió la misa en la que se celebró el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la catedral Inmaculada Concepción.
La misa fue concelebrada con los sacerdotes y diáconos de la diócesis.
El obispo predicó la homilía que culminó con el canto Jesús Eucarístía (Julián Zini, Antonio Rossi, Pocho Roch).
El prelado encabezó la canción y luego paseó por el pasillo central de la catedral, arengando cada verso para que la gente cante.
Luego de la Eucaristía, fue la peregrinación con el Santisimo, que se iba a realizar hasta el Hospital Iriarte, pero la lluvia determinó la suspensión.
Por tal motivo el obispo invitó a la feligresía a realizar la adoración del Santísimo Sacramento dentro de la Catedral, participando de una oración comunitaria al principio y luego, recogiéndose y orando interiormente. La primera y especial intención de la oración comunitaria fueron los pacientes y el personal del nosocomio.
Al finalizar, para sobrellevar la lluvia y el frío, los boy scouts de la diócesis despidieron a los presentes con tortas fritas, café y mate cocido.

La homilía

"Denles ustedes de comer" son las palabras de Jesús a los apóstoles aquel día, cuando ellos quisieron que la gente se fuera a otro lado, a arreglarse como pudieran. No se les ocurría otra cosa. Era el atardecer. La gente estaba amontonada junto a Jesús, que les enseñaba y sanaba a los enfermos.
El lugar era desierto. Estaban lejos de donde podían encontrar alimento. La gente olfateaba que en Jesús se encontraba lo que no encontraban en ninguna parte.
Y a los apóstoles solo se les ocurre tienen que ir a otro lado. Despide a la multitud.... es lo que se les ha ocurrido.
Jesús les responde: Denles de comer ustedes mismos. Siguen con su misma lógica. No tenemos más que cinco panes y dos pescados. 
Eran más de cinco mil hombres. En su poca fe, se olvidaban que contaban con quien es el Pan de Vida.
Jesús es el que nos une en la única mesa de los hermanos, donde el Padre da el alimento para cada uno, para todos. Jesús. El quiere que comamos juntos. Hoy como ayer, Jesús sigue estando con nosotros, en medio nuestro, cuando abrimos el corazón para compartir los cinco panes y dos pescados que tenemos. El milagro que provoca el amor.
Jesús, el Señor de la historia, es el Dios hecho pan. Hoy también, en esta Argentina del Bicentenario, queremos decirle a Jesús, como los discípulos de Emaús, en el camino de la historia. Quédate con nosotros, Jesús. A las puertas de un nuevo Congreso Eucarístico Nacional, que celebraremos en Tucumán, cuna de nuestra independencia, decimos: Quédate con nosotros, Señor. Porque sigue faltando el pan en este desierto de nuestra historia. Porque, a pesar de todo, queremos seguir siendo un pueblo que espera; porque a veces escuchamos que cada uno se arregle como pueda, porque algunos pretenden dividirnos y apartarnos de Ti, Señor, queremos decirte: quédate con nosotros, Jesús.
Hoy queremos hacer fiesta al contemplarte pobre y sencillo, humilde y puro en este misterio de Amor: la Eucaristía. Cuerpo y Sangre, comida y bebida que hace y nutre la comunidad. Sos la fiesta de cada semana, que resume y celebra el amor, el amor que perdona y hermana y es sincera reconciliación" (Jesús Eucaristía. Himno del X Congreso Eucarístico Nacional. Zini y Rosch).

Comentarios