ALMAFUERTE

No te des vencido ni aun vencido... los inmortales versos del poeta Almafuerte -en realidad un seudónimo, ya que su verdadero nombre era Pedro Bonifacio Palacios- hoy más vigentes que nunca en un nuevo aniversario de su nacimiento (ocurrido en 1854).
Nació en San Justo, provincia de Buenos Aires en el seno de una familia muy humilde. Muy chico perdió a su madre y fue abandonado por su padre, por lo que lo criaron los parientes.
Almafuerte es el seudónimo con el que alcanzó la popularidad, aunque no fue el único que empleó.
Fue un tremendo luchador y maestro. Se enfrentó con el poder y sufrió las consecuencias. Pero como dicen sus versos de Piu avanti: Si te postran diez veces, te levantas/ otras diez, otras cien, otras quinientas/ no han de ser tus caídas tan violentas/ ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas/ asimilan el humus avarientas/ deglutiendo el rencor de las afrentas/ se formaron los santos y las santas.
Obecación asnal, para ser fuerte/ nada más necesita la criatura/ y en cualquier infeliz me figura/ que no mellan los garfios de la suerte...
Todos los incurables tienen cura/ cinco minutos antes de su muerte.

No te des por vencido ni aun vencido/ no te sientas esclavo, ni aun esclavo/ trémulo de pavor, piensate bravo/ y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido/ que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo/ no la cobarde estupidez del pavo/ que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora/ o como Lucifer, que nunca reza/ o como el robledal, cuya grandeza/ necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora/ ya rodando en el polvo, tu cabeza.

Comentarios