QAC... EN EL FONDO

No podía ser de otra manera. La situación institucional del Quilmes AC repercute en lo futbolístico. Le deben a todos, jugadores, cuerpo técnico, empleados, profesores, etcétera y no podía ser de otra manera, vale repetirlo, que sufra la tercera derrota consecutiva, esta vez con Temperley, que por esas cosas del fixture determina que haya una revancha el lunes 25 a las 21 en el Centenario. Curiosamente, es un nuevo aniversario de la inauguración del estadio allá por 1995.
Serán 21 años de ese hermoso escenario, que lleva el nombre de un dirigente que hoy está involucrado en el tema de la Conmebol y el FIFA Gate.
A eso hay que sumar un presidente en las sombras como Aníbal Fernández, citado a declarar en mayo    por los manejos de Fútbol para Todos, dineros que iban a los clubes y que llegaban en menor cantidad, con el pase previo por presuntas cuevas donde se descontaban los cheques y que merecen una exhaustiva investigación, que lleva a cabo la jueza federal María Romilda Serini de Cubría.
En este escenario, se justifica que el Decano del fútbol argentino esté pasando por este presente, que tiene pasado y por supuesto, futuro.. por ahora negro.
Habrá que ver si la paciencia sigue gobernando para que no se apunte al técnico después de tres derrotas seguidas, y con el promedio, todavía no preocupante -porque los otros involucrados también resignan puntos en el camino- pero sí de cara al futuro, teniendo en cuenta que en el próximo torneo, largo como los de antes, tendrá cuatro descensos.
Así las cosas este es un año electoral y el oficialismo tendrá que remar mucho la corriente si quiere mantener la conducción, porque la oposición unida, aunque sin candidato todavía, puede llegar a quitarle el poder.
El oficialismo ha resignado la candidatura del dirigente Mata Rodríguez, quien terminó bajándose de la candidatura, porque evidentemente se dio cuenta que no será fácil asumir en estas condiciones.
Por eso, la oposición -listas blanca, negra, rojo punzó, celeste, verde- sueña con gobernar pero aun no logra consensuar un plan para salir de una situación alarmante, con una deuda superior a los 200 millones de pesos.
Los futbolistas llevan casi cuatro meses sin cobrar, dan lo que pueden y por eso las derrotas, que deberían ser lógicas, se digieren de otra manera. En otros tiempos, los hinchas y simpatizantes hubieran respondido de otra manera a este presente.
Se comienza  vivir una semana especial, teniendo en cuenta que el próximo partido, ante el mismo rival de ayer, en la fecha de los clásicos, será el lunes 25. ¿Quilmes AC seguirá siendo el muro de lamentos del fútbol argentino

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